Life With Boys (Jos Canela y Tu)

Capítulo 5

NARRA TN
-¿Pasó algo con Alan?-preguntó Bryan con dos paquetes de sushi en las manos. Uno para él y uno para mi.
-No-dije pensando mucho en decir esa palabra.
-Conozco tus gestos, sé que le advertiste algo. Tu mirada y tu dedo advertidor me lo hicieron saberlo-admitió
-Sólo que se llevó mi manzana y me dejó una pera-dije parte de la verdad.
-Bien.-dijo Bryan-Ya casi acabamos. ¿Ya te hartaste?
-¿Ves esta cara?-circule mi cara con un dedo-¿La ves? Bueno... dice que ya estoy cansada, que me despertaron de mi sueño de belleza y que necesito con urgencia dormir antes de que me ponga de <<mamona>> con ustedes.
-Sí. Sí sé cómo te pones cuando tienes sueño...soy tu hermano.
-Me has olvidado últimamente-pensé en voz alta. Para cuando me di cuenta ya había sido demasiado tarde.
-No te he olvidado-dijo antes de comerse un rollo de sushi california.
-Parece.-lo vi con tristeza en los ojos-No llamas, no me mandas mensaje...no te importa siquiera si sigo viva o que tal me bullean en la escuela.
-¡¿Te hacen bullying en la escuela?!-preguntó Bryan sorprendido.
-Tranquilo.-traté de sonreír-Sin un hermano que me proteja en la prepa me he acostumbrado a defenderme yo sola.-dije casi sin ánimo-En fin.-suspire-Cambiemos de tema-dije tratando de sonreír para hacerle ver a mi hermano que en verdad quería hablar de otra cosa.

Terminaron de grabar ya lo último de lo último para el single que tendrían y lo escucharon hasta que me obsesione con la canción. Nos fuimos a casa a descansar, ya que les había rogado que por lo menos me dejaran en la casa y después ellos se fueran a aventurar el mundo.

NARRA JOS
-¿Y bien Alonso?-preguntó de la nada Freddy sosteniendo un balón de americano en la mano.
-¿De qué hablas?-le respondió Alonso confuso de los demás.
-De __. Ayer te había dicho que estaba linda, tierna, dulce...-se detuvo.
-Ah ya...-dijo recordándolo todo Alonso-Es linda, lo admito, pero no es mi tipo.
-¿Y a ti Jos?
-Creo que ya sabemos la respuesta a eso-rio Alonso y todos le siguieron el juego.
-No sé porque se esmeran en decir que me gusta...ya les he dicho muchas razones por las que la detesto.
-Yo no creo que los dos tengan pensadas cosas negativas del otro. Es porque no se conocen del nada bien...-dijo Alan-A Freddy y a mí tampoco nos cayó bien la primera vez, después la fuimos tratando y vaya... es una mini Bryan. Y a todos nos cae bien él.

NARRA TN
Había llegado a mi cuarto y estaba lista para dormir, pero, a la lectura nunca se le dice no. Leí un buen rato uno de los libros que me había comprado Bryan. Y recibí un mensaje de Germán: Quería verme de inmediato. Según él quería abrazarme y decirle cuanto me quería y extrañaba. Habíamos decidido vernos el fin de semana en una fiesta que él haría en su casa.
Recapitule todo lo que había vivido el día de hoy y llegó un momento en donde lloré levemente porque le había dicho a mi hermano el oscuro secreto que mantenía desde secundaria: me hacían bullying por las pecas que tenía en la cara, por mi figura no tan entallada como las demás. Por ser talla siete de pantalón y no tres o uno. Había sido un milagro que Germán se fijara en mi. Él me había dicho que le encantaba verme estudiar, ver como me metía tanto en los libros y mi capacidad para los deportes. Me interrumpió el rechinido del piso laminado afuera de mi habitación. Alguien me estaba espiando.

-Buenas noches-dije en susurro para cualquiera que estuviera espiándome afuera de su puerta.
-Buenas noches Mouque-era mi hermano quien me había contestado y me había escuchado chillar hace unos instantes.

Los tres días que faltaban para mi segunda cita con Germán, se fueron rápidos, fugaces y lo mejor de todo era que no había tenido que lidiar con ninguno de los chicos, incluso con su hermano, que le hacía bromas pesadas de vez en cuando. Había visto películas y series en esos días. Y un día antes para el gran día, decidí decirle a mi hermano.

-¿A qué hora y en dónde?-preguntó mi hermano no tan convencido.
-Mañana, en la noche obviamente. Es una fiesta en su casa. ¡Por favor Bryan!
-Está bien-dijo Bryan sin tener de otra.
-¡Gracias, gracias, gracias, gracias!-me abalance a él llenándolo de besos.
-Te quiero antes de las doce ya en la casa. Ni una hora más.
-¡Sí, sí, claro! -dije alegre de que Bryan me dejara ir a la cita y no tenerlo que hacer a escondidas.