La verdad para María.

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Eva lo tenía todo preparado para la boda, tendríais que haber visto a mi hija María cuando vio a su hermana vestida de novia, se fue cayendo al suelo y lloraba suplincandole a su hermana que no se casara. Las que estabamos allí incluida la chica de la tienda no podiamos parar de llorar, María estaba desconsolada, era consciente de que Eva se estaba equivocando pero ella nunca abandonaría a su hermana.  Llegó agosto y María se marchó de vacaciones con su tía, cuando llevaba allí diez días llegó un día Eva llorando diciendo que no se casaba, yo vi la luz! Llegué a llamar a la hermana de Héctor para mandar a Eva a Granada y así que David no la encontrará pero fue tarde, la encontró y le lavó el cerebro, volvió con él.
Todo seguía adelante, muy a mi pesar.
Nosotros preparabamos el piso donde compartiría mi vida con Héctor. Nos escapabamos a comprar cosas y pareciamos novios, estabamos muy ilusionados.
Llegó septiembre, y Eva seguía segura de casarse. El día doce cumplía diecinueve años, era una locura pero estaba decidida. María llegó el día ocho, y llegó contenta pero muy cambiada, la tarde que llegó me decía que en las vacaciones cuando enseñaba fotos de su família a sus amistades de Granada todos coincidían en que ella y Héctor eran dos gotas de agua. Yo me alarmé, esta niña era muy lista y seguro estaba atando cabos. Esa noche nos quedamos las dos hablando en el salón de casa , todos dormían y ella me explicaba anécdotas de las vacaciones, no me digáis porque pero creí que era el momento.
— María te quiero decir una cosa muy importante, pero no se lo digas a nadie y sobre todo  no quiero que tu actitud cambie ni con Raúl ni con Héctor. Tu padre biológico no es Raúl es Héctor!
— Mamá ya lo sé. Llevaba tiempo sospechando y decidí investigar por mi cuenta y lo sé desde hace un mes porque mi prima Rocío me a ayudado a conseguir la verdad. Pero quería que tú me lo dijeras.

La madre que la pario!! Ya lo sabía. Tiene once años y la niña esta ya lo sabe. Pero como?
— María, me dejas alucinada. Pero como lo has sabido?
— Pues atando cabos, el Nino y tú a veces os habéis dado besos en la boca a escondidas y yo os he visto, todo el mundo asta en el colegio me dicen que soy idéntica a él, nos vamos a ir a vivir con él y a veces  en vez de decirle Nino me e equivocado y le he dicho papa, y su cara a sido espectacular y me contestaba con los ojos llenos de lágrimas, y bueno por muchas cosas que me han hecho darme cuenta. Se lo pregunté a mi prima y ella se encargó de preguntarlo a su madre a la llalla y se lo han confirmado. Ahora entiendo porque la llalla siempre decía que tenía doce nietos y medio, claro el medio era yo.
— Ostras María, yo te lo quería decir de aquí unos años para que no reaccionaras mal, pero bueno me podrías dar tu opinión.
—Pues si te digo la verdad, estoy super contenta es lo que siempre he querido y se ha hecho realidad. Y por otro lado papá me da mucha pena, sé que no ha sido bueno contigo ni ha sido un buen padre para ninguno pero yo no lo puedo dejar de querer.
—Ni quiero que lo hagas, el día que tu decidas aceptar a Héctor como padre y estés preparada lo decidirás tú, Héctor nunca te pedirá que reniegues de Raúl.
— Bueno, ahora está todo aclarado, me voy a dormir. Te quiero mucho mamá y estate tranquila todo irá bien.

Esta niña, cada día me dejaba más alucinada, su madurez siempre me dejaba perpleja.
Al día siguiente se lo expliqué a Héctor, para que estuviera preparado para cualquier reaccion de María. Ella bajó al bar a mediodía y saludo a Héctor igual que siempre, él estaba como un flan, pero ella  se lo puso fácil y actuó como si no pasara nada. Comimos juntos y todo estuvo bien, la conversación estrella era la boda de Eva, solo faltaban tres días y todos estabamos muy nerviosos. Todos los de mi entorno ya sabían que días después de la boda de Eva, María y yo abandonariamos nuestra casa y a Raúl, y hasta mis hijos estaban de acuerdo con la decisión. Cuando María terminó de comer , se levantó y nos dijo que iba a ver a una amiga, justo antes de irse se acercó a Héctor y le dio un abrazo y al oído le dijo. — Sabes que siempre has sido el número uno en mi corazón y lo seguiras siendo. Te quiero.
Pobre se puso a llorar como un niño, ella se fue y yo me encargué de consolarlo en la cocina.
—María, esta niña con lo que me acaba de decir, acaba de hacerme sentir el hombre más especial del mundo. Ahora sé que el día en que te pedí un hijo fue lo mejor que hice en mi vida.
—Sabes Héctor que ella te tiene a ti en lo más alto. Y saber que tanto tú como toda tu família sois su família de verdad la tiene felíz.

Mi madre vino un día antes de la boda con idea de quedarse unos días, en la primera noche la puse al día de todo, ella estaba super preocupada, decía que era todo muy complicado y que ella ya no estaba para esos trotes.
Llegó el día de la boda, todos estabamos tristes, nadie de mi família queriamos que se casará, todo el juzgado estaba a reventar de gente, María y yo nos sentamos en las primeras filas y las dos llorabamos como si la estuvieramos perdiendo. Héctor lloraba de rabia, Eva era también su niña y él no había podido hacerla reaccionar. Raúl estaba enfadado, no acepataba a ese chico, pero ya era tarde.
Llegó el momento de dar el sí quiero, y lo digeron, a mí parecía que me estaban clavando un puñal en el pecho, pero yo no podía hacer más. Salimos de allí llorando, hablé con María y le pedí que debíamos calmarnos y que lo teníamos que hacer por Eva. Hicimos un gran esfuerzo durante toda la celebración, al acabar nos fuimos a casa, Eva se iría con su marido. Al llegar a casa mi hija María no tenía consuelo, era un llanto degarrador y pobrecita me decía entre sollozos —Mamá, espero que reaccione pronto y no la acabé de pisar más, porque te juro que lucharé porque mi hermana vuelva algún día a ser la hermana con la que he vivido tantas cosas bonitas. Y si él se creé que a mi me alejará de ella está muy equivocado.

La tranquilicé y la puse a dormir, yo acabé en mi cama llorando deconsoladamente.

Lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora