Capitulo 27

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No te parecías en absoluto a la mujer de tu primer encuentro. Más bien tenías aspecto de estudiante.

-Vivimos cerca de aquí -le dijiste-. Me enteré de la conferencia en el periódico local y, siguiendo un impulso, vine.

-¿Tú sola?

-Sí -dijiste y te sonrojaste aún más, sin saber por qué, ya que aquel hombre no podía saber que apenas salía- Liam está de viaje.

-Ah -exclamó Kevin, y te dirigió una extraña mirada- ¿Te interesa la política?

-Más bien el arte, o las caricaturas. Aunque no lo creas, se me daban bastante bien -admitiste con timidez-, antes de que tuviera que dedicar la mayor parte del tiempo a mis hijos.

Te dio un vuelco el corazón cuando te diste cuenta de lo que habías dicho, ya que Kevin creía que Liam y tu se habían casado hacía muy poco.

Kevin frunció el ceño con desconcierto y tu te mordiste el labio.

Por suerte, alguien les interrumpió para hacerle algunas preguntas a Kevin. Tu decidiste que lo mejor era aprovechar la ocasión para marcharte, antes de que se enredaran más la cosas. Te metiste las manos en los bolsillos y te diste la vuelta. Pero Kevin te agarró por el brazo.

-No te vayas -dijo- Tengo que despedirme de los organizadores, pero si me esperas, podemos ir a tomar una copa.

Tu vacilaste, presa de algo parecido a la tentación.

Tomar una copa, en un pub, con un hombre que no fuera Liam no era como cruzar el límite invisible que imponía el matrimonio. ¿O sí lo era? ¡La gente lo hacía continuamente! ¡Liam lo hacía continuamente! ¿Qué daño podrías hacerle a nadie si aceptabas? ¿A quién le importaba que lo hicieras?

Probablemente a Liam, te respondiste. Pero, inmediatamente, te olvidaste de ello, ya que era mucho más fuerte tu deseo de revancha. Además, Kevin te caía bien, y estabas muy interesada en lo que hacía.

-Gracias -dijiste-, me encantaría.

En aquel momento, fue Kevin quien vaciló y te dirigió aquella mirada pensativa que recordabas de la primera ocasión en que se habían visto. Luego asintió y te soltó el brazo.

-Cinco minutos -prometió y se marchó.

Tu te quedaste debatiéndote con tu conciencia. Disfrutaste del rato que pasaron en un pub cercano.

El lugar estaba lleno, porque más de la mitad de la gente que había asistido a la conferencia estaba en él. Kevin y tu estaban en la barra, bebiendo una cerveza.

Te encantaba estar allí, relajadamente, hablando simplemente de persona a persona y no sólo como madre o esposa. Te gustaba la cordialidad de Kevin, su modo de escuchar, tan atento, cuando tu le contaste tus propias ideas, primero tímidamente y luego, con entusiasmo.

El nombre de Liam no apareció en la conversación hasta el momento de las despedidas.

-¿Cuánto tiempo lleváis casados Liam y tú, _____? -preguntó Kevin.

Tu suspiraste, sintiendo que el placer de la noche se desvanecía.

-Siete años -respondiste-. Tenemos tres hijos, dos niños y una niña. Los mayores, Jeyon y Alisson son mellizos.

Kevin sonrió, pero sin el menor asomo de humor.


-Creo que te debo una disculpa por la noche que nos conocimos -dijo.

Se refería a sus alusiones a las otras mujeres de Liam. Tu sentiste una punzada en el corazón, pero te encogiste de hombros.

-No, no me debes ninguna disculpa -replicaste- Sólo fuiste sincero. Fuimos Liam y yo los que no dijimos la verdad. Buenas noches, Kevin -añadiste antes de que él pudiera decir algo más. No querías hablar de aquella noche, no querías saber qué más estaba pensando-. Me lo he pasado muy bien, gracias.

Te diste la vuelta para abrir la puerta de tu coche.

La voz de Kevin te detuvo.

-Escucha -te dijo-, estoy pensando en dar un curso de caricaturas en esta facultad. Un día a la semana durante doce semanas. ¿Te interesaría asistir?

¿Te interesaba?Tu lo miraste con suspicacia. Tal vez, se le acababa de ocurrir.

-No lo sé -respondiste con vacilación- ¿Hay tanta gente interesada como para que te merezca la pena venir aquí a dar un curso?

Kevin sonrió cínicamente. Al fin y al cabo, era una celebridad, el curso rebosaría de gente.

-Te gustará -dijo- Te lo prometo.

Tu sentiste un nudo en el estómago. La promesa de Kevin implicaba más de lo que decía. En realidad, no había hecho ningún esfuerzo por ocultar que tu le gustabas.

El problema era: ¿querías tu alentar algo que podría llegar a ser muy peligroso?

La respuesta era «no». Tu vida ya era bastante complicada como para complicarla aún más con un hombre como Kevin Evans. Y era una pena, ciertamente, porque te atraía mucho la idea de volver a tomar un lápiz y un bloc de dibujo.

-Cuando sepas si vas a dar el curso -dijiste finalmente-, llámame y lo pensaré.



-¿Kevin Evans va a dar clases en ese colegio universitario tan pequeño? ¿Y por qué iba a molestarse en venir a un sitio tan poco importante? -dijo Liam, frunciendo el ceño.

-A lo mejor porque le interesa -dijiste un poco ofendida por el desdén de Liam.

No le había gustado nada que salieras sin que él lo supiera, pero, al saber que fue con Kevin Evans, se puso hecho una furia.

-¿Y cómo te enteraste de que daba esa conferencia?

-Por la Gaceta Local-replicaste-. ¿Has comido? -le preguntaste cambiando de tema diplomáticamente- ¿Quieres que te haga algo?

-iNo! Lo que quiero es que me digas por qué saliste con Kevin Evans...

-iYo no salí con él! ¡Sólo fui a escuchar su conferencia -le dijiste, porque había un abismo entre eso y salir con él- ¿Qué diablos estás intentando decir, Liam?-le preguntaste comenzando a perder la paciencia-. ¿Qué hicimos todo lo posible por vernos a solas?

Liam se ruborizó, de modo que tu supiste que era eso exactamente lo que estaba pensando.

-Es muy capaz -dijo- ¡Le gustaste desde el momento en que te vio!

«Dios mío», pensaste mientras una sensación de euforia se apoderaba de ti, «El invencible Liam Payne tiene miedo de que su pequeña esposa esté pensando en echarse un amante».

-Eres tú quien no confía en nuestro matrimonio, Liam, no yo.

-Pero podrías hacerlo por venganza.

-Y tú podrías volverte paranoico con tu sentido de culpabilidad. No me metas a mí en el mismo saco -replicaste, y, una vez más, algo te decía que no estabas siendo completamente sincera.

-No digas tonterías, yo no estoy haciendo eso -dijo Liam, y se levantó para servirse algo de beber.


Guía para padres (Liam y tu) Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora