El Secreto Del Brillo Nocturno

Capitulo 3.- "Instinto Dragón" Parte 2

Previamente:

*—Tormenta ¿Qué pasa?... Soy yo ¡Hipo!... —Intentó a acercarse a la dragona lentamente con la mano extendida.

Tormenta lo miró de pies a cabeza e ignoró sus palabras. llegó a un punto donde lo sintió demasiado cerca, y entonces atacó...*

—¡Tormenta! ¡¡NOO!! —Reaccionó Astrid.

Chimuelo se interpuso, y defendió a Hipo con un fuerte rugido. La demás gente del pueblo quiso hacer algo para detener a Tormenta, quien comenzó a rugir y a dar vueltas alrededor de Astrid para que nadie se le acercara.

Hipo observó lo que la dragona trataba de hacer, y reaccionó ante la cercania de la gente.

—¡NO! ¡No se acerquen! ¡¡Todos aléjense!! —Ordenó— Ella solo... la esta protegiendo... —dijo un poco pensativo.

—Pero ¡¿Porqué?! ¡¿Porqué de ti?! —Preguntó Astrid tratando de comprender.

—No lo sé... —Tocó la cabeza de Chimuelo haciéndolo retroceder—, Ella cree que debe protegerte por alguna razón...

—Tormenta, ¡basta! ¡Nadie quiere hacerme daño! —Insistió Astrid tratando de calmarla.

Pero Tormenta ignoraba lo que le decían y continuaba gruñéndole a las personas de alrededor. Chimuelo no le quitaba la vista de encima...

Hipo se dirigió a ella nuevamente—: Tormenta —la llamó con voz suave—, Nadie le hará daño a Astrid... —Comenzó a acercarse— Te lo prometo, tranquila...

Tormenta miraba a Hipo, no sabia como reaccionar, pero aún sentía que debía proteger a Astrid...

Conforme Hipo se acercaba tomaba posición de ataque. Chimuelo comenzó a rugirle en un tono bajo, como repitiendole lo que le decía Hipo. Ella le respondió con rugidos más calmados. Ambos dragones parecían tener una conversación...

De nuevo, Tormenta torno sus ojos a un temperamento salvaje; volvió a sentir a Hipo demasiado cerca, y esta vez arrojó espinas hacia él.

—¡¡NOO!! —Astrid intentó detener a Tormenta, la tomó por cola con la intención de dirigir las espinas a otra parte...

A pesar del movimiento de Astrid, una de las espinas alcanzó a herir el brazo de Hipo. Tormenta volteó bruscamente para ver quién había tomado su cola, y en el acto, derribó a Astrid, haciéndola caer de golpe en el suelo...

Chimuelo volvió a rugirle a Tormenta, quien contestó con otro rugido, éste parecía ser el que llevaba la respuesta del porque protegía a Astrid...

Después de responderle a Chimuelo, Tormenta se giró preocupada para ver a su jinete, quien aún se hallaba en el suelo. Al sentirse culpable por haberla lastimado, le dedicó un graznido en señal de disculpa, volteó avergonzada a ver a la demás gente... y se fue volando...

Chimuelo se quedó pensativo por lo que Tormenta le había comunicado y se quedó viendo a Astrid, encontrándose un poco lejos ella.

Hipo dejó de poner atención a su herida y corrió hacia su esposa.

—¡Astrid! ¿Estas Bien? —le ayudó a levantarse del suelo.

—Sí... estoy bien. Pero tú, ¿Te hizo daño? —Astrid tomó el brazo de Hipo y lo empezó a examinar. Él sonrió y trató de tranquilizarla—, Descuida, estoy bien... solo es una pequeña cortada... —Tomó el mentón de Astrid con la intención de alzarle la mirada y la vio a los ojos— Tranquila...

Hipo le sonrió tiernamente a su esposa, ella le devolvió la sonrisa y le dio un fuerte abrazo. Para entonces la gente comenzaba a acercarse, Hipo y Astrid voltearon a verlos.

—¿Están bien? ¿Pero que pasó? —Preguntó Valka preocupada.

—Si, al parecer, Tormenta trataba de proteger a Astrid —explicó Hipo aún confundido.

—Beno... Tiene que haber una razón para que te sobre proteja de esa manera...—Inquirió Valka.

—Lo sé... ella ni siquiera me dejó montarla esta mañana... —comentó Astrid.

—Debe creer que te puedes lastimar, o... que estás en peligro. Pero, ¿Por qué?

Chimuelo sabía la respuesta... y estaba dispuesto a hacérsela saber. Lo que tenía que decirles era algo que para él también era muy importante. Estaba feliz por esto, pero aún quería demostrar que lo que sentía Tormenta: fuese real...