Capítulo 3.

151 7 1
                                    

Me encanta despertarme con la luz entrando por la ventana, huele a verano. Mm, aunque tal vez si soy sincera lo que me encanta es levantarme a las doce, por la noche me costará conciliar el sueño pero no me importa no hay mayor placer que levantarse cuando te de la gana. Hay un nuevo chico en mi vida, y cuando digo en mi vida me refiero a que va a pasar por ella sin alterarla ni lo más mínimo. Se llama Pablo, iba conmigo a clase y la verdad es un chico muy divertido. No es un príncipe azul, es todo lo contrario más bien. Era uno de los repetidores, bajito, moreno con su belleza rara. Nadie le consideraría un "tío bueno" pero a mi eso me importa más bien poco, quiero decir, necesito que un hombre me atraiga, pero no tiene que ser su físico, aunque tal vez no lo parezca no soy superficial. Todo empezó por whatsapp, el típico tonteo de por las noches porque no tienes otra cosa que hacer. Siempre me ponía nerviosa diciéndome que al final acabaría pasando algo entre nosotros. Algo sexual claramente, sin ningún tipo de sentimientos, desde que llegue a la conclusión de que los sentimientos no se comían los he echado de mi vida. 

Un día estábamos en clase y cuando me di cuenta éramos los únicos allí. Se acercó con las manos en los bolsillos y se puso delante de mí.

- ¿Qué pasa si saco las manos?  - me dijo mirándome a los ojos.

- ¿Cómo que que pasa?

 -Si, tal vez pueda hacerte esto. - Dijo mientras me apartaba el pelo de la cara y me lo ponía detrás de la oreja.

- No, no puedes hacer nada Pablo, ya sabes que no me gustas.

 -Nadie esta hablando de si te gusto o no, eso no me importa. Solo quiero besarte.

- Eso ha sonado a declaración y te juro que estoy a punto de echar a correr.

 -Puedes hacerlo. Prometo que no te seguiría, no es una declaración, es un beso, porque sí, porque quiero.

Entonces me agarró por la cintura y me dio un beso, abrí mucho los ojos porque no podía creer que me hubiera besado, de repente entró la profesora de inglés por la puerta y se separó de mi dejándome en medio de clase sin saber que decir. Había sido un buen beso, al decir verdad adoro los besos, un chico que sepa besar me tiene ganada, son un poco adicción. Me senté en mi mesa de todos los días, justo detrás de el, y le escribí una nota.

* ¿Qué significa ese beso?  *

Leyó la nota, sonrió y escribió por la parte de atrás.

* R, los besos no tienen que significar algo. Besas porque te apetece, porque es algo bonito, a ti te ha gustado?  *

* Sí, sí que me ha gustado. Pero Pablo un beso significa amor *

* Seguro que has besado a un montón de chicos a los que no amabas enana *

* Pero cuando les besaba pensaba que sí...*

 *Un beso es solo un beso R, sólo tiene la importancia que tu quieras darle, puede significarlo todo o no significar nada*

En ese instante me di cuenta de que así era para los hombres, sencillo. Pueden besar a cien chicas y que no signifique nada, y luego pueden perder el culo por una. En ese preciso momento me di cuenta de que no quería ser una de las cien, quería ser la chica por la que todos perdieran el culo pero sin hablar de amor, me parece mas noble un hombre que hale de sexo a uno que hable de sentimientos que no existen.

Si fuéramos lluvia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora