Si fuéramos lluvia.

Capitulo 34

Siempre me he considerado una mujer inteligente e independiente. Pero ya me veis, aqui, estando con un chico que no me gusta por el simple hecho de aburrirme... O peor aun, de tener miedo de no encontrar a otro. No entiendo que hago con el, no me gusta, nunca lo ha hecho. El sexo no me resulta placentero y mucho menos interesante. No siento las vibraciones de las que habla todo el mundo, ni veo fuegos artificiales. No se, o soy yo o el resto del mundo... El móvil me saca de mis pensamientos . Que raro... No sé quien puede ser. Cuando estoy a punto de abrir el mensaje oigo la voz de mi madre. Dejo el móvil sobre la cama y me dirijo a la cocina. Cuando termino de hablar con ella, ceno y me ducho. Estoy metida en la cama, tapada hasta las orejas. Cuando tengo los ojos cerrados siento vibrar el móvil. Se me había olvidado por completo. La notificación de ahora era un me gusta en mi instagram y la de antes... Un mensaje... De... Raúl... Raúl era un chico de mi clase, bueno, por decir algo, porque debió ir tres días en todo el curso y menos mal... Porque de haber ido más no se si yo habría sido capaz de aprobar alguna asignatura. Siempre me quedaba como una boba mirándole y cuando el me devolvía la mirada yo sonreía. Es un chico bajito, de ojos marrones, sonrisa perfecta y cabeza rapada. Yo no sé si la descripción os llama algo la atención pero realmente es un chico que la llama. Es precioso. Cuando empezó el curso yo era bastante reservada con él. Es un chico raro, que mas que hacer amigos se gana enemigos y yo no quería que me relacionaran con él. Pero un día cuando Marcos tenía física y yo latín se puso al lado de mi mesa y empezó a mirar a todas partes buscando un sitio donde sentarse. Yo le miré, y muerte de vergüenza le dije que se podía sentar a mi lado... Lo hizo. Y creo que ya había elegido ese sitio antes de que yo se lo ofreciera... Desde ese momento ya no me importaba que me relacionaran con él.