Querido diario:
Desperté en una blanca habitación. Abrí los ojos lentamente, me pesaban los párpados muchísimo.¿Qué había pasado?¿Por qué estaba en una camilla en un hospital?
Un latigazo de dolor en mi cabeza me inundó cuando intenté recordar.Vi cómo un médico entraba en la habitación.
-Hola, Jane. ¿Qué tal te encuentras?
-Mal.¿Por qué estoy en un hospital?
-Te desmayaste. Tenías las defensas bajas, habías comido poco, y poseías un nivel alto de alcohol en tu sangre. Si le sumas la sorpresa...
-¿Sorpresa por qué?
Al instante el médico se levantó de la silla y se fue rápidamente.¿Qué mierda estaba pasando?¿Qué sorpresa me había llevado?
Miré por la pequeña ventana, intentando distraerme con las vistas a un ancho parque.Minutos después entró una enfermera.
-¿Me puede explicar qué me ha pasado exactamente?
-Te has desmayado, chica.
Puse los ojos en blanco.
-Eso ya lo sé-dije comenzando a exasperarme-de hecho es lo único que sé.¿Dónde está mi familia?¿Por qué el doctor dijo que me había llevado una sorpresa?
-Tranquilízate muchacha-dijo la vieja señora.-Verás, tu familia actualmente está en la cafetería comiendo. Llevan todo el tiempo a tu lado, no dudo en que vendrán en cualquier momento.El doctor dijo que te habías llevado una sorpresa, pero yo no sé nada de eso.
-¿Cómo que no?¡Usted debería saber algo, mierda!-grité enfadada. Quería saber ya qué narices me había pasado que era tan importante.Miré con mala leche a la señora mientras colocaba bien un sillón de la sala.
-Relájate, pequeña mocosa. Iré a averiguar algo, pero no te puedo prometer nada.
-Gracias-agradecí relajándome lentamente.
Cerré los ojos mientras intentaba recordar algo, pero nada. Era como si me clavaran un...un puñal de hielo...¿qué narices estaba pasando?
Me encontraba en un hospital donde no me acordaba de nada y todo el mundo me evitaba decir por qué me había desmayado.¿Qué causa podría haber para sorprenderme de tal manera que me desmayase?
Mientras iba haciéndome todas estas preguntas, unos suaves golpes en la puerta interrumpieron la tormenta en mi cabeza.
-Adelante-dije casi afónica.
Mi padre entró junto con mi hermano por la puerta. Algo no iba bien. Lo supe desde el instante en que miré a los ojos chocolate de mi hermano. Tenía marcas rojas por toda la cara de haber llorado, además de ojeras.
-¿Qué ha pasado?-pregunté preocupada. Mi hermano de cinco años, normalmente lleno de energía y alegría me miraba aterrado.
-Sólo te has desmayado, pero tu hermano se asustó mucho.¿Ves, Aaron?Tu hermanita ya está bien.
Él sólo asintió totalmente ausente.
-Papá, por favor, dime qué mierda pasa.
-Cuida tu vocabulario.
-¡Me da igual mi jodido vocabulario!¡¿Qué coño pasa?!¡¿Por qué nadie me dice qué pasa de una vez?!
-Vámonos Aaron, tu hermana está malita de la cabeza.-dijo mi padre ignorando y saliendo de la sala con mi pequeño hermano de la mano.
Lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.¿Acaso no tenía derecho a saber nada?Encima ahora había asustado a mi hermano más de lo que ya estaba.
La vieja enfermera volvió a la habitación.
-Ya sé lo que pasa, Jane.-dijo acercándose a mi oído.-Pequeña, tu madre está... tu madre está muerta.
-¡No,no, no, no, no!¡No puede ser eso!-chillé levantándome de la camilla de sopetón.-¡No puede haber muerto!¡No ella!¡No!¡No!-dije zarandeándole con los ojos salidos de las órbitas.
-Cariño, vuelve a la camilla-dijo la enfermera presionando un botón rojo en su colgante.
-¡No puede haber muerto!¡Ella no, Kate no puede morir!¡No!--continué gritando prácticamente sin voz.
-Cierra los ojos, cielo-dijo clavándome una inyección en el brazo.
Caí de nuevo.

ESTÁS LEYENDO
X
Cerita PendekJane tiene que desahogarse de alguna manera, y no encuentra ninguna que no sea escribir un pequeño diario. ¿Cómo reaccionará cuando un misterioso acosador empiece a mandarle estremecedoras notas? ¿Descubrirá quién es la persona que parece estar tan...