El estruendo hizo temblar las paredes de la celda, le dije a Milita que volvería pronto y salí con prisa para ver que sucedía.
Al salir veo como varias casas ardian en llamas, varios chicos incapacitados y al oír la campana de la iglesia supe que estábamos bajo ataque.
El enemigo se encontraba en la plaza de la ciudad, pero al llegar observó que es sólo un jugador y lo más llamativo, no tenía la marca roja que distingue por obligación a un asesino.
Al encontrarse en zona neutral, no existía riesgo de muerte, por ese motivo podía verse a todo ciudadano de Liroy enfrentándolo.
Sin embargo eran incapacitados con suma facilidad, era un hechicero fuego, aunque era notorio que no necesitaba su magia para defenderse.
Erin se hace presente junto con Carlos y otros chicos, era nuestro turno de atacarlo.
Junto con mi amiga avanzamos a toda velocidad haciendo aparecer nuestras armas, Carlos y los demás usan ballestas pero ninguna de sus flechas penetran en la armadura del agresor.
Dos chicos se unen a la pelea cuerpo a cuerpo, ahora los cuatro lo alcanzamos de diferentes direcciones, su armadura resiste todos nuestros ataques ,no puede esquivarlos, sin embargo su espada derrota a Erin y a uno de los chicos con un solo movimiento.
Me alejo y con suerte esquivó una estocada por centímetros, por más lento que sea no podría resistir uno de sus golpes.
Cuando me preparó para un nuevo ataque, lo veo apuntarme con ambas manos, salto en el mismo momento que una rafaga de fuego pasa por debajo mio.
-¡Lluvia de cristal!.
La magia de La Profe me dio de lleno en la espalda antes de siquiera tocar el suelo, dejándome incapacitado.
Cuando levantó la mirada, me encuentro muy cerca del enemigo, el ataque iba dirigido hacia el y yo sin percatarme me interpuse aminorando el daño.
Aún así el ataque destruyó la armadura del agresor, La Profe me mira en señal de odio, ya conocía de memoria esa mirada, el enemigo comienza a teclear su brazalete y se equipa con un uniforme militar completo, algo que me extraña, se supone que este mundo esta ambientado en la edad media, ¡los militares no existen!.
Desde el suelo veía la batalla sin poder creer lo que sucedía, ambos tenían una fuerza inalcanzable, La Profe intenta alcanzar al enemigo con decenas de hechizos hielo-agua pero Este los esquiva o los detiene con facilidad, así mismo el militar mientras corre de un lado a otro despliega llamaradas y otros tipos de magia pero no surte efecto en la hechizera agua.
Increíble ver que existen jugadores al nivel de La Profe, ni siquiera Bella había podido hacer algo contra ella y eso que es la asesina más buscada del mundo, de este mundo claro esta.
Viendo que sus hechizos no consiguen hacer mucho daño ambos hacen aparecer sus espadas y el ruido de sus filosas hojas al chocar podrian escucharse hasta por fuera de la ciudad.
El traje azul marino que normalmente suele usar La Profe queda reducido a sólo unos trapos que con esfuerzo pueden esconder su piel pálida, muy por el contrario el militar no tiene un sólo rasguño.
Ella hace aparecer una armadura de color celeste con bordes blancos, seguido de un bastón hecho completamente de hielo.
-¡Neblina!.
Del bastón comienza a expandirse con rapidez una niebla que en segundos lo cubre todo, a pesar que estaba a metros del enemigo pronto se fusionó con la gran nube blanca que todo lo cubría, con suerte podía ver mis propias manos.
-Que la frialdad de mi ser ponga fin a todo enemigo que en su ignorancia se atreviera a enfrentarme...
Escuchaba la voz de La Profe provenir desde la misma niebla, como si estuviera susurrandome al oído.
-Que las aguas tranquilas de todos los mares me presten su abundante fuerza y se vuelvan sólidas como mi voluntad de vencer...
Forzaba la visión sin resultado, sólo blancura, tampoco podía oírse algo más que lo que recitaba La Profe, mi incapacidad aún no terminaba así que sólo me quedaba esperar en el suelo para saber que sucedía.
-¡Magia elemental definitiva revelate!, ¡Rayo Hielo!.
~~~~~ ~~~~~ ~~~~~
Entramos en la alcantarilla segundos antes de que la luz enceguesedora de mi amiga se apagará, hicimos silencio por minutos, que luego se hicieron horas, se escuchaban a los rebeldes encima nuestro furiosos por perdernos de vista.
-Estos túneles no son muy peligrosos, pero a oscuras intentar recorrerlos solo haría que nos perdiesemos, aqui dentro es como un laberinto.
Yiyu conocía este lugar, no quedaban dudas de eso, pero aunque nos haya ayudado a escapar no confiaba del todo en el.
-Todo esto es por tu culpa, me usaste para llegar a mi hermano, lo usaste a él para ingresar a este juego estúpido, me siento una idiota, crei que nuestra amistad era sincera.
Andrea se me arroja encima y me aprieta el cuello, entre tanta confusión no recordada que tenía que explicarle tantas cosas.
- ¡Soltala! , veo que se conocen pero si hay alguien que no debería estar acá eres tu, estoy seguro que cuando nos descuidemos nos traicionaras entregándonos a tu líder, te vi todo este tiempo ayudando a Velo Nocturno.
Yiyu empuja a mi amiga para que no me hiciera más daño, la miro desconcertada, ¿Andrea del lado de los asesinos? , puedo entender que en el mundo real ellas eran cuñadas, pero aún así no cabía en mi la idea de que eso sea cierto.
-Ahora la defendes Brad , deberías agradecerme, si no fuera por que te libere de la oscuridad de tu collar podrías hasta haberla asesinado.
Los tres nos miramos y un silencio incómodo siguió después de ese comentario, no entendía nada, pero al ver sus rostros comprendía que ellos no estaban mejor que yo.
-Les propongo algo, que cada uno exponga su verdad, si para el amanecer seguimos sin confiar en el resto tomaremos caminos separados.
Después de decir eso, nos sentamos en ronda, espero que todas mis dudas sobre ellos desaparezcan, necesito su ayuda para salir de acá y buscar a Lían.... Lían, si supieras cuánto te necesito.
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Elemental Masters y La Espada kaos
Science Fictiontu juego online preferido puede ser tu mayor pesadilla