Querido diario:
Todo parece ir algo mejor. He conseguido dejar de llorar como una descosida cada vez que me quedo sola en mi habitación. He comenzado a asumir que tengo que sacar a mi padre y mi hermano de esta mierda.
Hoy ha venido X a casa,pero no colándose, sino formalmente.Al sonar el timbre, Aaron y yo nos quedamos mirando asustados. Bajé las escaleras cuidadosamente mientras mi hermano pequeño me seguía.
Al mirar por la rejilla me sorprendí bastante, X no haría esto si no fuera por una buena razón. Al abrir la puerta, X me abrazó con energía.
-Lo siento, lo siento, lo siento-no paraba de repetir.
-¿Por qué?
-Por no haber venido antes. Lo siento muchísimo Jane.-dijo mirándome a los ojos con pena. Su mirada se dirigió a mis labios y empezó a acercarse.
-Te presento a mi hermano pequeño, Aaron-dije señalando a una columna. Tenía que cortarle el rollo. No quería que mi hermano me viera besarle.Aaron salió de detrás de la columna.
-Hola pequeño.¿Estás bien?
Mi hermanito asintió mientras se aferraba a mis pantalones.Me agaché hasta su altura.
-Este es...John-dije improvisando-, un buen amigo mío-dije acariciándole la mejilla y forzando una sonrisa. Aaron no confiaría nunca en alguien de quien no sabía el nombre.
-Hola-dijo Aaron en voz baja.-¿Por qué has venido?
-Para veros a tu hermana y a ti-dijo encogiéndose X.
-¿Vas a ayudarnos?-dijo mi hermano.
-Claro-dijo sonriendo X mientras le revolvía el pelo rubio a Aaron. Era adorable.-Vaya, la casa está hecha un desastre.Deberíamos darle una buena limpieza.
-Sí.Tuvimos que dejarla intacta un día para que viniera la policía y eso.-dije dirigiéndome hacia el cuarto de limpieza y sacando todo tipo de utensilios.Al volver a la entrada encontré a Aaron subido en los hombros de X.
-¿Qué hacéis?-pregunté sonriendo un poco.
-Nada-dijo sonriendo Aaron. Vaya talento tenía X con los niños. Si mi hermano de por sí ya era muy tierno, verlo con X me devolvía las ganas de vivir.
-En marcha-dije.
Tras dos horas y media limpiando entre todos, la casa quedó en un estado aceptable. X y yo fuimos a acostar a Aaron en mi cuarto, ya que estaba muy cansado.
-Oye-dijo bajando las escaleras X.
-¿Sí?
-Eres la chica más fuerte que conozco-dijo sonriendo y acercando sus labios a los míos. Por fin pude besarle. Me agarró de la cintura intentando acercarse más a mí.
-Tampoco estoy siendo la mejor-susurré sentándome en el salón.
-Jane, eres increíble. La voluntad de hierro que se necesita para que te pase algo así y no te hundas en la miseria es enorme.
-Tenía que hacerlo, por Aaron, por papá...
-¿Y tu padre?
-Está dando una vuelta por ahí.No nos ha hablado desde que salí del hospital.
-Vaya, lo siento.
-No importa-dije intentando aguantarme las lágrimas.
-Jane-dijo X cogiéndome por el mentón para ver mi cara.-Está bien que llores. No siempre puedes ser una roca.-dijo abrazándome.
Sollocé contra su hombro mientras me aferraba a su cuerpo con fuerza. Estuve unos largos minutos llorando como una magdalena, mientras él sólo me decía que todo iría bien. Al recuperarme empecé a respirar hondo.
-Jane, no olvides que estaré contigo siempre. A partir de hoy, vendré a ayudarte con tu hermano y la casa todos los días.
-Pero tu trabajo...
-No acepto un no por respuesta-dijo besándome con cariño.Quizás sí que pudiera sobrevivir con X a mi lado.

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X
Historia CortaJane tiene que desahogarse de alguna manera, y no encuentra ninguna que no sea escribir un pequeño diario. ¿Cómo reaccionará cuando un misterioso acosador empiece a mandarle estremecedoras notas? ¿Descubrirá quién es la persona que parece estar tan...