Dos semanas después...
Llevaba encerrada en mi habitación dos semanas, no quería ver a nadie, no quería contestar el teléfono, no quería saber nada del mundo. Es increíble como tu vida cambia de un momento a otro, ya sea para bien o para mal. En menos de dos meses mi vida cambio por completo, tenía novio, después no, vivía en Nueva York, después en Londres, y otra vez en Nueva York, conocí a personas geniales y deje atrás a los que no me ayudaban, me volví a enamorar, tenía mamá, y ahora, ahora solo me quedan los recuerdos y los amargos momentos de esa noche. Es difícil de creer que no está conmigo. Tener la estúpida esperanza de que entrará por esa puerta.
Liam y James regresaron a Londres, tenían que asistir a clases, además les dije que no quería verlos. Y creo que no se los dije de una forma muy agradable, me arrepentí a los cinco minutos de haberles gritado. Recibo mensajes de Aaron, los cuales no contesto, y si lo hago son muy cortantes. Recibo mensajes de James, de Will, de Liam, ninguno contesto, no quiero saber de nadie, no quiero la lastima de ninguno. "¿Alex estás bien?" "Evans debes contestar, nos preocupas" "Nena, ¿ya comiste?" "Alexandra Evans, contesta nuestras llamadas" "Alex te extraño" "Quiero saber de ti" "Nos tienes a nosotros"
No tengo idea de lo que deba hacer y pierdo mi tiempo viendo los días pasar desde mi habitación. Creo que he perdido varios kilos, Isaac salió de mi vida desde aquella mala noche, no quería volver a verlo. Mi vida se acabó junto con la de mamá. Tocaban a la puerta varias veces al día, era Vanessa o Ryder, a ninguno les abría, solo respondía para que supieran que seguía con vida y no tiraran la puerta. Mi celular comienza a vibrar, es una llamada de Aaron, la quinta llamada en lo que va del día.
-Hola. – contesto.
-¡¡¡Alex!!! Por fin contestas, estaba por tomar un vuelo a Nueva York y saber de ti.
-No hagas eso.
-James y Liam dejaron muy claro que no querías saber nada de nosotros. Entiendo que de ellos, pero. ¿Tampoco quieres saber nada de mí? – Sentí ganas de llorar, y un nudo se formó en mi garganta, lo necesitaba a mi lado, lo extrañaba, extrañaba esos abrazos. Claro que quería saber de él, pero no creía que estuviera bien sentirme bien después de lo que sucedió. Aaron me hacía feliz, por eso lo evitaba.
-¿Alex?
-Aaron, no es un buen momento.
-Nunca será un buen momento.
-No, no lo será. Mamá ya no está conmigo, no tengo a nadie conmigo. Estoy sola, sola Aaron – Comencé a llorar. – Es difícil, es difícil querer seguir adelante, es difícil continuar con mi vida sin nadie a mi lado, sin familia.
-Alex, no estás sola, nosotros...
-Si lo estoy Aaron, estoy sola, no tengo a nadie más. Se fueron las dos personas más importantes de mi vida, sin ellas siento que no puedo respirar, que no puedo ser feliz, que no volveré a sonreír. Ya no tengo quien me ayude a construir mi camino, quien esté detrás de mí por si caigo. Tengo miedo Aaron, tengo miedo de salir al mundo yo sola.
-Si quieres seguir adelante, yo estaré a tu lado.
-¡No lo estás Aaron! Estás en Londres, sé muy bien lo que les dije a James y Liam y me arrepentí al instante de haberlo hecho. Los necesitaba a mi lado, los necesito a todos, pero no están.
-¿Quién dice que no?
-Yo lo digo, estoy sola. No hay nadie más a mi lado.
-Entonces abre la puerta – Abrí los ojos como plato.
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Over Again
Teen FictionEmpezar desde cero. Nueva ciudad, nueva escuela, nuevos amigos, nuevos amores, nuevas oportunidades.