Si fuéramos lluvia.

Capítulo 22

Me estremezco cuando mis pies se enredan con las frías sábanas. Como de costumbre estiro las sábanas y me tapo con ellas hasta las orejas. Cierro los ojos con total placer hasta que me doy cuenta de un detalle... Estoy incómoda, no puedo estirar las piernas y además me estoy clavando un botón. Pestañeo varias veces y cuando por fin abro los ojos miro hacia mis piernas. Un vaquero. Miro más arriba y no es mi camiseta del pijama. ¿Qué hago vestida? Aún peor, empiezo a ver que estás sábanas no son las mías. No quiero parecer una loca pero empiezo a tener miedo y me alegro mucho de tener los pantalones puestos. Me giro despacio porque quiero contemplar la habitación, pero no de golpe porque no quiero encontrarme con algo que no pueda controlar. Cuando me giro Luc está sentado al otro lado de la cama. Doy un ligero bote en la cama y sonríe. Vuelvo a comprobar que tengo la camiseta puesta, porque no podemos haber hecho nada, de verdad que no. Entonces los recuerdos se abren paso en mi memoria y se me agolpan. La pelea. Christian. Gorka. Vacío. Abro mucho los ojos a la vez que la boca, la cual tapo con mi mano. Empiezo a temblar y a llorar en silencio, no puede ser, no puedo haber actuado de manera tan irracional. Pero lo que realmente me da miedo es lo que haya podido hacer con Luc cuando estaba inconsciente. Pero no, el no es así. ¿O sí? Estoy furiosa.

=¿Qué ha pasado? = Pregunto sin mirarle a la cara.

=Pegaste a mi hermano. Se lo merecía supongo.

=No, eso ya lo sé. Quiero decir, después de desmayarme.

=Te traje a casa. No sabía a quien avisar así que...

=¿Qué ha pasado? = Repito cada vez más frustrada.

=Espera, espera. ¿Quieres saber si lo hemos hecho? Bueno, más bien si te he violado. Estoy flipando Ruth. Cuantas veces tengo que demostrarte que no soy como los demás, que yo te quiero y que no te haría daño por nada del mundo.

=No me has contestado.

=Vete a la mierda R.

Me mira con desdén y sale dando un portazo. No entiendo porque se ha enfadado, enfadada debería estar yo, porque me ha metido en su cama sin mi permiso y es normal que me pregunte si ha sido capaz de hacer algo tan ruin... o quizás no, quizás me ciegan los daños que tengo para tan pocos años.