- Espero que cosas buenas - intenté sonar un poco amable, pero es que de verdad no sabía ni como me se sentía.
- Steven es un gran amigo mío, tenemos una amistad desde hace más de 20 años y pocas son las personas que me recomienda.
- Entiendo, señor.
...
Estaba atentamente leyendo mientras el profesor nos pedía nuestras tareas cuando volteo discretamente hacía mi lado y miro como uno de mis compañeros le tira bolas de papel en la cara al profesor. Me pareció chistoso que hasta me salió una sonrisa.
El asunto comenzó a tensarse cuando levanto la mirada y me vio riendo.- ¿Quién fue?
Nadie respondió.
- ¿Quién fue? - casi gritando-
Yo sabía quien había sido pero siempre me dicen que calladita me veo más bonita así que no dije nada pero seguía con mi mirada fija en mis libros.
- Si no me dicen quien fue, todos quedaran castigados - dijo realmente molesto.
Iba a levantar la mano pero alguien me ganó y era el chico culpable y bueno, por lo menos dirá la verdad.
- Fue ella - fue diciendo esto mientras levantaba su mano para señalarme.
Me quede congelada, le quería recordar hasta a su mamá a ese hijo de la... pero me interrumpieron mis pensamientos.
- Así que fue usted señorita, vaya inmediatamente a la dirección ahora mismo.
- Pero si yo no fui, fue este imbécil que está sentado. - dije realmente muy enojada.
- No diga más, vaya que en un momento voy.
Me fui al lado del chico y lo tomé por la camisa. Me dio tanto coraje que se riera así de mí.
- Esto no se va a quedar así pendejo.
...
Estaba muy nervioso, hasta que habló.
- Voy a hablarle con la verdad porque no quiero que tenga falsas ilusiones, hace unos días vino un profesor por el mismo puesto que usted y nos pareció muy buena opción aunque falta comentarlo con alguno de mis compañeros, igual usted va a estar en esa plática y veremos que podemos hacer.
En eso tocan la puerta.
- Pase.
Entra una chica con los ojos tan bonitos que cuando me miró me sacó de mis pensamientos y volteé hacía otro lado pero en un segundo vi lo bien que se vestía.
- ¿Otra vez tú, chaparra?, ¿ahora que hiciste, mujer?
- Lo que pasa es que el profe me mandó para acá. - dije con ganas de llorar.
- ¿Qué fue lo que pasó?
...
En el salón le empezaron a decir muchas cosas al profesor, le aventaban desde bolitas de papel, lapices, borradores, plumas, hasta la mochila con todos los libros.
- ¡CALMENSE CARAJO! - muy enojado
- Vayase a la mierda.
- Nadie lo quiere aqui.
- Ya está viejo, larguese.
En ese momento el profe se salió y se dirigio a la direccion.
...
Yo seguía sin dejar de mirar a esa chica hasta que un ruido fuerte sono.
- ¿A qué se debe este disparate?