Elemental Masters y La Espada kaos

Narela y Fiorela

-Atacar seria suicidio que no lo entiendes.

-Pero Narela tenemos el factor sorpresa podemos rescatar a esos chicos.

-¿acaso no lo ves ?, hay mínimo 20 asesinos, no podemos vencerlos, además Maximo dio la orden de seguirlos nada más.

Mi hermana tan bondadosa, solo piensa en salvar a esos chicos.Siempre fue así, acá y en el mundo real también.

La quiero pero a la ves la detesto tanto, siempre la insensible, la mala de la película soy yo. No me agrada nada tener esta misión con ella.

Siempre me opaca, Fiorella es más fuerte y rápida que yo, tiene habilidades mágicas, usa las armas mejor que yo y para colmo todos los chicos están atrás de ella.

-Lo siento hermanita, no puedo quedarme a mirar sin hacer nada.

-¡Fiore espera!- Maldita estúpida, tendré que seguirla.

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Lian estaba en la otra carreta, por algún motivo nos separaron, viajaba con otros prisioneros, temía por mi vida, ver a la ex de Agustín de nuevo me daba un miedo terrible.

¿ De que ciudad son ustedes? - un niño de unos 13años pregunta nervioso. Todos son de la misma ciudad de Capriz excepto Lian y yo.

-De Liroy, pero no estábamos allí, nos atraparon en el bosque.

-Tuvieron suerte, Capriz fue tomada a la fuerza, perdí a mis amigos, muchos murieron. Lo siento no me presenté, me llamo Lucas.

-Soy Ailen, me hubiera encantado conocerte en otras circunstancias.

- Escuche que Capriz no fue la única ciudad atacada.- El que hablaba era un señor, el primero que vi hasta ahora, se me hace raro que una persona tan avanzada en edad estuviera en un juego.

-Escuché el rumor, también pude oir que nos capturan para tenernos de esclavos, la peor parte se la llevan las mujeres.

-¿Que hacen con ellas? - la respuesta me aterrorizo aún más de lo que estaba.

-¿Tú que crees?, las usan por placer, estos tipos matan, son capaces de todo ...lo siento.- Lucas pide perdón al ver el miedo en mi rostro.

Me arrepiento tanto, nunca debí haber dejado a Agustín, ni alejarme de Liroy, entre a este mundo con El, y a su lado debí quedarme.

Ahora terminaré muerta, o violada, o ambas, estoy desesperada, tengo miedo, estoy asustada, por favor, Agustin, Lian, Erin, alguien, ¡que alguien me salve!.

-¡Fuego! ,¡ cuidado! , ¡nos atacan !- inmediatamente después de los gritos la carreta volcó producto de una explosión.

Al tener las muñecas encadenadas el impacto y la caída me hicieron mucho daño, uno de los encapuchados me levanta bruscamente y me junta con los demás prisioneros que al igual que yo fueron víctimas del choque.

Al costado del camino disparaban pequeñas pero peligrosas esferas de fuego, no eran mas grande que mi puño pero venian como balas.

Todos los jugadores rojos fueron en busca del amenazante peligro, excepto 4 de ellos que se quedaron custodiandonos.

Lian se acerca a mi y agradezco a dios volver a verlo, de alguna forma su presencia me daba algo de tranquilidad en medio del caos.

Éramos 7 prisioneros, pero con estas cadenas no podíamos intentar nada, era lamentable ya no se veian a los otros que se perdieron de vista hace minutos.

Mientras todos mirábamos hacia el origen del ataque, detrás nuestro alguien llegó en nuestra ayuda.