Apocalipsis

Capítulo V

"¿Dónde estoy?" Todo estaba muy oscuro, no veía nada, ni siquiera había alguien.
-¡Marina!¿Donde estás?-grité con todas mis fuerzas.
De repente, apareció una luz muy brillante y cegadora. "Pero,¿qué está pasando? No entiendo nada". Me giré y apareció una mujer,rubia y de unos 40 años, tenía los ojos color café y el maquillaje lo tenía corrido.
-Hola,¿Quién eres?¿Qué haces aquí?
-Yo...soy.....-dijo, con voz temblorosa.
-Eres.....-le impulsé a seguir.
-Soy...soy.....un mons-monstruo.
-¿Por qué eres un monstruo?
-Porque soy uno de ellos.-dijo con una sonrisa pícara en la cara. De repente, se apaga las luces. "Que mujer más rara, a por encima, estoy a oscuras otra vez"
Me doy la vuelta, escucho atentamente, escucho un susurro y me sobresalto. Siento que por mi espalda me recorre un escalofrío.
-¿Quién anda ahí?
*Clink*
Segundos más tarde ya se había encendido otra vez la luz. Delante de mí no había nadie, miré a mi alrededor, nada,absolutamente nada.
-¿Hola?
Nadie me respondió. "Esto es muy extraño". De repente, veo algo, no sabía lo que era. Me acerqué, y por fin lo reconocí, era la mujer de antes me acerqué más a ella, estaba de espaldas, sólo me quedaba unos pocos metros para tocarla, pero de repente, se giró.
-¡AHHH!-grité horrorizada al ver como su cara había cambiado. Ahora era un zombie.
Di media vuelta, corrí hacia delante sin saber a donde ir. Unos pocos minutos apareció otra vez la extraña mujer. Por alguna razón llegaba al mismo sitio."¿Qué hace esa mujer aquí?". Quería darme la vuelta y correr, pero,cuando volví la cabeza, estaba rodeada de zombies. "No me lo puedo creer". Cada momento los zombies estaban más cerca, "¿De dónde salieron estos zombies?". Un zombie interrumpió mis pensamientos cuando se abalanzó hacia mí.
-¡Noooo!-grité. Abrí los ojos, estaba en el coche. Diana, George y Marina me miraban asustados.
-Tranquila, Ana, solo ha sido una pesadilla.-me dijo mi hermana dulcemente apoyando su cabeza contra la mía y cayéndome su pelo largo, moreno y suave en la cara.
Le dediqué una sonrisa y me recosté en su hombro.
-Chicas, ya queda 5 minutos para llegar al refugio.-nos anunció George.
"Por fin"-pensé, al fin y al cabo, tenía ganas de llegar y saber quién estaría allí y que nuevas aventuras me depararía el destino.