Capitulo 7

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Era sábado por la noche y apenas habíamos visto a Luna salir de su cuarto nuevo. Todavía no me cabía en la cabeza como logro esto y para que. Ya le había advertido que esto no era un juego y ella parecía tomárselo como si fuera uno. Amy llegó al estudio donde me hallaba tocando teclas son sentido para evitar pensar en el nuevo problema que teníamos.

Se aplastó en el sofá de cuero.

"¡Un vampiro! ¿Eso no te alegra? ¿No era tu amiga?" Pregunto.

"¡Por eso mismo! ¿Crees que merece una vida a merced de la sangre? ¿Crees que merece una vida en contra de unas brujas dementes? ¡Porque daría lo que sea por ser humana y que mis padres no hubiesen muerto!" Dije fríamente.

Ella lo sopesó.

"Eso es lo que somos y ahora también lo es ella. Por favor no vayas a verla si sigues enfurruñada. Esto es decisión suya no tuya." Dijo algo enojada y se fue.

Cerré la puerta de un portazo y me tire en el sillón de cuero.

Entonces sentí una presencia cerca de mi.

"¿Puedo?" Dijo Arakiel señalando una parte del sillón. Asentí y me acurruqué en su pecho mientras me sumía en mis pensamientos.

¿Como es que Luna no me hizo caso? ¿Porque reemplazar una vida hermosa como ser humano? Crecer, profesar alguna carrera, casarse con un tipo locamente enamorado, tener crías, sufrir la crisis de los cuarenta, soportar a tu insoportable cría adolescente, verlo crecer y triunfar en su vida con orgullo, envejecer junto a tu pareja y morir. Aquello se veía tan simple y tan bello. Sin peleas con algún Troll o que una bruja llena de sed de venganza haya matado a tus padres. Sin tener la responsabilidad a tus espaldas de salvar a los mortales de un desequilibrio. Vencer a las Hilkanians. Librarme de ello seria bueno.

"No es bueno que pienses cosas que no van a pasar, nena".

Ignoré su comentario. Entonces sentí sus cálidos brazos rodearme mientras el enterraba su cabeza en mi pelo.

"Que bien hueles" inhaló en mi cabeza.

Contuve una sonrisa.

"Pero no es por eso por lo que vine" se levantó bruscamente.

Reí, sin darme cuenta de su semblante continúe con un "Ah ¿no?" El sonrió a medias.

"Luego, nena" dijo poniendo serio de nuevo "Tu... Amigo..." Dijo com desprecio la ultima palabra "esta ayudando a Jen con su venganza."

"¿Y eso en que nos afecta?" Pregunté con curiosidad. "Sabemos que esta con ella desde hace mucho, Arakiel. No es algo nuevo..." Dije haciendo una mueca al recordar cosas que prefería enterrar.

"Escuchame, Elizabeth. Es diferente ahora..." Dijo serio meintras me miraba intensamente "Le esta haciendo experimentos... Unos muy desagradables ... Quiere encontrar una manera para destruir a su raza..." Dijo con voz seria mientras me miraban intensamente esas esferas color ámbar.

Suspire en un bufido. Eso no era de extrañarse. "Creo que ya todos sabiamos eso"

El me miro con sus ojos de manera intensa. "No solo quiere destruirlos, Elizabeth. Mi Señor la ha visto, ha visto su mente: quiere poseer control de sus mentes y asi derrotarlos. Ya sabes, tener un infiltrado que los vaya atrayendo... Que incluso tenga el poder de entrar en los cuarteles..."

Abrí mis ojos como si se me salieran de las cuencas. No era posible.

"Damian"

Mi demonio asintió.

{...}

Sam prendió la lumbre de la chimenea del estudio. Las chispas aparecían y desaparecían al quemarse la leña que había traído Meisam de los bosques. Amy y Luna se hallaban sentadas en la suave alfombra que se hallaba enfrente del sillon, donde se hallaban Pierre y Matt. Ravi no se hallaba en la sala. Anthony y Fi Son se hallaban recargados en la pared a mi lado derecho, al lado de la puerta. Sam se hallaba sentada junto al fuego mientras Richard se le unia. Patrice estaba sentado en un sillon viejo de cuero, mientras Grecia, Mark y Maureen estaban sentados en el banco del piano.  Los otros dos lobos estaban en el suelo enfrente de ellos.

The Chosen Ones II : DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora