T h i r t y - s i x

39 6 6
                                    

Querido diario:

No sé muy bien cómo explicar todo lo que ha pasado, así que lo narraré como un libro.

Quedaba una hora para mi ¿cita? con X. El maldito chico aún no me había dicho su nombre así que seguía llamándole como un anónimo. Un anónimo que sabía cada detalle de mi vida.

Me vestí con unos vaqueros ajustados y un jersey rojo granate. Recogí mi pelo en una cola alta. Me miré al espejo. No pensaba pintarme ni arreglarme por un idiota. Me calcé con unas deportivas blancas, cogí mi abrigo negro, el móvil y las llaves y tras avisar a mis padres, salí al exterior.

Hacía bastante frío en la calle y aún tenía tiempo así que entré en una cafetería y pedí un chocolate caliente. Me senté en una mesa al fondo, frente a una ventana y empecé a beber tranquilamente mientras observaba con atención a la gente que pasaba por la calle.

De repente vi a un chico muy guapo vestido con una gabardina azul y lo saludé frenéticamente intentando atraer su atención. Tras unos segundos, el chico sonrió dulcemente y entró a la cafetería donde me encontraba.

Wow, el look de invierno le quedaba genial a Jonathan. Acercó una silla a mi mesa y se sentó allí tan tranquilo mientras se desabrochaba la gabardina. Llevaba una bufanda de lana negra, un jersey azul marino y pantalones negros. En total, tan guapo que se me caía la baba.

Me recompuse como pude y sonreí intentando que no se notara mi embelesamiento.

-¿Qué tal, Jane?-dijo con una dulce sonrisa.

-Genial.-dije mientras me sumergía en sus ojos verdes.

-¿Sabías que justo iba a decirte de quedar un día de estos? Ya sabes, ahora con las vacaciones de Navidad, hace tiempo que no quedamos-dijo sonriendo levemente ruborizado. De verdad que no podía haber chico más dulce.

-Sí-dije asintiendo con la cabeza mientras sonreía embelesada.

-¿Tienes algo que hacer ahora? Si quieres podemos dar un paseo o ir a una pista de hielo.

-Lo siento-dije triste-he quedado con un amigo.-Maldito X, siempre tenía que cagarla en mi vida.

-Oh, entiendo-dijo un tanto decepcionado.-No sabía que tuvieras novio.-dijo partiéndome el corazón.

-¡Y no lo tengo! Es sólo que...

-No busques excusas, Jane. Estoy harto de que las chicas jueguen conmigo.-dijo mirándome con odio y levantándose de la mesa y andando rápidamente hacia la salida.

-¡Jonathan!-grité. Una familia que había a mi lado se me quedaron mirando sin ningún tipo de vergüenza.

Recogí mis cosas y tras dejar la cuenta en la barra salí apresuradamente. Miré el reloj, mierda. Faltaban cinco minutos para lo de X y estaba a punto de llorar.

Un nudo en mi garganta se creó y empezaron a caer irremediablemente lágrimas de mis ojos.

¿Por qué nunca podía salir nada bien? Para el único chico que me gustaba y con el que quizás podía haber tenido una oportunidad, ya la había cagado.

Todo por culpa de lo estúpida que era, y de X. Me dirigí hacia el parque, que de nuevo estaba desierto, no sabía cómo lo hacía X, pero siempre que iba allí estaba lleno, y las dos veces que había quedado con él estaba totalmente vacío.

Él estaba justo en el centro, de pie, mirando al suelo. Una furia incontrolable me recorrió todo el cuerpo y empecé a darle con mis puños por todo el cuerpo. Seguía llorando.

-¡Por tu culpa, todo por tu culpa!-dije pegándole en los hombros. Él sólo se mostró sorprendido.

-¿Jane?¿Qué pa..?

-¡Idiota!-grité dándole un golpe en el estómago. Sabía que era una debilucha comparada con él y que no le estaba haciendo daño, pero no me importaba.-¡Maldito X!¡¿No podías habérmelo explicado por una de tus malditas notas?! ¡Idiota!-dije sollozando.

-¡Jane!-gritó él con su grave voz mientras me cogía por los hombros.-¿A qué demonios viene todo esto?-dijo mirándome a los ojos seriamente, haciendo que mirara al suelo.

Me senté sin dirigirle una palabra en el banco más cercano mientras me sorbía la nariz. X se acercó con cautela y se sentó a mi lado. Puso su mano sobre mi hombro, haciendo que me estremeciera, pero no me moví.

-¿Qué ha pasado, Jane?-me preguntó con gesto preocupado.

-Yo...-me revolví inquieta mientras me decidía contárselo-estaba en una cafetería esperando a que pasara el tiempo cuando vi a Jonathan-observé como sus puños se cerraban con fuerza.-Entró en la cafetería y me preguntó si tenía que hacer algo. Le contesté que había quedado con un amigo, él consideró que eras mi novio y se ha ido enfadado.-dije sollozando un poco.

Él se quedó pensativo unos segundos y sólo dijo en voz baja.

-Desde luego, vaya peleas más tontas tenéis los adolescentes.

Ahogué una carcajada y le di un golpecito en el hombro. Él sonrió y empezó a acercarse peligrosamente a mí, su cara estaba a milímetros de la mía cuando apartó algunas lágrimas de mis mejillas. Me quedé congelada con el corazón latiendo fuertemente.

¿Qué demonios esperaba que ocurriera? Jane, concéntrate. Me di cuenta de lo guapo que iba vestido, totalmente de negro. ¿Guapo? Jane, pienses en eso...

-Bueno, tranquila, si no es un inútil, te pedirá perdón dentro de poco.

-¿En serio lo crees?

Él sólo asintió y me envolvió con sus cálidos brazos. ¿X me estaba abrazando? Le devolví el abrazo sin pensar y apoyé mi cabeza en su hombro. Nos quedamos unos segundos quietos, era reconfortante.

-Por cierto..-susurró en voz baja separándose lentamente de mí.

-¿Sí?

-¿Aún quieres saber por qué tú?

-Claro-dije mientras me iba poniendo nerviosa.

Él sólo suspiró mirando a un punto desconocido.

-Verás, la verdadera razón por la que llevo meses detrás de ti es porque...-estaba ruborizado y con sus ojos fijos en mí.-es porque estoy enamorado de ti, Jane.

Toda mi mente explotó ante esta frase. Los ojos se me salían de las órbitas. ¿X enamorado de mí?

-¿En serio?-susurré sin respiración.

Él sólo asintió sonriendo un poco.

-¿Por qué?-pregunté sin poder entender cómo alguien como él podía querer algo conmigo.

-Por todo.-dijo con sus oscuros ojos fijos en los míos.- Tu manera de ser, la manera en la que frunces el ceño al leer mis notas, por cómo sonríes cuando vas con Rose o Jonathan o por lo tierna que eres con tu hermano a pesar de lo trasto que es.-dijo mirándome intensamente.

Me quedé paralizada intentando asimilar todo lo que decía.

-Ahora ya lo sabes. Si quieres, y estás cansada de mí, dejaré esta locura de las notas, pero tenía que decírtelo a la cara-dijo sonriendo mientras unos pequeños hoyuelos se marcaban en su rostro.

-Yo...

-No hace falta que digas nada-dijo mientras unía sus labios con los míos en un tierno y cauto beso. X me estaba besando, y vaya labios. Enrollé mis manos alrededor de su cuello y él apoyó sus brazos en mi cintura.

Me acerqué más a él intentando decir todo lo que no era capaz de expresar en ese beso, pero él se separó.

-Adiós, pequeña Jane. No olvides que te quiero-dijo levantándose y saliendo del parque, dejándome perpleja en el banco.
-Jane
N/A:
Hola!, lo primero espero que os haya gustado este capítulo.Quería deciros que he pensado en establecer un juego.
Cuando aparezcan 5 comentarios y 5 votos actualizo.
¿Trato hecho?;))
-littlebluedragon-

XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora