La noticia y Raúl.

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Desperté y mi estomago estaba revuelto, tenía que enfrentarme al día que tenía por delante,pero mi cuerpo no me respondía, esperé un rato tumbada y con gran esfuerzo pude levantarme ,al incorporarme todo daba vueltas llegué al lavabo y otra vez todo para fuera, yo creo que cuando estaba embarazada era cuando más adelgazaba ya que mi estomago era una coctelera. Cuando acabé de vaciarlo me di una ducha ,me arreglé lo que pude y me llevé a los peques al colegio, pobrecitos me veían temblar y me preguntaban si tenía fiebre. Fui al kiosco y aproveché para llamar a mi médico que me dio hora para esa tarde ya que sabía que era un embarazo de riesgo. Llamé a Luci y le pedí que viniera a verme cuando pudiera. Cuando empezó a llegar gente y me pedían bocadillos o algo de comer os juro que era superior a mí, me estremecia. Llevé la mañana fatal pero pasó, a las doce vino Luci y pudimos hablar.
— Luci te quiero proponer un trabajo, yo no me encuentro bien y las peores horas son las de la mañana yo por la tarde espero tener ya el estomago algo mejor y hacer frente al negocio pero por la mañana no me veo capaz y debo cuidarme estoy embarazada.
— María enhorabuena, que alegría, recuerdo de haber hablado de tus embarazos y que me contaste que eran horribles. Espero este no sea tan malo, y Héctor está contento. A!! Y Raúl que te ha dicho por dios!
—Héctor está felíz, y Raúl no sabe nada se cree que estoy con gripe, pero que me dices a lo que te propongo?
—María cuando empiezo? Me vendrá genial el dinero y además aquí me siento como en mi casa.
— Gracias cariño, prometo venir si me pongo mejor, pero da por hecho que un año te voy a tener contratada. Y si quieres empiezas mañana.
—Ok, pues entonces hasta mañana, y por mí no te preocupes no diré nada a nadie eso es cosa vuestra.
Sabia que mí amiga me guardaría el secreto tenía mucha confianza con ella y no dudó ni un segundo quien era el padre, ella estaba al tanto de mi vida. A la una ,vino Héctor a verme, venía con una cara de felicidad que era super gracioso.
—Hola preciosa, como estás hoy?
—Pues fatal, pero tengo hora con el médico a las cinco, he hablado con Luci y está encantada con venir cada día por las mañanas a trabajar, así que como ves ,te hago caso en todo.
—Jo!! Que apañada eres. Pues a las cinco voy contigo. Y dime una cosa, que has comido hoy?
—Ay!! No me regañes. No puedo comer, bebo mucha agua pero tal como entra sale, no sé que hacer.
—Pues ahora vengo, voy al bar a preparte algo y vuelvo. Y por hoy no te voy a regañar, pero depende de lo que diga el médico hablaremos muy en serio.
Pobre, está preocupado y os juro que no es mi intención, espero que en estos seis años tengan algún medicamento nuevo para aliviar esto.
A la media hora, llegó con un plato tapadito, cuando lo destapó y me llegó el olor no podía le rogué que no me obligará, pero no os podéis hacer  idea de lo terco que es. Me había traido una sopa casera con su pasta ,su pollito, todo troceado. Y de verdad me consta que en su família son grandes cocineros pero el bebé parecía que me tiraba del estomago.
Hice lo que pude, comí un poco eso sí tarde muchísimo. Y ya le dije —Héctor por favor no me des más!
—De acuerdo, me doy por satisfecho. Es que este niño tiene que alimentarse cariño y tu tienes una salud frágil y si no comes que será de vosotros?
—Estoy segura que tú no permitiras que este niño no se alimente eres más terco que una mula.
Se quedó medía hora más para asegurarse que no vomitaba. Y la verdad es que no lo hice, me sentó bien. A ver si esta niña, sabia cuando era su padre el que me alimentaba.
Porque os diré que yo tengo un niño y una niña y os puedo asegurar que este bebé era una niña, yo lo tengo claro.
A las cinco nos fuimos al médico y mi amiga Luci se quedó en el negocio y con mis niños.
Cuando nos tocó entrar noté que Hector estaba nervioso e  intente relajarlo con un abrazo.
—Hola María, que tal estás?
—Pues todo lo bien que se puede estar embarazada doctor.
—Enhorabuena! Te hiciste la prueba?
—Sí, un test de embarazo y me dio positivo, pero vaya que no me hacía mucha falta, lo noté enseguida.
—Bueno igualmente te mandaré una analítica completa y pasaré tus papeles al hospital y así te llamarán para seguir el embarazo. Ahora te haré un chequeo y así también  sabremos como vas de peso.
—Doctor no para de vomitar ,no come nada, hay algo para aliviar esos sintomas, es que si no caera enferma.
—Lo sé ,María es una persona con mucha anemia a demás es genética y por más que la vigilo no consigo estabilizarla, por eso la voy a vigilar mucho. Le mandaré unas pastillas para aliviar un poco eso síntomas pero los matutinos no se los quita nadie. Eso sí, María por favor come, aunque sea cantidades pequeñas pero come. Ya sabes que embarazos y que partos tuviste las otras veces y el médico fue muy claro contigo, no te juegues la vida, y aquí te tengo embarazada. Pero bueno veremos lo que hacemos e intentaremos que salga todo bien.
—Gracias doctor ,yo cuidaré de ellos.
Nos fuimos al kiosco y antes de marcharse Héctor me preparó un baso de leche y unas galletas, y le hizo prometer a Luci que me vigilaria. Este hombre!!!
Cerramos el kiosco a las siete y media,hacía frio y ya no había nadie. Nos fuimos a casa y al llegar Raúl salía de la ducha.
—Hombre hola! Todavía estás con esa cara de asco?
—Sí Raúl y cuando te veo se acentua más.
—No te pases María, no vayas de lista.
—Pues mira, ahora que lo dices, mira si soy tonta que estoy embarazada.
Sus gritos no se hicieron esperar. Yo mandé a los niños a casa de unos vecinos.
Me dijo de todo. —Eres una p---,una buscona, ahora que le digo yo a la gente?
— Pues Raúl tu mismo. Yo solo voy a decir que estoy embarazada no le tengo que dar más explicaciones a nadie, tu haz lo que quieras. Y otra cosa , tu sabes perfectamente que no es tuyo y yo no me voy a ninguna parte, así que si no quieres que lleve tus apellidos por mi estupendo, llevará los mios.
—Que te has creido tu eso? Yo no voy a ser el hazme reír del pueblo, yo acepto ese bebé pero solo por que no quiero escuchar risas a mi costa, desgraciada.
Eso lo sabía yo, este era capaz hasta de querer al bebé con tal de guardar las apariencias. Y la verdad con que Héctor y yo supieramos la verdad el resto me sobraba. Raúl se fue sin cenar salió pitando.
Yo fui a buscar a mis hijos y cuando ya los tenía en casa les expliqué bien que mamá tenía un bebé en la barriga. Se pusieron locos de contentos y deseaban contarselo a sus amigos.Se durmieron y al poco rato vino Héctor, ya venía con un plato preparado.
—Pero Héctor tu no te cansas?
—No, espero que tu tampoco, porque te quedan ocho meses que aguantarme. Te traigo unos taquitos de jamón, unas patatitas al horno y un poquito de pan. Así que mientras me cuentas tu día vas comiendo despacito.
—Ok, pesadito!
Le he dicho a Raúl lo del embarazo, y tranquilo, se a puesto hecho un loco pero dice que lo aceptará como suyo porque no quiere ser el hazme reír del pueblo, ya ves,
como si la gente fuera tonta!
—Pero este hombre no tiene dignidad ni tiene nada, y el muy cabezón no se larga y os deja en paz, el aguanta por el que dirán. Sabe el muy canalla que tú no puedes mantener vivienda y la alimentación de los niños y por ahí es que te tiene pillada, te juro que si yo pudiera os sacaba de aquí ahora mismo.
—Bueno Héctor tranquilo, todo saldrá bien, incluso si él le da los apellidos al bebé tu y yo sabemos la verdad y esta niña estoy segura te querrá más que a mí.
— Por que dices niña?
—No por nada, yo tengo la sensación que será niña pero alomejor me equivoco.
—Seguro, es un niño. Oye! Esta noche hablaré con mis padres y les explicaré como estan las cosas.
—Buf!!! Ahora sí que ya se me ha cerrado el estomago.

Lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora