El Secreto Del Brillo Nocturno

Capitulo 12.- "Furia Blanca"

—Increible... —admiró Hipo en voz baja.

—Es un Furia Nocturna.... ¿Blanco? —preguntó Astrid.

Ambos se voltearon a ver sorprendidos... Obviamente tenian la esperanza de encontrar a otro Furia nocturna algún día, pero esto los dejó sin palabras.

Chimuelo, al darse cuenta de que aquel dragón no tenia intenciones de hacerle daño a nadie, lo liberó y se echó hacia atrás viéndolo fijamente. El Brillo Nocturno se volteó para levantarse del suelo, sacudió ligeramente la cabeza y volteó a ver a Astrid, luego dio unos pasos hacia atrás y se sentó en la nieve a mirarlos con curiosidad.

Nadie decía palabra... Se podía escuchar el viento que comenzaba a golpear la nieve con delicadeza.

Admirar a ese gran animal blanco era de por sí algo genial. Era increíble el parentesco que tenía con Chimuelo, claro, a excepción del color contrario.

Hipo no lograba articular palabra, en su rostro apareció una amplia sonrisa, dejo salir una risa de emoción y siguió admirando a aquel majestuoso dragón.

—Es... es Increíble —volvió a decir pasándose una mano por el cabello— Tal vez el ojo de dragón sí hacia referencia a él como un Furia Nocturna blanco. Al compararlo con una estrella lo llamaron "Brillo nocturno" —Se explicó más que nada a sí mismo.

Astrid concordó con él— Quizá no habían tenido la oportunidad de estudiar bien esta especie, por eso no daban más información sobre ellos.

Volvieron a verse y sonrieron por su acierto.

Después de eso Hipo quiso acercarse con cautela al dragón, éste lo miró rápidamente de pies a cabeza e intentó huir volando. El Brillo Nocturno jamás había interactuado con humanos, y solo se había quedado ahí por Astrid.

Al momento de extender sus alas y elevarse un poco, se quejó de un intenso dolor, se retorció en el aire y calló a la nieve sin remedio.

—Hipo, Parece que está herido —señaló Astrid con preocupación.

Y en efecto... El brillo nocturno tenía una horrible herida debajo de un ala, la cual le impedía volar. Esto no era lo único, tenia varias heridas más, provocadas por las fuertes peleas con el Susurro Mortal.

[FlashBack]

Días atrás, el solitario dragón blanco se encontraba en busca de una isla adecuada para hospedarse. Entre tantos lugares visitados entró por accidente al territorio de los Susurros Mortales.
Mientras exploraba, unas pequeñas crías Susurro lograron asustarlo, y este las atacó hiriendo no intencionalmente a una de las crías...

La madre se percató de esto, y en venganza persiguió al Brillo Nocturno hasta aquella montaña cerca de Berk, intentando darle al dragón una lección por meterse con sus crías. Hasta ahora, había estado cumpliendo perfectamente con su objetivo...

[Fin del FlashBack]

Hipo se dio cuenta de que el Brillo Nocturno no tenía mucha confianza en las personas, a excepción de alguien...

—Astrid. Tenemos que revisarlo. Él confía mas en ti... ¿Crees que puedas... acercarte? —Esto ultimo lo dijo con cierta duda, aún sentía ese profundo miedo por la seguridad de Astrid, pero saber que el dragón la había protegido lo hacía tranquilizarse.

Ella asintió y comenzó a caminar lentamente al dragón, hablándole con voz suave para que éste no se inquietara...

La criatura blanca comenzó a levantarse con cuidado, se sentó en la nieve viendo a Astrid, y esperó curioso su total cercanía. Al llegar a él, Astrid comenzó a acariciarle, el dragón se sentía extrañamente tranquilo y correspondió amablemente a las caricias de la chica. Astrid sonrió al ver la expresión de agrado del dragón y le indico a Hipo que se acercara.