Capítulo 12

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Llevaba sentado cuatro horas en la sala de espera, eran cerca de las once de la noche y el celular de Alexandra no dejaba de sonar, era su madre. Alex llevaba inconsciente todo ese tiempo, me sentí terrible cuando regrese con ella sin ninguna reacción, acostada en el bote, inmóvil, estaba aterrado. Will y Liam me esperaban en la orilla, ellos eran los que causaban las explosiones, tal y como ella lo había dicho, mi sorpresa para ella eran fuegos artificiales, desde el lago se ven realmente hermosos. Vuelve a sonar el celular de Alex y esta vez Will interviene.

-¿Hola?

-¿Alex?

-No, Me llamo William Falcone, Alex es mi amiga, dejo su celular en nuestro carro, pero ella está bien. La dejamos en casa hace unas horas, solo que ya sabe, es algo distraída.- dijo Will tratando de sonar amigable.

-No menciono que ya tuviera amigos.

-Bueno, tampoco habla mucho.

-En eso tienes razón.

-No se preocupe señora Evans, a primera hora mañana, yo le llevo su teléfono a su hija para que se comunique con ella.

-Te lo agradezco mucho William. Le dices que me llame.

-Con gusto, hasta luego señora Evans. - y colgó. - Se lo creyó, esperemos que Alex esté despierta para entonces.

Yo esperaba lo mismo, que Alex despertara. Quería disculparme con ella, y explicarle lo que había pasado. Esperaba que no se hubiera molestado conmigo, aunque prefería eso y saber que ya estaba despierta. El doctor se acercó a nosotros.

-¿Cómo está? - le pregunté esperando escuchar buenas noticias.

-Acaba de despertar, pregunta por Aaron.

-Soy yo - dije emocionado.

-Sígueme, por aquí por favor.

Seguí al doctor por un largo pasillo, giramos hacia la derecha y subimos un piso por las escaleras, después giramos a la izquierda y en la tercera puerta de ese pasillo estaba Alex.

-Está ahí, acaba de despertar, me avisas si sucede algo.

-¿Qué puede pasar?

-Nada grave, solo avísame - me dejo ahí, parado ante aquella puerta blanca, ahora estaba nervioso, ¿qué le diría a Alex? qué tal si estaba muy molesta conmigo, ¿porque solo me habló a mí y no a los demás? Sé que había sido mi culpa que estuviera allí, así que decidí entrar de una vez por todas. Toque la puerta y abrí un poco la puerta.

-¿Puedo pasar?

-Claro.

Alex se encontraba sentada en su camilla con un parche a la altura de la ceja izquierda, me miraba con una pequeña sonrisa, me acerqué a ella y no pude aguantarme más.

-Alexandra, lo siento. No quería hacerte daño...

-Aaron

-Solo quería darte una bella sorpresa, pero lo eché a perder...

-Aaron

-Soy un idiota, te juro que esa no era mi intención

-¡Aaron! - Deje de hablar y permití que ella hablara - No estoy molesta contigo.

-¿Ah no?

-Claro que no, de hecho me gustaría saber cómo pasó, solo recuerdo que estábamos en el lago.

-Y escuchábamos explosiones, entonces nos asustamos, y en la última explosión, me asuste y te golpee con uno de los remos.

-Así que me golpeaste porque te asustaste

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