Apocalipsis

Capítulo XVI

Cada uno estaba en su posición para el plan. Les hice una señal para que comenzara el plan. Marta y Sara fueron a junto los guardias. Les estuvieron entreteniendo así que no se dieron cuenta que yo me había colado en el edificio. Ese edificio era blanco como el exterior. Caminé silenciosamente por el largo pasillo hasta que encontré una puerta. La abrí. Allí dentro estaba repleto de máquinas. "Es como un laboratorio o algo parecido" Entré dentro, no había nadie. Miré a la pantalla del ordenador. Había una imagen de toda la ciudad donde vivía,y estaba llena de gente normal, como eran todos antes de que se convirtieran en zombies.
Me senté en la silla, en frente del ordenador. Cogí el ratón y le di a la flechita que estaba al lado de la imagen para cambiar a la siguiente foto. Era de la misma ciudad pero ahora completa de zombies. Le di otra vez a la flechita. "No puede ser"-pensé horrorizada al saber quien era.
-¿Quién eres?¿Qué haces aquí?
Me giré.
-Tú....eres....-dije horrorizada.
-Yo soy Melinda, científica profesional. ¿Y tú quien eres?
-¡Yo soy la persona que estuviste atormentado todos estos días en mis pesadillas!
-Ana.....¿Eres tú?
-Sí ¿Qué quieres de mí?¿De qué me conoces?
-Ana....una madre no se puede olvidar de su propia hija.
-¿Madre? Te estarás equivocando. Mis padres son zombies. Mi hermana los vio convertirse.
-No, Ana. Eso es lo que quisimos que creyerais.
-Pero...¿Cómo?-pregunté aterrorizada.
-Hace 4 años antes de que todos fuesen zombies, yo trabaja en el mejor laboratorio del mundo y descubrimos un virus. Ese virus era muy peligroso. Hicimos una prueba con un ratón. El ratón se convirtió en un ratón horroroso que le caía las babas y que se chocaba contra los lados de la jaula. Metimos a otro ratón normal y corriente a ver que pasaba. El ratón infectado se abalanzó contra el ratón y le empezó a mordisquear. Unos segundos después el ratón que hacía unos segundos era normal , era igual que el otro. Nunca pensamos que iban a ser peligrosos así que los dejamos en la jaula. No sé cómo pero abrieron la jaula y sin darme cuenta mordían a mis compañeros. Al darme la vuelta vi como se transformaban en esas cosas asquerosas. Corrí y cerré la puerta. Cogí todo lo que pude y me marché a casa. Alguien debería de abrir la puerta y dejó que salieran. Así fueron contagiándose unos a otros.
-Pero, eso no explica como hicisteis para convertiros en zombies. ¿Y por qué tuve esas pesadillas?
-Hice un mejunje que te convertía en zombie un par de horas y eras consciente de lo que haces. Y los zombies piensan que eres uno de ellos. Cuando nos íbamos a convertir en zombies sólo tenías 12 añitos. Así que, a la noche, mientras dormías, tu padre y yo te pusimos un microchip en la cabeza para que si algún día estuviéramos cerca tuvieras pesadillas para que me buscases.
-Estáis mal de la cabeza. Es decir, vosotros ibais a haceros pasar por zombies mientras nosotras nos quedábamos allí metidas para siempre. ¿Os parece normal?
-No quería poneros en peligro...-dijo cabizbaja.
-Ah, es decir que dejarnos en la casa rodeadas de zombies era la mejor solución.
-Vista de esa forma....
-¡Cállate! ¡No quiero saber nada de ti! ¡Para mí tú estás muerta! Ah por cierto, dile a papá de mi parte,ya que no está con nosotras, que también esta muerto para mí -dije fríamente.
-Ana...yo...
No quería escuchar más y eché a correr. Salí afuera. Marta y Sara seguían hablando con los guardias.
-Bueno nos tenemos que ir -dijo Marta refiriéndose a los guardias.
Todos nos reunimos detrás de un arbusto.
-¿Qué has averiguado?-preguntó Bruno ansiosamente.
Sentía que mis ojos se inundaban de lágrimas. Me caían como cataratas por mi cara. Me tapé la cara con las manos. No soportaba que me viesen llorar. Al percatarse de mis lágrimas todos se pusieron en circulo alrededor de mí, consolándome. Yo no les escuchaba, en mi mente se repetía una y otra vez las palabras de mi supuesta madre. No paraba de llorar. Sentía que mi corazón se rompía en pedazos rasgándome el pecho. La cabeza me daba vueltas. No pude más y perdí el sentido. Oscuridad, sólo veía eso. "No me quiero despertar"