Capitulo 22

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Arakiel POV.


El sol se iba metiendo, trayendo de nuevo las sombras de la noche. Me hallaba vestido como usualmente iba. Chaqueta de cuero negro, camisa de botones color azul oscuro, jeans oscuros y mis botas de cuero negras. Me sentía cómodo con esta vestimenta ya que, siempre andaba en sigilo e ir en esto era más fácil cuando ibas entre las sombras.

Era algo extraño pero me fascinaba mas las sombras. Ese delicado misterio, lo frágil  de las cosas no tan normales que se encuentran en ellas. Era algo con lo que me sentía cómodo: las sombras. Era algo que ellas y Elizabeth compartían. Esa belleza fragilidad y misterio que pendia ella cual la oscuridad.

Nos hallábamos ocultos mientras avanzábamos con sigileza. Había 50 demonios mios. Cerca de 25 vampiros del clan de Amy.15 a 20 ángeles. Y los usuales de siempre. Leia, Meisam, Patrice, Richard, Fi Son, Anthony, Mark., Grecia y Sam. Al final quedabamos Matt y yo, al frente.

La verdad es que lo consideraba demaciado pues ellas sólo esperaban a una sola y desamparada Elizabeth.

"Allá esta la mansión Murray." Dijo Matt a mi lado, sacándome de mis pensamientos. A lo lejos pude divisar un enorme rectángulo. Las ventanas de este era lo único que tenía luz en esta bella noche de luna nueva.

Asentí mientras volvía a mis pensamientos.

Me sentía estupido por haber venido a rescatar al ex de mi chica antes de salvarla a ella. Sin embargo sabía que también era por Matt. Y lo comprendía: a ambos nos habían arrebatado a nuestras chicas. Y yo tenía algo que él no, podía sentir a Elizabeth, saber que ella estaba viva.

Recuerdo que lo último que había sentido en nuestra conexión había sido un dolor punzante tanto en mi vientre como perforando mi pulmón derecho. Sentía como se hablaba ella misma asegurándose que estaba bien, dándome el mensaje de que estaba bien. Sentía que ella se sentía sola, pero ella se seguía plantando la idea de que estaba bien. Y no se porque eso me hacia sentir tan impotente. Me había vuelto loco al pensar lo que estaba soportando. Y lo peor me sentía aún más imbecil por que el causante del dolor de mi chica era mi propio hermano.

Eso era lo que más me dolía. Arioch. Era horrible pensar que la persona que mas admirabas desde el inicio de los tiempos, era quien mas te despreciaba. Aún no entendía por que el odio hacia mi. No tenía mas que el. Lucifer apenas y había vuelto su cabeza hacia mi cuando caímos. No sería nada sin mi hermano, uno de los mas allegados a nuestro Señor Oscuro. Todo se lo debía a el y por eso cada vez más lo admiraba. Entonces no había razón para los celos o la envidia siendo que hasta ahora había acatado la atención de Lucifer sin querer al desposar a Elizabeth. Pero eso no era nada para mi, salvo para ayudar a la misma Elizabeth.

Pero esto del rencor ya existía siglos atrás, mucho antes de que la mismísima Elizabeth existiera. Antes de que sus tatarabuelos dijeran sus primeros balbuceos al entrar en la primer etapa de la vida. No supe que había hecho cambiar al demonio que solía cuidar a su hermano menor. Me gustaría poder hacer algo al respecto, volver a ver al Arioch que recordaba.

Sin embargo, aunque me volviera loco sentir la agonia que ella sentía, era más llevadero de lo que sentía Matt. Recuerdo que le dije de mi conexión a Matt cuando preparabamos todo, el se alegró de saber que Eli estaba bien, pero con una triste sonrisa me dijo"Sabes talvez yo también lo haga, así no sentiría este vacío de no saber de mi loca", yo le toque el hombro y le Sonreí.

Y eso me llevaba de nuevo a Elizabeth. Había algo en ella que me volvía loco. Llevaba esa fragilidad de las sombras. No era como muchas. Sabía que aunque estuviéramos vinculados jamás sería mía totalmente. Pero me amaba y con eso me bastaba. No lo sé, era para mi más emocionante nunca saber que la tendría ganada. Sería para mi siempre un reto mantenerla a mi lado y vaya que me encantan los retos.

The Chosen Ones II : DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora