Fifty-four

16 3 0
                                    


Querido diario:

Dolor.Fue lo primero que sentí al despertar. Al abrir los ojos me encontraba en un hospital. Otra vez no, supliqué. Lo único que sentía era un fuerte dolor en la cabeza, además de la sensación de que necesitaba ver a alguien.

Aaron, recordé de pronto. Comencé a revolverme, pero tenía demasiados tubos pegados a los brazos como para poder levantarme. Presioné el botón rojo que colgaba de la camilla. En cuestión de segundos llegó un chico.

-Oh, Jane,has despertado.

-Sí, todo perfecto.¿Dónde está mi hermano pequeño?

-Tranquila, está bien. Está en este mismo pasillo. Dentro de poco tiempo podrás ir a visitarlo.

-Y una mierda-solté.Despegué unos cuantos cables que estaban pegados a mi antebrazo, e hice un involuntaria mueca de dolor mientras intentaba levantarme.

-¡Jane!-dijo el chico agarrándome de los hombros.

-¡Déjame ir!¡Necesito verlo ya!¡Lo necesito!

-Jane, tranquilízate y te prometo que dentro de media hora lo verás.

-¡No lo entiendes!-dije rebelándome contra sus morenos y fuertes brazos de enfermero.-¡Déjame ir!

-No te dejaré hasta que te tranquilices. Piénsalo bien,Jane. ¿En serio quieres que tu hermano te vea como una loca que se ha escapado de su habitación? Con el shock que acaba de pasar, sólo lo asustarías más.

Una bombilla se encendió en mi interior. El maldito enfermero llevaba razón.Me senté lentamente en la camilla.

-Llevas razón.-dije suspirando.-Un momento...-dije recordando casi todo repentinamente.-¿Dónde está mi padre?¿No estará con él verdad?¡No pueden estar juntos!-dije perdiendo los nervios y  levantándome de nuevo dispuesta a ir a esa maldita habitación de una vez.

El enfermero me volvió a inmovilizar cogiéndome de los hombros.

-Jane, por Dios, tranquilízate.Tu padre no está con Aaron. Tengo que contarte algo antes de que vayas a ver a Aaron.

Asentí sentándome en la camilla.El enfermero se me quedó mirando unos segundos con unos duditatibos ojos marrones.

-Tu padre está muerto.

Abrí mi boca tanto como pude. No, él también no. Ya había perdido demasiada gente en demasiado poco tiempo.

-Es una broma, ¿verdad?

El chico negó con la cabeza mirándome triste.

-Encontramos su cadáver en la habitación de tu hermano, junto con tu cuerpo inconsciente. Tu hermano fue corriendo hacia el teléfono y nos llamó. Es un niño muy inteligente.-dijo con gesto serio.

Mi padre. Muerto. Mi padre. Erick. Muerto. Sin vida. Sin alma. Ya no estaba en este mundo. Simplemente nos había dejado. Me quedé mirando el suelo blanco en silencio. Debería llorar. Definitivamente debería estar llorando. Sin embargo, tras la última imagen que encontré de él, no puedo. Más bien me daba rabia. Si estuviera en vida ya le habría denunciado y se tiraría el resto de su miserable vida pudriéndose en una cárcel.

En cambio, después de lo que seguramente ha hecho sufrir a Aaron, se iría de aquí sin haber pagado por su crueldad.Miré de nuevo al enfermero.

-¿Estás esperando a que llore o algo?-pregunté al ver la cara con la que me miraba el chico.-No pienso lamentar la muerte de alguien que ha hecho tanto daño a mi hermano.

-¿Cómo?-preguntó sobresaltado el enfermero.-¿Tu padre le hizo algo a tu hermano?

Ahora me tocó a mi sorprenderme.

-¿No sabéis nada sobre lo que realmente ha pasado?

-Tu hermano se niega a hablar-dijo suspirando.-Fue el único testigo de lo que realmente pasó y no dice nada. Estará en shock el pobre. ¿Puedes explicarme todo lo que recuerdes?-dijo sacando de una mochila un cuaderno verde.

-No diré nada hasta que no me dejes salir a ver a mi hermano.

-No te dejaré salir hasta que no me cuentes todo.-dijo tranquilamente.-Recuerda que te he inmovilizado dos veces ya, Jane. Puedo hacerlo una tercera.

Asentí mirándole con odio.

-Bien. Mi padre después de la muerte de mi madre estuvo como un mes y medio sin salir de su despacho. Tuve que arreglármelas yo sola para cuidar de mi hermano, de que no se sintiera abandonado.-dije con un nudo en la garganta.- No sé cuánto tiempo llevo en el hospital, así que la cosa es que el día que nos encontrasteis volvió mi padre después de haberse ido de viaje, para aclararse;o al menos eso nos dijo.Discutimos fuertemente antes de que yo decidiera irme de esa maldita casa. Cuando entré en la habitación descubrí que...-dije luchando por no derramar lágrimas.-descubrí que mi padre había estado violando a mi hermano durante no sé cuanto tiempo. Le pegué un puñetazo con todas mis fuerzas, pero él me dió un golpe en la cabeza contra la pared, y caí al suelo inconsciente. Fin.-dije con una lágrima cayendo.-¿Puedo ver a mi hermano, por favor?-le supliqué al chico.

Él sólo asintió callado. Corrí por el pasillo hasta encontrar la habitación de mi hermano.

-¡Aaron!-grité al ver a mi hermanito sentado en la camilla. Puso la cara de terror peor que se puede poner y le dió al botón rojo que colgaba en una cadena de su cuello. No entendía nada.¿Por qué...?

-Ha venido-dijo gritando y llorando.Unas enfermeras me inmovilizaron al momento y me sacaron de la habitación mientras yo observaba la máscara de terror que cubría la cara de Aaron.


XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora