28. Verdad.

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La tarde antes me quede un rato a solas observando de nuevo su mapa y repasando el plan que me habían asignado, al día siguiente saldríamos a combate y yo no había descubierto aún nada de Anshar cuando preguntaba simplemente me daban escudas para no responder, uno de ellos incluso me dijo que preguntaría por él en los archivos de bajas, cosa que me preocupo pues no había pensado en eso, sería tan fácil colocarlo en la lista de los que murieron en batalla y luego mostrarme simplemente su cuerpo herido, pero yo sabría la verdad y sabría que fueron ellos quien lo acabaron, así que no creía en esa posibilidad.

- Has estado tan ocupada estos últimos días - escuche la voz de Mirto entrando a la sala - te extraño...

No dije nada y corrí a saludarlo, busque de inmediato sus labios y los junte con los míos yo también lo extrañaba demasiado y no quería dejarlo a un lado pero tenía razón tenía el tiempo limitado, la gente me presionaba para ir o venir a algún lugar en específico.

- No quiero que pienses mal de mí - dije aferrándome a sus brazos - también te eh extrañado como no lo imaginas, pero estoy tan cerca... - no pronunció palabra por un buen rato. - que sucede Mirto, sabes que puedes decirme.

- Solo que he pensado mucho este par de días, en ti y en mí y en Anshar...

- Qué has pensado - me coloqué de frente a él, se mordía el labio inferior y no me sostenía la mirada.

- Qué pasará cuando lo veas, qué sentirás por él...y si el sentimiento por él es más fuerte...sé que te dije que aceptaría lo que decidieras y así será pero no te prometo poder dejarte ir, al menos no de mi. - por fin me miró a los ojos - entiendo que el hilo que te une a él es fuerte, lo has conocido de tantos años y es obvio que lo que sientes por él podría ser aún más sólidos que lo que sientes por mí, pero yo, lo que siento por ti Disen  es algo tan grande que no lo podría contener de no tenerte conmigo y eso es lo que me asusta, en serio quiero que seas muy feliz lo mereces pero no voy a mentirte, no podría verte a su lado y seguir adelante como si nada de esto hubiera sucedido, como si no hubieras existido, como si no te amara.

- No pasará eso - buscaba las palabras que pudieran darle alguna esperanza y es que yo tampoco sabía lo que iba a suceder, no pensaba en eso solo quería que Anshar  estuviera bien y ya, poder volver a lo que tuvimos, ser los amigos que fuimos, pero si me buscara, si él quisiera algo más conmigo, entonces yo no sabría qué hacer por qué ahora Mirto estaba a mi lado, y no solo por eso sino por lo que representaba en mi vida, no era un simple chico al que podría olvidar, además no quería eso, yo quería seguir con él, no veía la vida sin su presencia junto a la mía, pero ahora no quería pensar en eso, si representaba un conflicto lo resolvería cuando todos estuviéramos fuera de Mentium y lejos de Jedite, entonces ya podría dedicarme averiguar sobre mis sentimientos por lo pronto solo quería reconfortar a Mirto, que me sintiera, lo necesitaba demasiado y sentía que él me necesitaba a mi. - estaré contigo...

Volví a besarlo, me gustaba la sensación de sus labios en los míos y de sus manos entre las mías, cenamos juntos y a solas en una de las oficinas del embajador así nadie nos pudo molestar pero en cuanto nos despedimos empecé con algo más que debía hacer y lo cual no le dije nada a Mirto, aunque tenía planeado decirle pero si lo hacía antes quizá no me dejaría hacerlo. Llegue hasta la habitación de Jean que ya me esperaba fuera y me entregó un pequeño frasco con un líquido transparente, algo llamado          << snit >> que provocaba un sueño profundo al momento de entrar al torrente sanguíneo, convencida de lo que tenía que hacer lo tome, pase por la cocina antes de llegar al lugar indicado y busque una de las botellas del vino de mesa que habíamos bebido esa tarde en la reunión y con la mano libre sujete un par de copas de cristal que tintinearon al tomarlas, los dos jóvenes que se encargaban de la cocina me miraron pero como eran chicos de Accordian volvieron los ojos al piso en seguida y me dejaron marchar sin decir nada, yo seguí adelante, apretaba los labios tratando de cubrir el temblor y caminaba más aprisa cada vez por temor a ser vista por alguien más.

Storm song. Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora