—Se te extrañaba un montón tío-dijo el chico abrazando a Lucas. Lo vuelvo a repetir ¿Lucas tiene amigos?.
No lo digo por malicia, sólo es que Lucas en el colegio ni habla con su sombra.
—Je, bueno, ya sabes como es mi papá- dijo Lucas rascándose la nuca, la pelimorada se molestó y gruñó.
—Ni menciones a ese animal- dijo molesta, extremadamente molesta, tanto que de la rabia golpeó una pared, haciendole un hueco.
Nota mental: No te metas con ella.
—Calmate, cielo- le dijo la morena, sobandole el brazo, la pelimorada se calmó y sonrió. De pronto, las miradas quedaron sobre mí.
—¿Y ella quién es?- preguntó el chico, observándome detenidamente.
—¡Oh! Es Lauren de mi colegio, la encontré llorando en el pasillo vacío- dijo Lucas y yo sonreí a medias.
—Mucho gusto- la pelimorada se acercó a mí y me miró completa.
—Hola Lauren, mi nombre es Argelina, ella es mi novia Loren, y este mocoso- se acercó al chico y le despeinó— Es Miguel- el chico sonrió apenado.
—Y dime ¿Por qué llorabas?- dijo Loren sentándose en un silla, yo tragué saliva.
—Je, je, es un tema que por ahora no quiero hablar- dije incómoda ¡Ni loca les diría mis cosas a ellos!.
—Bueno, al menos ya pasó, ¡Celebremos!- abrieron una cava y sacaron unas cervezas en latas, se las repartieron y me ofrecieron, pero me negué ¿Cerveza a las 10:30 de la mañana?.
—¿Por qué beben a estas horas? ¿No creen que es muy temprano?- pregunté aún parada, Lucas se había sentado al lado de Miguel, Lorena y Argelina muy juntas.
—Nunca es temprano para beber ¡Salud!- todos gritaron salud mientras alzaron sus bebidas, y tragaron casi que la media lata de cerveza.
Lucas me vio con una ceja levantada y me indicó a que me sentara, negué, pero insistió, seguí negando, y él siguió insistiendo ¿Acaso es difícil entender que quiero estar parada? Negué y él rodó sus ojos. Al cabo de un tiempo, se terminaron sus primeras latas y Miguel buscó otras, Argelina me vio y frunció el ceño.
—¿Acaso siempre eres aguafiestas? ¡Diviertete hermana! Una cerveza- justo Miguel le dio una y ella me la ofreció.
—No, gracias- dije sonriendo incómoda.
—Una y no te fastidiamos más, mejor, te dejamos ir Laurensita- dijo ella sonriendo tal como un niño pidiendo un dulce, yo suspire, aceptándola.
—Sólo una- dije y ella se alegró.
Si, sólo "una" cerveza.
Debo de admitir que eran agradables, Argelina fue la que mejor cayó, era amante de cosas japonesas, ese día aprendí que era el anime, sin chistar. Me contó que conoció a Lorena cuando estaba comprando unos discos, "allí nuestra historia de amor empezó" citando sus palabras.
Escuchábamos música, a ellos les gustaba bandas como Nirvana, Blink-182 o Green Day, yo era y soy más de música clásica, soy un tanto rara, sin embargo, bailé esas canciones juntos todos ellos, andaba algo tomada.
Las ventanas del lugar estaban cerradas, no había ni un ventilador funcionando correctamente, eso nos daba un calor terriblemente mal. Me arremangue mi suéter, cosa que deshice por miedo. Argelina me vio con lástima, pero sonrió y me saco a bailar, ella era muy alocada. El calor seguía, Argelina se quitó su chaqueta de cuero, dejando solo una camisa de mangas cortas, debo de decir que la chica es muy fuerte. Loren la siguió, quitándose su suéter dejando a relucir unas manchas blancas, poco después me enteré que ella padece de Vitiligo. Miguel y Lucas no tardaron en hacer lo mismo, así que la única en quedar con suéter era yo.
