Si fuéramos lluvia.

Capítulo 30

Me muerdo el labio tan fuerte que creo que estoy a punto de hacerme sangre. Siento como Christian gime en mi cuello mientras su mano recorre toda mi columna, sus caricias son como miles de hormiguitas recorriendo mi espalda pero me hacen sentir toda una selva en mi interior. Me gusta notar mi mano indecisa en su pelo, lo acaricio y me enredo sus rizos en mis dedos. Lo único que podría mejorar el momento seria que Gorka fuera el que me sostuviera entre sus brazos. Me besara cada centímetro de mi cuerpo y luego siguiera el mismo camino con la mano, recorriendo cada rincón, conociendo mis escondites como los suyos propios. Un "Ruth" me devuelve a la realidad, giro la cara y veo como Christian me está mirando. 

=Ruth, ¿estás bien? = Me aparto el pelo de la cara y veo como se me emborrona su imagen, intento levantarme pero es casi imposible. Apoyo todo mi cuerpo sobre mi codo y me reclino hacia delante, toda la habitación da vueltas a mi alrededor. Abro y cierro la boca en un intento desesperado de articular palabra pero no lo consigo.

Cierro los ojos y siento como la cama da vueltas aunque yo me agarro a las sábanas intentando que pare. Siento como Christian se levanta y me deja sola en la habitación, estiro la mano e intento detenerle pero solo soy capaz de atrapar el aire. Cuando abro los ojos todo a dejado de dar vueltas y Christian entra con un vaso de agua. Sonrío y lo cojo. 

=¿Estás mejor? ¿Que te ha pasado? = Me pregunta mientras me acaricia la pierna. 

=No es nada, seguramente ha sido un mareo por el calor. Estoy bien, de verdad.

Asiente y me abraza. Cierro los ojos y deseo que todo desaparezca.