El Secreto Del Brillo Nocturno

Capitulo 16.- "Libre"

Pov. Chimuelo :3

Fugáz aceptó mi propuesta con respecto al recorrido. Comenzamos a caminar tranquilos, ella estaba impresionada al ver a los vikingos y dragones juntos. No se ve esto en muchos lugares, y, para ser sincero, "bestias" y humanos conviviendo pareciera una broma, pero cuando lo presenciabas... era posible, y era hermoso.

—"Y tu nombre es, Chimuelo... ¿Cierto?" —Preguntó derrepente.

—"Así es, Los humanos nos ponen nombres para dirigirse a nosotros de una manera más directa y fácil".

—"Ósea que ahora mi nombre es "Fugaz"... —Asimiló viendo hacia enfrente.

Yo asentí, seguimos conversando de varias cosas. Era interesante escucharla y su compañía me  resultaba muy agradable.

—"Aquí los vikingos y dragones formamos un equipo, ellos hasta aprendieron a arreglarnos los dientes. El corpulento hombre rubio, es Bocón, él es el encargado de ayudarnos con nuestros problemas dentales" —Expliqué mostrandole el lugar de trabajo de Bocón.

—"Valla... él se veía bastante intimidante..." —Dijo un poco avergonzada.

—"Lo sé, no te culpo por reaccionar así..." —Respondí.

Nos quedamos en silencio un momento mientras caminábamos ante las miradas amigables de la gente del pueblo. Algunos pequeños humanos que jugaban por ahí se acercaban para saludarme y para ver a Fugáz, ella poco a poco fue tomando mas confianza. Pronto me imitó acercándoles la nariz y disfrutando de sus caricias.

En el camino Fugáz volteó y fijó su mirada en mí con curiosidad.

—"¿Qué es lo que llevas en la espalda Chimuelo?" —Preguntó ladeando la cabeza.

Miré mi espalda para ver a lo que se refería— "Es mi silla" —contesté girándome para que la viera mejor—, verás; ahora las personas vuelan junto con nosotros. Algunos usan sillas, otros no, prefieren el vuelo natural. Cada uno de nosotros forma un lazo permanente con su jinete, es lo que nos hace especiales para ellos".

—"¿Forman amistad para siempre?".

—"Así es, y nuestro instinto de protección se despierta si ellos nos necesitan".

—"Wow... yo nunca había sentido algo parecido... Cuando protegí a Lady Astrid, sentí que ella no merecía ser lastimada por ese dragón. Pero sólo eso..."

—"Bueno, si te das la oportunidad de formar un lazo con una persona, te darás cuenta de lo increíble que es, y lo descubrirás".

La miré y le mostré mi imitación de una sonrisa humana, ella miró con curiosidad y pareció gustarle.

Noté que se sentía bastante cómoda hablando conmigo, no recuerdo haber conversado así antes con otro dragón, excepto con mi colega Brincanubes, quien por cierto no tardó en aparecer...

—"¡Buenos días!" —Aterrizó junto a nosotros.

—"Buen día Brincanubes, te presento a Fugáz" —Le presenté animado.

Él rugió del gusto—"Me alegra que ya hayas despertado Fugáz".

Ella saludó amablemente a Brincanubes, y luego aprovechó para hacerme una pregunta que la tenía confundida.

—"Chimuelo, hace rato que hablaste de la Susurro, ¿A qué te referías con "Mi territorio"?" —Antes de poder contestar me cohibí un poco y Brincanubes tomó la palabra.