Capítulo 1.7 Laura

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Después de hablar con la abuela decidí dejar el tema hasta ahí, no tenía ganas de hacerla sufrir y menos a mí misma, supongo que la abuela cada día que pasa esta más sensible, supongo que no debe ser fácil saber que la muerte es inminente y que a esas alturas cada vez se pierde más el control de nuestras vidas, pero creo que por eso todos como familia debemos estar cerca de ella.


Hoy me he sentido bastante sola, bueno es algo que parece que se ha vuelto una costumbre, debe ser por la luna llena que me afecta o... ahora que recuerdo hoy habrá un eclipse, creo que la luna se pondrá de color rojo, espero no transformarme en un extraño lobo adicto a los chocolates, pero supongo que será interesante.

Decidí quitarme los zapatos y descansar un rato en mi cama, el viaje había sido largo hasta casa y no se porque el cansancio me estaba comenzando a afectar. Mi cuarto después de dos meses seguía absolutamente igual a como lo había dejado, un poco desordenado, ropa en la silla, con libros por todas partes, esta vez sin colchón y claro lo más extraño de todo... limpio.

No se porque mis padres me insisten tanto en que ordene mi cuarto, ¡¿ que más dará si dejo el dinero tirado debajo de la cama?! o ¡¿me quito los calcetines y los tiro en la estantería?! Al contrario que yo Max es bastante organizado y es bastante maniático del orden, pero eso sí, es muy perezoso si la el día tiene 24 horas, el debe dormir en vacaciones al menos 16. Me inclino más hasta el punto que creo estar dormida.

Oigo un ruido extremadamente extraño, un estruendo enorme, y me asomo por la ventana de la casa, quiero decir, la de mi cuarto. Estaban cayendo, cayendo, cayendo... Unas especies de tuberías enormes, oxidadas y viejas alrededor de la casa, eran muchas, enormes tuberías y comenzaban a tapar la ventana por la que me asomaba ¿ que esta sucediendo, que es todo esto?

Me levante automáticamente de la cama muy asustada ¿Como era posible que estuvieran lloviendo tuberías de 3 metros de largo? Si algo sabía es qué debía correr, correr a buscar a mamá y papá. Comencé a gritar con desespero, para ser sincera no me costaba, me sonreí y salí del cuarto rápidamente, la televisión estaba apagada, algo extraño sucedía, parecía que todos se habías ido y me había quedado completamente sola, la casa se había puesto bastante oscura, ya las tuberías me habían convertido mi casa en mi propia tumba. Oí otros golpes bastante fuertes, habías partido el muro del balcón y los de la terraza, y habían acabado con los árboles del patio, pero extrañamente, ninguno caía sobre el techo de la casa, y espero que no lo hiciera, por que solo faltaría que me cayese el techo encima.

Después de gritar por unos minutos, no me quedo más que quedarme callada, y reírme, no se porque cuando me pongo nerviosa me da risa, supongo que es por esta situación tan surrealista, cundo me pregunten ¡¿ como moriste?! Pues estaba acostada en mi casa y me ahogué en tuberías gigantes, claro podre explicarlo si aparezco como un fantasma vagando por las tuberías de las casas abriendo y cerrando llaves de paso para manifestarme, a lo único que le temo es a la sequía por que en ese caso me tendré que meter en las tuberías del gas y nunca me gusto cocinar.

Después de todo el escándalo el drama y darme cuenta de que nada más pasaría, pues estaba sola, no se porque decidí acostarme de nuevo en mi cama a esperar a que la cosa parase, si no, ya había pensado asomarme por la ventana y meterme en un tubo, deslizando como si fuera un tobogán hasta la casa de la vecina.

Me destape de nuevo en la cama, y perdón si hablo ya como tubería, pero debo adaptarme para cuando sea un fantasma. Comencé a mirar al techo y no lo puedo creer, ahora el techo comenzaba a desaparecer de una forma muy extraña, comenzaba a volar como si de arena se tratase, pero no solo el techo, las paredes comenzaban a resonar, y mi cama se comenzó a consumir como un reloj de arena al que se la agotaba el tiempo. Empezó a tragarme como si en una montaña de arena estuviera y no pude aguantarme de nuevo la risa. Pero no todo era un chiste, por que el suelo comenzaba a deshacerse, al igual que todo, todo excepto la estructura metálica de la casa ! claro eso es! Corrí hacía una de las paredes y espere un poco a que se desintegrase y puse mis pies sobre la viga y me sujete de la columna. ¡¿ Que sucedía?!

Cada vez se acumulaba más y más arena, yo esperaba que el soplar del viento se la llevase, pero parecía que no, ahora si tenía miedo, ¿ y si la arena me enterraba realmente en lo que quedaba de la casa? A medida que la arena ascendía me di cuenta que ya no caían más tuberías, y comenzaba a tener una vista panorámica del valle, pero como siempre a mi las cosas no me pasan de una por una, las casas de mis vecinos habían desaparecido, no quedaba rastro ni siquiera de las estructuras ¡ ahora que hago? Comencé a caminar por las vigas, había una tubería bastante gruesa en la pared que correspondía a la casa, y se me ocurrió... me deslice hasta ella, y no puede ser... mi ropa comenzó a descomponerse también, comencé a taparme con las manos, como una verdadera tonta, pues era la única que estaba allí. Me quite las manos de encima, y corrí velozmente, ya había tanta arena que comenzaba a cubrirse el segundo piso, y si me tiraba en la arena, con la suerte que tengo, seguro me hundo como en las arenas movedizas. Una vez llegué a la tuberías casi no me podía mover, la arena me llegaba a las rodillas y como pude escale hasta ella y me metí, mirando con nostalgia hacía la arena y lo que quedaba de la casa, pero sin pensarlo me deslice por ella hasta donde me llevara. Por suerte esta tubería no estaba oxidada, parecía de plástico. Al comienzo la tubería estaba en una dirección bastante plana, es más necesitaba gatear, pues no había inclinación, una vez pase la primera tubería debía continuar introduciéndome en otras como si fuese un laberinto, necesitaba encontrar la salida. En la segunda tubería comencé a notar que se empezaban a inclinar, y no tenía necesidad de empujarme, pero la velocidad comenzó a aumentar, y parecía que nada podía pararme, ya no elegía por que tubería caer, simplemente era encestada como una pelota de baloncesto, y comencé a pensar ¡¿ A donde voy?! Seguía cayendo, !!hasta que me dí cuenta!! Estaba cayendo por el barranco, y mi cuerpo ya no se deslizaba bajaba, completamente vertical y bajo mis pies podía ver el final, el final del barranco y de esta vida fantasiosa. Grite fuertemente :


-¡ Moriré, moriré volando, libre, desnuda, y lo mejor de todo, cuando muera no seré una tubería oxidada!

Cerré mis ojos, y apreté lo más fuerte que pude mis dientes, y justo antes de estrellarme sentí una mano acariciándome la frente- Laura, despierta vamos a ver el eclipse- Y abrí mis ojos, estaba acostada en mi casa, mi casa era mi casa de casa, no de arena, había dormido por tres horas, pero lo más extraño fue que no me desperté asustada.

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