I

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Silvia odia la universidad y como una vez más se levanta tarde para desayunar e irse. Si, es mayor de edad, pero aún vive bajo la casa de sus padres los cuales le exigen ir y tener buenas calificaciones.
Se fue a bañar y se puso ropa cómoda, poco le importó la hora y bajo de su habitación.

- Buenos días mi amor.

- Buenos días madre.

- A desayunar, te hice tus tostadas favoritas con aguacatito - sonríe-

- Que rico ma, muchas gracias...

- Bueno hija, apúrate que se te hace tarde.

- ¿Me estás corriendo? - le pregunta bromeando

- No, sólo que si no te vas ahora llegaras tarde.

- Nos vemos mami

- Que te vaya muy bien pequeña, suerte.

Pide un carro por la aplicación sólo por esta vez que no quiere escuchar a su directora como le da un regaño tras otro.

{·······}

Ya pasaron tres meses desde que me dieron de baja como profesor y todo porque no creen que tengo la capacidad suficiente como para poner orden a un grupo de adolescentes, ¿pero qué más me falta?

Jorge se levantó de la cama con muy buena actitud, se alistó para seguir en busca de una oportunidad y esperaba que esta vez llegara con noticias si no, dejaría su carrera de lado por un momento y empezaría a buscar trabajo de otra profesión.

Un amigo lo recomendó en una de las universidades más prestigiosas de CDMX y estaba ansioso por llegar ahí, se fue sin desayunar pero prefería eso a que alguien llegara a ocupar su lugar.

...

Silvia entro al aula y se sentó enfrente está vez aunque siempre estaba atrás para poder platicar con sus compañeros.

La primera clase es demasiado aburrida pero le prometí a mamá que ya me iba a comportar bien así que estoy haciendo mi mayor esfuerzo.

Después de esta clase tenemos dos horas libres ya que nuestro profesor de matemáticas lamentable o afortunadamente se fue del país y no han sustituido su puesto.

Así que decide ir a la cooperativa y come algo porque no se había llenado con el desayuno.

Cuando estaba por sentarse vio como se encontraba un señor perdido en aquel espacio, su mirada se miraba nerviosa. Pensó en ayudarlo pero tenía mucha hambre así que se puso sus audífonos e inmediatamente se puso a comer.

...

La universidad está muy grande, casi me pierdo y encima no encuentro la dirección... sigo caminando.

- Esta es, por fin. (Susurré).

Me hicieron pasar casi inmediatamente y al pasar me encuentro con un hombre de aspecto agradable pero preocupado y seguido a esto me mira.

- Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle?

- Buenos días, disculpe la molestia.
Steven me consiguió una cita con usted hoy.

- Oh, ¿usted es el profesor Salinas?

- Así es - confirmé sonriendo -

- Steven me ha hablado tanto de usted.

...

El profe de matemáticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora