XLIX

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HOT. Camila.

Ya en la euforia de "Palladium ", Anna y yo vamos a buscar más personas para pasar el rato. De un momento a otro nos encontramos con un cuchito, nos sentamos junto a él y hablamos.

- ¿Cómo te llamas?- le pregunta Anna gritanto.

- Alberto.

Me río por un segundo e internamente, me esperaba algo de Texas o esas cosas, pero no, se llama Alberto, tal vez Alberto Gonzales.

- ¿Ustedes?- nos pregunta, Anna y yo nos miramos y reímos. Se perfectamente que hacer.

- Me llamo Klamidia, mucho gusto.-mi acento hispano sale a la luz, le tiendo la mano y la toma, la lleva a su boca y le da un beso. Que asco.

- ¿Cómo estás, Klamidita?- el acento ranchero le recorre toda la voz. Carcajeo a más no poder.

- Yo... soy Mara...Auciladora.- esta vez no puedo parar de reír. Primero porque Anna no sabe hablar español, y se le sale el acento americano. Segundo, el nombre... probablemente quizo decir: María Auxiliadora.

- Bueno pues, niñas, ustedes están muy bonitas...- y de nuevo el acento ranchero, se le sale lo mexicano.

- ¿Qué fue lo que dijo..., Klamedia?- pregunta en ingles y río por como pronuncia mi "nombre".

- Que somos bonitas.- le respondo.

- Dile que él es feo.- suelta y coje una botella de whisky que se encuentra en la mesa donde Alberto está sentado.

- Que le caes bien. - le digo en nombre de mi compañera.

Seguimos hablando con Alberto y de un momento a otro, Perrie aparece agitada detrás de nosotras.

- Debemos irnos.- nos ordena, nos despedimos de Alberto y nos paramos de allí.

-Antes de nada, lamento haberlas sacado de allí, pero Luke está mal. Vengan conmigo.

Caminamos tras Pezz hasta el baño de mujeres, Luke está tirado en el suelo y junto a él una señora que le brinda aire con la mano. Ayudamos a levantarlo e intentamos arrastrarlo hasta el auto, pero no podemos.

- Ire por ayuda.- digo, suelto a Luke y salgo del baño en busca de un guardia de seguridad.

Cuando lo encuentro, me acerco un tanto acelerada.

- ¿Podría ayudarme?- lo cojo del brazo.- Tengo un problema en el baño.

Me sigue hasta el baño de mujeres, y al ver a Luke tirado en el suelo, se asusta. Después de que Perrie le explicará porqué está en el suelo, se lo cuelga al hombro y lo saca de allí con nosotras detrás de él.

- ¿Quién va a conducir?- pregunta Anna.

- Tu.- le respondo.

- ¿Por qué? Tomé bastante.

-Yo las llevo.- quien estuvo cuidando el auto se ofrece, y no nos oponemos a ello.

***

Al llegar a casa, me siento un poco cansada. El chofer se ha ido y Anna me ha ayudado a salir del auto.

- ¿Segura que puedes tu sola?- Anna se asegura de ello.

- Sí, no hay problema. Si lo hay, me quedo a dormir aquí.

-¿En el suelo?

-¿Por qué no?

Nos despedimos de Pezz y vamos dentro de la casa, agradezco que Anns y yo durmamos en el mismo piso, y mejor aún, nuestras habitaciones están cerca.

***

Anna me tira a mi cama y me rio. Ese es mi problema cuando estoy borracha, me canso en nada y me río por todo. Me quita los tacones y el vestido, dejandome solo en ropa interior.

Ella también se quita la ropa, pero solo el vestido. Esos tacones van a estorbar. Va a la puerta, me menea el culo y cierra, con llave.

Vuelve y ahora mueve la cintura como Shakira. Se para frente mi, me reclino para poder verla y me apoyo en mis codos, se mueve como toda una diosa; será la próxima Beyonce, yo lo sé.

Pone uno de sus tacones en la mitad de mis piernas, impulsándome para que se los quite, hago la acción y me pasa el otro. Me siento excitada de sólo verle los pies, me convertiré en una acosadora.

Quedamos igual, nuestro nivel de desnudes es el mismo. Se lanza sobre mi sin hacerme ningún tipo de presión, sólo para poder besarme. Besa muy bien, su boca se abre a una medida muy moderada, ni tan pequeña o grande, utiliza la lengua de igual manera, no tanto pero la usa y no la mete tan adentro, pero la mete.

Me siento genial, tal vez enamorada, soy una enamorada... Me río en el beso, se siente tan bien...

-Si me permites.- se separa, sale de la habitación, va a su habitación y en menos de un minuto, vuelve. Un cinturón con un consolador pegado, cuanto adoró esos juguetes.

Lo deja a un lado, volvemos a la posición anterior pero esta vez, Anna me baja lentamente las bragas, e ingresa unos de sus dedos en mi zona más sensible. Esto es excitante, especialmente porque no despega sus labios de mi.

Sigue moviendo los dedos, hasta que la agarro del cabello para que sepa que quiero otra cosa, lo entiende pero al mismo tiempo no. Cambia lo que hace, pero lo hace por un oral, y no para que utilice el juguete, pero no me quejo.

Sus labios se deslizan por toda mi anatomía, dandome excitación a un gran nivel. Cuando llega a mi clítoris, lo succiona fuertemente, me sorprende su fuerza bocal. Gimo, una y otra vez. Ahora su lengua se encuentra dentro de mi vagina, la saca y mete, traza círculos con ella, lame y...sin darme cuenta, me estoy corriendo en su boca.

La sensación es indescriptible, como la mayoría de mis orgasmos. Ella absorbe mis jugos, eso es mucho mejor. Me besa, y siento el sabor de mi vagina en su aliento, no sabe tan mal.

Me acomodo, la cojo de las caderas y la siento encima mío.

-Oye, ¿Me prestarías tu juguete?- pregunto coqueta.

-Claro, ni tienes porqué preguntarlo.- me besa y busco el cinturón con una de mis manos.

Cuando lo encuentro, me separo de Anna y me levanto de la cama, me pongo el cinturón y hago que Anna se ponga en cuatro, cuando me da el culo, me posiciono justo como los hombres hacen y meto el consolador de a poco.

-¡Hazlo ya!- pide alterada.

Le obedezco y entro en ella, bueno,el consolador. Muevo las caderas adelante y atrás; yo no siento nada, pero escucharla gemir es suficiente. Le doy nalgadas duras y suaves, gime aún más duro. Con mi otra mano, la meto en el cinturón y acaricio mi clítoris, así está mejor.

Cuando se corre, se aferra a las cobijas de la cama. Ha sido un orgasmos fuerte, noto que las piernas no le responden. Cae rendida en la cama, se gira para mirar el techo.

-Ven, vamos a dormir.- me ofrece y le hago caso, pero antes, me quito el cinturón.

Al sentir la textura de la cobija me relajo, no sé exactamente de quién de las dos es esta habitación o siquiera si es de alguna de las dos.

Anna se recuesta a mi lado y me coge de la cintura, me hace un pequeño masaje y eso me relaja aún más. Sin darme cuenta, sus manos ya no se encuentran en mi espalda si no en mi vagina.

-Creo que te debo algo.- me dice en el oído y acto seguido, me muerde y lame el lóbulo.

Gracias a que estamos en cucharita, tiene una mejor entrada a mi feminidad y la aprovecha para hacerme gemir. Comienza con un dedo y cada vez que la dilatación es mayor, aprovecha para meterme más dedos; llega hasta los cuatro, me abre de piernas y con su mano bajo mi pierna izquierda intenta meterme todo el puño. Duele un poco, ya que, pude y puedo probar todos los sabores de penes pero nunca uno tan grande como del tamaño de un puño.

Cuando lo logra, va metiendo de a poquitos el brazo, y cuando concidera que ya está, saca y mete su brazo, los movimientos son fuertes y, me hacen sacudir y gemir. Al sentir el orgasmos, cojo a Anna de su mano libre que se encontraba acariciando mi pezon y la apreto.

Saca el puño de mi, me hace lamerlo y en definitiva, el flujo no sabe tan mal.

"La Casa Sexual" ~> 1D, 5SOS, 5H, Little Mix. [+18]™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora