Cambio de padre.

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Con los días las cosas estaban tranquilas, David trabajaba para mi hijo y Eva tenía un embarazo muy bueno. También deciros que mi hijo Tony tenía otra niña, ya tenían la parejita, Tony en muchas ocasiones me contó que estaba harto de su mujer, que derrochaba el dinero que el se mataba trabajando, y que cuando llegaba a casa todo eran gritos y discursiones que Isa no trataba bien a mi nieto y él lo pasaba mal, yo pensé que cualquier día mi hijo la mandaría a paseo.
Un día me llegó una carta del juzgado, era de parte de Raúl, resulta que se había ido a vivir a Murcia y allí habia conocido a una señora y se quería casar y le corría prisa conseguir el divorcio para casarse. Por mí no había problema pero decidí ir a mi abogado y exponerle una cosita.
— Mi ex pide el divorcio expres, por mi no tengo problema pero si quiere que se lo ponga facil digale que renuncie a mi hija María, que le quite su apellido.

El verano anterior María vio a Raúl con unos  amigos en una terraza tomando algo y ella fue a saludarlo pero pobre se quedó petrificada.
— Hola papá!
— A mi no me digas papá, la gente dice que no soy tu padre, preguntale a la cerda de tu madre quien es tu padre.

María rompió a llorar, y subió a casa corriendo, le preguntabamos que te pasa, pero no le salía la voz, estaba Eva y la tranquilizó, como pudo nos explicó lo ocurrido. Eva no se lo pensó se fue a la calle a buscarlo, y lo encontró.
— Hombre si estás aquí! Zas!!

Le dio un torta a su padre, le dejó los dedos marcados en la cara delante de todos sus amigos.

— Como tú te dirijas otra vez a mi hermana te mato. Y tú bien sabes quien es el padre de María, tú suplicaste vivir con ellos. Has sido un cerdo y un cornudo cosentido. Olvidate de mi hermana y de mí.

Subió a casa y yo no daba credito.

— Pero Eva, como has hecho eso? Es tu padre.
— Se lo ha ganado a pulso, y ese ya no es mi padre. Quien no quiere a mi hermana no me quiere a mí.

María desde entonces ya nunca volvió a visitar a Raúl. Y yo sabiendo ese suceso fue por lo que decidí lo del apellido. Y él accedió enseguida, no se lo pensó dos veces. Imaginaros que tipo de hombre es. Héctor le puso su apellido a María y la adoptó. Era la única forma para poder tener todo en regla, ahora sí ya eran padre e hija oficialmente. La familia de Hector estaban felices con la notícia, ya era su nieta. María encantada de llevar ese apellido, y el siguiente día del padre le escribió una carta preciosa a Héctor y en ella le pedía permiso para llamarlo papá. El imaginaroslo, loco de contento y llorando a tope.

Llegó el momento del parto, Eva estaba comiendo en mi casa con María y con Héctor. Héctor y yo decidimos ir a dar un paseo y Eva y María verían una película en casa, cuando llegamos al portal de casa escuchamos gritos de María, subimos corriendo y Eva estaba llorando diciendo que no quería dar a luz, había roto aguas y no quería ir al hospital, Héctor se desmayó en el sofá, menuda ayuda, María llamó a un amigo nuestro para que nos llevará al hospital, David y mi hijo estaban trabajando a setenta kilometros, menos mal que nuestro a migo vino y fuimos con él, María se quedó haciendole aire a Héctor que reaccionó pasado un rato, y fue hacia el hospital.
Llegó David y Tony, el parto fue de catorce horas, pero nació una niña preciosa con una carita chiquita y unos ojos grandes, pelo negro y rizadito, mi hija le dijo a María, hermana se llamará como tú y mamá, y está niña es tan mía como tuya, yo cuide siempre de ti, ahora tu cuidaras de ella. María lloraba de emoción y de felicidad, era su niña, a los niños de Tony no los podía disfrutar Isa no nos lo permitía, pero con esa niña se desviviria. David se comportó correctamente y parecía que de momento cumplía su palabra, pero yo no bajaba la guardia.

Lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora