Capitulo 10

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Definitivamente me hubiera quedado con Damian, pensé mientras tiraba de las gruesas cadenas de plata que me mantenían sujeta a una de las paredes de la cloaca en donde estabamos.

A veces sentía un escalofrío al estar aquí abajo, junto a los muertos. Guanajuato era conocido por sus momias creadas simplemente por que la tierra estaba dotada con muchos minerales que mantuvieron los cuerpos libres de la descomposición hasta dejarlos con una apariencia de papel mache.

Se escuchaba gotear el suave lodo que estaba en los techos de las cloacas y podía jurar que vi a una pequeña rata correr hasta perderse de vista.

Gritar aquí no serviría. Los unicos que podrían escucharme serían los muertos que ahora me acompañan. El olor a minerales y a cuerpos de hace cientos de años impregnaba en el ambiente enmohecido.

Hice un rayón con mi uña en la pared. Si mis cuentas no iban mal, llevaba aquí abajo dos o tres días. Aunque eso y una eternidad se me hacía lo mismo.

Me preguntaba si Damian ya se había dado cuenta de mi ausencia o si todavía estaba knoqueado. Me preguntaba si Arakiel me estaría buscando...

Arakiel... Arioch ¿porque nunca dijo nada sobre su hermano malvado? ¿Por que me mentiría? No lo sabía y... Ahora que lo pensaba mejor, tampoco conocía a Arakiel. ¿Era un impostor? ¿Serviría a Lucifer? No lo sabía y lo mas probable es que nunca lo haría.

Se escucharon las suaves pisadas del demonio, aproximándose. El ángel caído se apareció al final del pasillo de la cloaca a la cual estaba atada. Parecía tener un regocijo al verme aqui, atada y a punto de morir o lo que sea que me hará Jen.

"¿Arakiel y tu son hermanos?" Pregunté de nuevo.

El sonrió y se sentó a una distancia algo lejos de mi.

"La niña tiene preguntas" arqueo la ceja izquierda mientras se dibujaba de nuevo aquella sonrisa diabólica en sus labios delgados.

"Y tu vas a responder" dije serena. "Vamos. Ya sabes que moriré así que ¿que mas da, no?".

El rio quedamente.

"Si... También pienso lo mismo." Dijo "ya veo porque mi hermanito se fijo en ti."

Intente ignorar el último comentario.

"Si, Arakiel y yo caímos, pero yo soy una pieza mas poderosa en el juego de ajedrez de mi Señor" dijo orgullosamente. "Yo caí junto a Lucifer. Soy el ángel caído de la venganza mientras que mi hermanito cayo por  dar conocimientos a los seres humanos". Dijo con una carcajada. "¡Dar las señales de la tierra a los mortales! ¡Vaya estupidez por la que cayó!" Dijo mientras reia. "Yo caí por que, al igual que Lucifer, estaba en contra de seguir cuidando a los mortales. Había mejor manera de tratar a los parasitos llamados humanos y Lucifer lo sabía. Por eso cai con él." Dijo con suficiencia.

"¿Y trabajas para Jen?" Aventure.

El arrugó la nariz "¿yo? ¿Trabajar para alguien? Esas brujas estan solo asociadas a Satan por su sed de dominación. Para el no son mas que un mero camino hacia su triunfo." Hizo un gesto con la mano para restarle importancia.

"Pero Damian si trabaja para Jen ¿no es así ? Me trajo hasta acá..."

"¡¿Ese ángel?! El hechizo que puso Jen en el es demasiado flexible. Demasiado... Vulnerable." Dijo sacudiendo la cabeza como si se avergonzara de la Hilkanian. "Despues de todo... Es una chica. Desea que alguien la desee y que mejor que quitarle su chico a la competencia ¿no lo crees?"

"Ya sabía lo del hechizo" dije. "Pero... Al ir y venir... Pense que..."

"¿Que el lo hacía por voluntad propia? ¿Que ya te habia roto el corazon? ¡Mujeres! ¡Llenas de emociones incluso despues de la muerte! Por eso pierden los mortales y la gente como ustedes. Llenas y llenos de emociones. Amor. ¡Ja!" Bufo.

The Chosen Ones II : DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora