Elemental Masters y La Espada kaos

Destino Maldito

-Vámonos, aprovechemos que están concentrados en la lucha.

Lian me tomo de la mano y me guió a la salida, no me opuse, ya lo habiamos planeado asi.Sin embargo me costaba alejarme de mi primer amor.

Lamente haberme girado justo cuando Agustín era atravesado por la magia de La Profe.Me detuve y estuve por ir a verlo, pero Lian me detuvo.

-No me ire sin ti, pero si pretendes arrepentirte ahora y no huir conmigo, me perderás para siempre, vuelvo a preguntarte, ¿te quedas con él o te venis conmigo?

No podia seguir jugando con ambos, me aferre a la decisión ya tomada y salimos de la ciudad.

Amo a Lian, me costara arrancar de mi corazón a Agustín pero si de algo estoy segura es que la única forma de poder hacerlo es no verlo nunca más.

No se adónde me lleva, tampoco creo que él lo sepa, estoy convencida que después de verme besar con Agustín solo quiere tenerme lejos de Liroy, aunque me duela se que estoy haciendo lo correcto.

Desde que entramos al juego siempre me sentí perdida, es la primera ves que entro al mundo virtual y termina siendo una carcel.

Siempre al margen de todo, soy una inútil, no sirvo de nada, merecía morir aquella noche donde aparecieron los jugadores rojos o mucho antes cuando recién comenzaba este juego que nos atacaron los lobos.

Es irónico que Lian, la persona que casi termina con mi vida sea ahora la que me da una razón para vivir.

Me ama y me lo demuestra día a día, por mas que sienta cosas por Agustín sin Lian no tendría sentido nada de lo que proponga hacer, el es todo para mi.

-Estamos rodeados- Lian se detiene en seco, miro a los alrededores no veía a nadie, solo árboles.

-No hay nadie amor, ¿estas seguro? - Lian hace aparecer su arco y dispara a un árbol a lo lejos haciendo caer a un encapuchado, el miedo penetro profundamente en mi ser, tenia una "Z"en el pecho, era del escuadrón de la muerte.

Maldito bosque, siempre tiene que pasar algo cada ves que me encuentro acá.

De los árboles salen al descubierto mas jugadores rojos, al contar unos 15 perdí la cuenta y seguian apareciendo, todo un batallon.

- No se resistan si no quieren morir, vendran con nosotros, hay una persona que se pondrá muy contenta por este hallazgo.- Lian me mira con resignación.

-No nos queda más opción que ir con ellos, son demasiados y nunca pondría en riesgo tu vida. - No podia tener tanto miedo, yo solo quería reiniciar mi vida tranquila con Lian a mi lado y ahora seríamos en el mejor de los casos rehenes de unos desquiciados.

Se nos acercan y nos colocan unas esposas de luz oscura, todos llevaban tapados del mismo color.

Lian me había explicado que los grises no tenían habilidades mágicas, si aunque sea supiera pelear quizás Lian se hubiera atrevido a hacerles frente, nuevamente odie ser tan inútil.

-¿Adonde nos llevan? -me paralice de terror al escuchar la respuesta, rogaba por dentro que no sea cierto, intento matarme solo por el hecho de haber estado con Agustin, aún le temia cada ves que la recordaba.

El destino no me dejaba olvidar el peor momento de mi vida, ahora si estaba perdida, era mi fin.uno de los encapuchados se rio al mirarnos.

-Velo nocturno nos dará una gran recompensa por ustedes.