Esperaba mi muerte.

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Yo la verdad que sin darme cuenta estaba sin respirar, para mí era un momento crucial, y si su madre decía que esa niña no era de él? Que haría yo y que haría Héctor?
Su madre me dio dos besos y fue directa a ver a María, la cogió en brazos y la miró tranquilamente, todos creo que aguantamos la respiración ,hasta su marido esperaba el veredicto. De pronto se acercó a su hijo y le dijo. — Hijo mío, enhorabuena, es clavadita a ti.
Bua!!! A todos nos cambio la cara. El señor Héctor nos dijo ,— Yo no la cojo que yo soy muy bruto y ella muy pequeñita. Pero hijo mio como has hecho tú una niña tan guapa?
Ya todos reiamos, estuvieron un rato y la verdad se les caía la baba a los tres. Antes de irse su madre me miro y me dijo. — María espero, que pase lo que pase entre tú y mi hijo, esta niña esté por encima de todo, por que te aseguro que lucharemos por ella.
— Señora Rocío, yo le prometí que ustedes disfrutarían de su nieta y así será siempre. Muchisimas gracias por ser justa conmigo, yo nunca engañaría a su hijo por atraparlo con un bebé.
— Bueno, eso ya esta solucionado. Ahora recuperate pronto y a disfrutar de esta niña.
Que peso más grande me quité del pecho, y Héctor también, porque si llega a ser al contrario yo no sé que habría sido de nosotros.
Me dieron el alta por la tarde y nos fuimos a mi casa, allí estaba todo preparado para nosotras, me sentí muy protegida y mimada. Empezaron a llegar visitas y mi madre las recibía junto conmigo, Héctor se fue a trabajar un rato y Raúl no aparecía por casa, yo creo que  como sabía a quien se parecía la niña le daba vergüenza estar allí. Mis hijos no se separaban de su hermana. Y si vierais a mi Eva era pura felicidad. Al día siguiente vinieron los padres de Héctor al bar y yo estaba allí con mis niños , mi madre y Raúl estaban allí. Se pusieron con la cria como si no hubiera nadie más allí, que locura. En una de esas mi hija Eva, pensó en voz alta, y delante de todos los presentes pregunto, — Mami, porque María se parece tanto, tanto a Héctor?
Dios mío!!! Yo me quedé blanca y tuve que sentarme ,se hizo un silencio, todos sabiamos la verdad, pero que le explicaba yo a mi hija!!Fue la madre de Héctor quien habló. — Que cosas tienes Eva, ven aquí conmigo y con María y veras que se parece mucho a ti.
Joder!! Menos mal que la mujer supo romper la situación.
Todas las visitas a los médicos tanto míos como de María, eran buenas notícias. Yo estaba mejor desde que me habían puesto sangre, pero me comentó el doctor que desde el parto me vigilarian el azucar y la tensión porque estaban un poco alteradas. Supongo que es normal, fue un parto difícil y el cuerpo debía estabilizarse. Sobre María , no podia estar mejor, tenía una salud buenísima ,comía
genial, y cada día estaba más guapa.
La que me preocupaba un poco era Eva, la tuve que llevar al médico estaba perdiendo peso, nunca a sido una niña de comer, pero es que ahora era una pelea constante con ella. El médico la miro bien y me pidió que yo saliera de la consulta, estuvo hablando con ella y después habló conmigo.
— María, Eva lo está pasando mal, tiene celos del bebé, pero no en plan mal, al contrario, está obsesionada, ella nunca le hará daño pero no es normal que una niña de siete años diga que no quiere ni dormir, ni comer, ni ir al cole y ni pensar en jugar, porque su bebé la necesita, y ella la va a proteger de todo el mundo. Entonces te recomiendo que hables mucho con ella y le hagas participar en todo pero que entienda que no depende de ella si no de ti.
Pobre mi niña, por nada del mundo quería que lo viviera con sufrimiento al contrario.
Hablaba con ella todos los días e intenté que lo entendiera. Poco a poco vi los avances ya estaba más relajada y lo disfrutaba más, eso sí yo sabía que estas dos hermanas tendrían un vínculo especial, de eso se encargaría Eva, menuda es ella!
Un día encontré el momento para tener unas palabras con Raúl.
—A ver Raúl, me puedes explicar porque le pusiste a la niña María y no Paula como te dije?
— Pues porque me dio la gana, ya demasiado he hecho por esa niña para que también haga lo que vosotros queráis, que yo tengo amor propio!
— Tú amor propio? Y estás aquí haciendo de imagen paterna porque de padre no haces ni con los tuyos, sabiendo que todo el mundo ve la cara de la niña y ven a Héctor? Tú hablas de amor propio? Que sabes que llevo tres años con él y no te largas por el que dirán. Vete a la mierda Raúl! Todavía me pregunto a qué fuiste el día del parto.
— Pues muy sencillo ,a ver si te morias y poder irme a celebrarlo, asquerosa!
— Pues te queda María que aguantar chaval, y ahora aguantarás a dos. Y una cosa te voy a decir, como yo te vea hacer ni el más mínimo desprecio a mi hija, atente a las consecuencias, no estaré callada y Héctor vendrá a por ti.
Como siempre se largo de casa y ya no aparecería hasta el día siguiente.
El negocio iba bien, Luci se encargaba
de todo y se le notaba que estaba a gusto. Yo con el paso de los meses empecé a incorporarme al trabajo y mi niña siempre estaba conmigo. Algunas veces Héctor me la pedía y se la llevaba a casa de sus padres y pasaban la tarde con ella, cuando la traía estaba rendida, se notaba que la disfrutaban, y siempre venía con regalos de ropa, de leche, de chupetes, que família más linda. Yo aprovechaba para estar por mis niños grandes, ellos también disfrutaban de mí y lo pasabamos genial.
Un día por la mañana pase por delante del bar de Héctor y cuál fue mi sorpresa cuando vi un letrero de Se traspasa negocio.
No pude ni entrar a preguntarle, estaba paralizada, pero porque no me había dicho nada? Que estaba pasando?

Lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora