Si fuéramos lluvia.

Capítulo 31

Hoy ha venido Marcos a verme, le echaba de menos. No es que nos hayamos distanciado ni mucho menos pero a veces unos grandes amigos, unos hermanos, deben darse un tiempo para recordar lo que es su propia compañía. Marcos es un chico sensible y que necesita mucho amor y a la vez se merece todo el amor del mundo. Supongo que no todos merecemos ese amor, algunos están destinados a encontrar a su alma gemela, amor que no es una elección, otros al amor de su vida, este si lo eliges y debes hacerlo con sumo cuidado y otros están destinados a no estar. Marcos aún no ha encontrado los brazos donde refugiarse, las sábanas entre las que pasar todos los domingos del año ni los labios en los que lo olvidas todo. No es que él no tenga un alma gemela o el amor de su vida, es que si lo hubiera encontrado fácilmente igual de fácil se hubiera ido. No es sencillo encontrar la felicidad cuando tienes el corazón mas grande que el pecho y cuando a menudo las lágrimas ocupan más de lo que los ojos pueden contener. Es el tipo de persona que puede hacerte sonreír sin ponerte un dedo encima y que si te lo pone recompondrá cada pedazo de ti que este roto. Y aunque sea ilógico es más fácil valorar lo que nada vale que lo que no tiene precio. Bienvenido al resto de mis días.