Raúl continuaba en la sala de pruebas mientras mamá, Álvaro y yo permanecíamos sentados fuera. Finalmente, tras un rato de espera, el doctor salió.
-Podéis estar tranquilos. Raúl ha quedado ciego, pero sólo temporalmente. Al parecer, ha sufrido un golpe en la zona del cerebro que controla la vista, lo que le ha provocado la pérdida de la vista. Creo que estará ciego como máximo tres semanas.
La tranquilidad llegó de nuevo a mí. Abracé a mi madre y posteriormente a Álvaro.
-¿Podemos entrar a verle? -Pregunté al doctor-.
-No, en su estado actual es mejor dejarlo sólo.Dicho esto me desilusioné un poco. Al final, sólo mi madre pudo entrar junto con mi abuela, la cuál había sido traida por mi padre hacía unos minutos. Mi padre se quedó abajo en la cafetería. No subió a preguntar siquiera por Raúl. Sí, sus peleas habían llegado hasta ese punto. Al final me tuve que ir para mi casa sola. Esa noche tendría que pasarla sola, ya que mi madre se quedó en el hospital, junto mi padre y mi abuela. No quería quedarme sola bajo ningun concepto en mi casa, así que llamé a Paula para que viniese a mi casa a dormir.
Esa noche comenzó bien. Aunque no tenía lo que se dice muchas ganas de nada, tener a mi mejor amiga conmigo me ayudó mucho a desconectar. Eran muchas cosas extrañas las que habían pasado esa semana. De alguna forma, ese mensaje no salía de mi cabeza. Igualmente con ese sueño. Sobre las 2 de la madrugada nos acostamos a dormir. Al día siguiente era domingo, así que nos pudimos acostar tarde. Rápidamente nos dormimos.
Todo fue bien hasta aproximadamente 2 horas después. Un golpe ronco me despertó. Me senté sobre la cama confundida. Paula estaba dormida profundamente. No le di más importancia. Me tumbé en la cama e intenté dormir de nuevo. Por slguna razón no podía. La respiración de Paula sonaba plácida y tranquila. Yo seguía despierta mirando al techo. De repente, otro golpe volvió a sonar. Me decidí por ir a investigar lo que era. Bajé las escaleras despacio y miré por toda la planta baja para ver si encontraba algo. No había nada, por lo que ya de vuelta en mi cama, estaba más tranquila. De pronto, un susurro que decía mi nombre me provocó un escalofrío. Giré mi cabeza hacia el lado en el que estaba Paula. Paula no estaba ahí. Sentí que se me volvía a descomponer la barriga. Me asomé para ver si se había caido de la cama, y de pronto, ella apareció. La chica de mi sueño. Se abalanzó sobre mi gritando y comenzó a estrangularme con sus propias manos. Notaba que un líquido caía sobre mi cama. Un líquido que pronto percibí que se trataba de sangre. Sus frías manos me apretaban la garganta con tal fuerza que sentía que me iban a explotar los ojos. De pronto, todo acabó. Desperté sobre mi cama. Paula, asustada, se encontraba a mi lado llorando. Todo hubiera quedado en una anecdota si no hubiera sido por que unas marcas de unas manos gigantes estaban por toda mi garganta, como si alguien me hubiese extrangulado de verdad.
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El Mensaje: Primera Parte
رعب¿Qué tal si los mensajes en cadena de terror fuesen reales...?