Ese sábado a la mañana Lauren decidió ignorar la alarma de su celular que sonaba debajo de su almohada con un pitido más que irritante. Estiró su mano hasta tomar el aparato y pulsó un botón creyendo desactivarla. Después de haber pasado cinco minutos, el ruido volvió a despertarla; esta vez abrió su ojo derecho y observó el botón correcto de apagarlo antes de volver a cerrarlo tratando de reconciliar el sueño.
Pero su padre no iba a dejar que lo hiciera.
- Lauren, arriba, sal de esa cama. Levántate y ve a aprovechar el día- Lauren simplemente se acostó boca abajo, hundió su rostro en la almohada y extendió una de sus manos para tomar la frazada y cubrir todo su cuerpo- Lauren, levántate. Van a ser las diez- Michael caminó hasta la gran ventana y abrió de par en par las cortinas dejando que la luz entrara sin piedad por el pequeño cuarto- Vamos, hija- se acercó él hasta la chica y la zarandeó un poco-
- Papá, es sábado - respondió ella con voz ronca debido al sueño-
- Sábado que solías utilizar para salir a andar en bici con tus amigos apenas eran las nueve. Ahora si yo no te despierto, no apareces hasta la hora de la merienda- dijo él comenzando a quitarle la frazada-
- Ya no tenemos diez años. Dejamos las bicis hace tiempo, Michael- se puso de pie, tomó su almohada y salió de la habitación-
- No, Lauren, levántate- la siguió Michael solo para ver lo que todos los fines de semana hacía: acompañar a Clara en la cama matrimonial ya que ella llegaba después de las seis de la clínica y dormía hasta la hora del almuerzo- ¡Lauren!- le susurró él con fastidio desde la puerta. No quería despertar a su esposa con sus gritos.
- Que descanses- le dijo Lauren antes de abrazarse a la figura de su madre y volver a cerrar los ojos entrando en otro profundo sueño.
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Camila llevaba desde las ocho pegada a su laptop tratando de encontrar en Internet algo similar a lo que su padre le había aconsejado: "Debes llamar su atención, hija. Busca métodos para hacerlo. Deja que ellos tengan tu confianza y luego impón tus reglas"
Por eso, iba a aprovechar ese sábado para buscar temas relacionados con lo que ella quería expresar, sin embargo, no encontraba algo que realmente le agradara.
"Traigo pizza y café. Abre la puerta"- no necesitaba leer el remitente del mensaje para saber que se trataba de Cece. Dejó el celular nuevamente sobre la mesa y caminó hasta la puerta, Cece bajaba de su auto y corría hacia ella-
- ¡Madre mía! El frío está matándome. Maldito invierno- le dio un sorbo al café que traía en su mano derecha y luego se lo entregó a Camila junto la caja con la pizza- Ese es el tuyo- Camila giró los ojos antes de responder-
- Gracias. Ven, pasa ¿Y Alex?
- Buscando trabajo. Dice que no quiere estar en el departamento sin hacer nada.
- Me parece bien, estar encerrada le hará daño
- Oh, claro, lo dice la mujer que vive veinte horas fuera de su casa. Tú no eres muy distinta a ella, eh- dijo Cece sentándose y girando la computadora para ver que hacía la castaña- ¿Alumnos problemáticos? ¿Siente que sus alumnos la tratan como una más? ¡Camila! ¿Qué demonios es esto?- preguntó después de leer los titulares de la página-
- Necesito controlar a esos chicos de los que te hablé. Siento que no puedo por mí misma, me siento insegura con ellos
- Pero esto parece un puto libro de autoayuda- dijo entrecerrando sus ojos y leyendo más del artículo- Vas a volverte loca- le aseguró devolviéndole el aparato- Mejor renuncia y busca otro lugar de trabajo
- No puedo, Cece. No es muy fácil que un Instituto contrate a una profesora recién graduada. Sabes que eso me tomará tiempo. Al menos aquí-dijo comiendo un trozo de pizza
- Cuéntame de esos malcriados- dijo Cece quitándose su chaqueta. Adentro, el calor era bastante reconfortante a pesar de que afuera cayeran casi invisiblemente unos copos de nieve-
- Son un grupo de apenas nueve alumnos que...
- ¡¿Nueve?! Puedo patearles el trasero a cada uno. Y dos veces- Camila giró los ojos antes de continuar-
- Son cuatro chicas y el resto hombres. Ellos son tan raros. Hay uno, Drew, es un atrevido que no hace más que coquetearme y....
- ¿Coquetearte? Pues déjate, mujer. Cariño no le viene mal a nadie
- No hace más que coquetearme- alzó la voz Camila para que la rubia se callara- y es demasiado vulgar e irrespetuoso. Después está ese castaño... Keaton, se nota que solo asiste al colegio para mirar a Lauren
- ¿Lauren? ¿Una de tus alumnas?
- Si. La más rebelde.
- Ya me cayó bien. Cuéntame de ella
- Es una niña pequeñita- alzó su mano izquierda y dobló su muñeca haciendo referencia a su altura. Cece alzó su ceja confundida- que parece la líder del grupo. Es odiosa, molesta y...
- ¿Y?- preguntó Cece cuando de un momento a otro Camila cerró su boca y perdió su mirada en la pared tras ella- ¡Camila!
- Es la líder, lo había olvidado. Debo llevarme bien con ella primero- susurró cerrando su laptop y quitando una hoja de su maletín junto con una lapicera- Cece, hazme una lista de cosas agradables para ti. Sexo queda descartado- le advirtió al ver la sonrisa de Cece que desapareció cuando dijo eso-
- Entonces nada- dijo con un toque de capricho devolviéndole la hoja-
- Solo... cantar, bailar, no sé; ese tipo de cosas
- Aquí la profesora eres tú. Te recuerdo soy bancaria. Hago tratos con la alta sociedad y entrego pres...
- Ya, ya sé a lo que te dedicas, Cece, pero has esto desde... ¿Sabes qué? Déjalo- dijo con tono molesto y comenzando ella misma a escribir sus opciones. Diez minutos después, guardó la hoja en su carpeta personal esperando que eso comenzara a servir de manera positiva.
Sonrió al fantasear con una sonrisa de Lauren mientras ella le leía sus planes y todo le parecía agradable. Sonrió aun mas imaginándosela hacer lo que puso en el papel.
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El sábado a la noche, como bien le había dicho Alexa no pudo escapar de su salida nocturna con ella y Cece. Salieron a tomar algo y, a pesar de las incitaciones por algunos para compañía, rechazó todas y cada una con una sonrisa de cortesía ocultando su incomodidad. Como siempre, cuando Cece tomaba su segunda copa, comenzaba a decir y hacer estupideces, otra vez, junto con Alexa debieron llevarla hasta el auto.
- Gracias, Mila- le dijo Alexa antes de subir en el asiento conductor y marcharse. Ella les sonrió y las observó irse. Después de girar sobre sus pies, sacó las llaves del bolsillo de su chaqueta y caminó hasta su auto.
- Gracia, papá- susurró como cada vez que se sentaba en su auto. Después de acariciar el volante, encendió el motor y salió a una velocidad moderada rumbo a su departamento.
Ese lunes, después de cruzar la puerta de entrada del Mckinley, esbozó una gran sonrisa mientras saludaba enérgicamente a algunos alumnos. Antes de terminar el pasillo, botó su vaso de café ya vacío y se quitó sus guantes de cuero para abrir la puerta del salón. Su sonrisa se borró al instante. El salón estaba completamente vacío.
Movió su muñeca rápidamente para descubrir su reloj, el mismo anunciaba 10:02, eso quería decir que el receso había acabado hacía dos minutos y sus alumnos deberían estar esperándola. Después de inflar su pecho con aire molesto, caminó hasta su escritorio y dejó su maletín y su campera sobre la silla. Se paró frente al pizarrón y juntó sus manos a la altura de su abdomen. Volvió a ver el reloj: 10:04.
Finalmente exhaló el aire esperando por los chicos.
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- "And I've been a fool and I've been blind...I can never leave the past behind..." -
Camila se irguió sobre su propia espalda en una posición intimidante al escuchar que alguien se acercaba cantando por lo bajo. Podía escuchar una voz perfecta pero mezclada con tristeza, dejó caer de manera pensativa sus cejas al oírle acercarse
"... I can see no way, I can see no way....I'm always dragging that horse around..."
Con desesperación, y para conocer la dueña de tan armoniosa voz, caminó a paso largo hasta la puerta para ver quien pasaría por allí. Bajo el marco de la puerta, su cuerpo golpeó el de Lauren que venía cabizbaja y seguramente por eso no la vio.
- Oh... Lauren, lo siento, yo...
- ¿Qué?- preguntó la chica quitándose sus auriculares y alzando la vista hacia la castaña- ¿Qué dijo?
- Que lo siento, no te había visto- dijo con voz débil sintiendo un fuerte calor cubrirle la cara. A juzgar por la sonrisa de Lauren, ella también lo debió haber notado-
- ¿Tiene calor? Se ha puesto colorada
- ¿Eh?...No, no- movió sus ojos en todos los lugares como solía hacerlo cuando los nervios la invadían- ¿Por qué llegas a esta hora ?¿Tus compañeros?
- Uh, volvió a ser la mala. No lo sé. No soy la niñera de ninguno.
-No soy mala, Lauren- habló ella con tristeza por la manera en que la chica la había tratado- Pero no me gusta que lleguen tarde- le dijo cuando Lauren pasó a su lado. Se golpeó mentalmente cuando sus ojos la escanearon sin pudor de arriba abajo- No me hagas repetirlo otra vez. Quítate el gorro y recógete el cabello- después de que la chica lo hiciera, ella le sonrió- ¿Cómo estuvo tu fin de semana?
- No necesito que alguien sea cortes conmigo. Mucho menos usted. Ahórrese las preguntas- le dijo al ver como sus amigos comenzaban a entrar.
- Buenos días- saludó Camila recibiendo solo un gesto cordial de Weasley.- A tu lugar, Keaton- lo detuvo ella cuando vio que el chico caminaba hacia Lauren-
- Solo le daré algo a mi novia y me sentaré- dijo él sin voltear a verla y llegando hasta Lauren-
- Cosas de novios, o como quieran llamarlo, afuera de mi clase- dijo Camila con seriedad observando detenidamente como Keaton le entregaba un sobre a Lauren- Stromberg, siéntate ¿O quieres una invitación?
- Aquí vengo, aquí vengo- respondió él arrastrando su mochila y sentándose en su lugar. Camila observó por última vez a Lauren guardar el sobre en su mochila y volvió a hablar- No quiero que vuelvan a llegar tarde. Les pondré media falta si eso sucede.
- ¿Y?- preguntó Drew levantando sus cejas de manera sugestiva-
- Y, cada tres medias faltas, un ausente.
- Aun no le veo el problema- la desafió Lauren acomodando sus codos sobre su mesa y su cabeza entre sus manos-
- El problema, señorita Jauregui- dijo Camila caminando entre las mesas de sus alumnos- es que, si a fin de año tienes un 50% de faltas, reprobarás mi materia
- ¡¿Qué?!- gritaron todos. Todos los años ellos tenían más faltas que presencias y nadie les decía nada
- ¡Eso no es verdad!- aseguró Lauren. Camila se acercó a su banco, puso su brazo sobre la mesa y bajó su vista hasta la castaña-
- Es muy cierto, señorita. Bien- carraspeó su garganta al sentir el aliento de Lauren bufar contra su nariz- Les voy a hacer una pregunta y todos responderán
- ¿Sobre números?- preguntó Keaton asustado-
- Esta clase es de literatura, Stromberg- le dijo ella deteniéndose frente al pizarrón- ¿A quién le gusta bailar?
- ¿Bailar? ¿Algo especifico?- preguntó aquella chica que siempre vestía a la moda-
- Bailar- aseguró ella con una sonrisa-
- Pues a mí- respondió la misma chica-
- A ti... eh...
- Allyson
-Allyson. Bien, haré una lista- giró para escribir en el pizarrón. Su mandíbula se tensó cuando Drew silbó sin problemas- Allyson, bailar ¿Alguien más?
Cuando volteó, todos estaban observándola raro. Ella flaqueó un momento pensando que no les gustaría la idea de acercamiento con ellos, pero alzó su rostro con orgullo deshaciendo la idea.
- ¿Escribir?- volvió a preguntar. Niall levantó la mano inseguro y de manera lenta, ella giró, escribió con letras grandes escribir, lo subrayó y abajo puso el nombre del chico- ¿Tocar instrumentos?-
- Solo Drew sabe hacer eso- levantó Drew sus dos brazos. Ella repitió la escritura pero con la nueva categoría y con el nombre del chico- Anote a Zayn, el también toca bien la guitarra- recordó Drew al chico que se reincorporaría el miércoles. Camila asintió y anotó su nombre-
-¿Cantar?- recordando la manera en que se cruzó con Lauren minutos atrás, sus ojos se fueron directamente a la chica y se clavaron en ella esperando ver su mano levantada. Sin embargo, el resto que aun no había anotado su nombre lo hizo- Cantar- susurró de mala gana escribiendo en el pizarrón- Stromberg, Weasley, Dinah- volteó un momento a ver a Normani, cuando la chica dijo su nombre, regresó a escribirlo- Y Normani... ¿Y tú, Lauren?- le preguntó a la castaña después de palmear sus manos para quitarse el polvo de la tiza-
- Usted es profesora de una materia... ¿Por qué está preguntando esas estupideces?
- ¿Te parece estúpido las actividades que a tus amigos les gusta? - Preguntó Camila orgullosa porque Lauren mordía su labio y esquivaba su mirada-
- No dije eso. Dije que debería mantenerse en el área que le asignaron. Para eso hay un club, si a nosotros nos gustara nos inscribiríamos en él ¿no le parece?
- Me parece... Nial ¿por qué no te anotas en el club de artes? - las miradas de todos su compañeros se fueron hacia él. Todos sabían la respuesta pero a todos le daba vergüenza decirla- ¿Y tú, Normani? - La chica dejó de pintar su cuaderno un segundo y, luego de mirarla de reojo sin responder, volvió a lo que estaba haciendo- Se lo del Club de canto, se que necesitan un buen promedio para entrar allí y aquí nadie lo tiene
- ¿Viene a recordarnos lo inútiles que somos?- Camila retrocedió un paso al ver el enojo en la cara de Lauren al hacer la pregunta. Retrocedió otro cuando la chica se puso de pie- ¿Viene a refregarnos su diploma de niña inteligente que sus papis le pagaron sus estudios en las mejores Instituciones?... Viene aquí y nos pregunta que nos gusta, eso no son nuestros gustos, señorita dinero, esos son nuestros sueños. Queremos irnos de este patético pueblo con un titulo en la mano ¿cree que lo tendremos? ¡Pues no! Cowell ya nos no lo dijo, "ustedes son unos perdedores"- escupió con dolor lo que el director solía repetirles cuando una nueva profesora los dejaba en medio de una clase- ¿Y qué pasa con los perdedores? Nadie voltea a verlos a menos de que sea para burlarse de ellos... de nosotros. ¿Cree que su vida es difícil porque debe viajar de un lugar a otro para dar una estúpida clase? ¿O por qué el viernes recibió un granizado? ¡Eso es lo que nosotros vivimos por tres años! ... "Salón especial"- imitó Lauren la voz de Cowell- somos especiales entre nosotros, nadie de afuera va a venir a decirnos lo que debemos hacer. Nadie
- ¿Y yo tengo la culpa?- preguntó Camila de la nada acercándose a ella- ¿Tengo la culpa de que te sientas de esta manera? Tu- le rozó el pecho con uno de sus dedos obligándola a sentarse- tu no eres más que una niña que cree está pasando por el peor momento de su vida. ¿Sabes cuál va a ser el peor momento de tu vida? Toda la vida- respondió sin dejar que alguien, o la misma Lauren, la interrumpiera- Lamento si has tenido que pasar por algo, pero yo también tuve lo mío.
- No hable de mí, porque no me conoce
- Y tú a mí. No me juzgues por un auto, o un titulo, porque eso no hace a mi persona. Ahora, saca tu cuaderno y escribirás, al igual que todos- agregó dando un vistazo general-los que voy a dictarles.
- Espero no volver a verla nunca más
- ¿Qué dijiste?- volteó Camila pero Lauren preparaba su mochila, volvía a dejar su pelo suelto y tomaba su gorro de arriba de su mesa- ¿A dónde crees que vas?- deseaba tomarla del brazo e impedirle la salida, pero tenía prohibido contacto físico con sus alumnos sin importar la situación-
- Esta clase acabó para mí- dijo Lauren azotando la puerta logrando que la cortina de la ventana se moviera más rápido de lo normal-
Cuando Camila iba a tomar la tiza y continuar, Drew se levantó, acomodó sus cosas y, sin siquiera mirarla a los ojos, siguió el camino de Lauren. De a poco, el resto fue haciendo lo mismo.
Ella golpeó su espalda contra la pizarra y cerró un momento sus ojos. ¿Qué había hecho mal?. Se había pasado todo el sábado y parte del domingo encerrada en su departamento solo creando ideas para adaptarse al ritmo de los chicos; había comenzado con preguntas para separarlos en categorías según sus gustos y así armar algo similar a un Club de canto. Pero todo se fue al piso violentamente cuando comenzó su discusión con Lauren. No tendría que haberlo hecho.
Ella tenía 22 años, supuestamente era la madura del salón al que todos debían ver como un apoyo . Pero es que Lauren la sacaba de su tranquilidad, de su burbuja personal que nadie lograba entrometerse invadiéndola ordinariamente. Negó con la cabeza, lo mejor iba a ser buscar a Lauren en los pasillos y disculparse con ella.
'Tonta, Camila'- se dijo a si misma dándose un golpe en la frente. ¿Y si realmente Lauren había pasado por algo malo en su pasado y ella solo se lo recordó? Ni siquiera le dio tiempo a que le respondiera cuál era su sueño, porque la misma chica le dejó en claro que gustos y sueños eran completamente distintos. Había avanzado un paso cuando la vio con los auriculares puestos minutos atrás y ahora retrocedido cien.
' ¿Qué hago?- se preguntó a si misma. Cuando iba a responderse, Cowell entraba al salón con la respiración agitada.
- Señorita Cabello... su auto.
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Lenguaje del Amor (Adaptación Camren)
Fiksi PenggemarCamila Cabello es la nueva profesora del McKinley. Lauren Jauregui, su alumna menos aplicada. Esto es solo una adaptación. Todos los derechos al autor/a, la historia original se encuentra en: https://www.fanfiction.net/s/8934270/1/Lenguaje-del-Amor