"Por fin podemos transformar a todos"
-Venga, ¿a que esperamos a transformar a todos los zombies? —dije entusiasmada.
-¡Eso! —gritaron todos.
-No podemos hacerlo aún. No sabemos cuanto tiempo dura. ¿Y si solo dura unos años? ¿Meses? ¿Semanas? ¿Días? No podemos arriesgar la vida de tanta gente -explicó Melinda.
-¿Entonces que hacemos? -preguntó Marina.
Miramos para el hombre inconsciente que estaba aún en la mesa.
-Le meteremos en una jaula llena de cámaras para poder vigilarle a todas horas.
Asentimos y acto seguido Bruno y Ricky lo llevaron por un pasillo largo. Allí había una habitación tipo cárcel con un inodoro,bebida,comida y agua. Lo tumbaron en la cama lentamente y salieron fuera. Acto seguido Melinda cerró la puerta con llave. Me fijé en el hombre. Era joven, tendría unos 20-25 años. Tenía el pelo despeinado de color castaño. Estaba vestido con una camiseta de asas llena de sangre y rasgada que se le veía un poco su definida tableta y un pantalón corto azul marino lleno de tierra. Estaba sin zapatos, dejando al descubierto sus pies.
-Chicos, yo me voy a quedar -dije mirando a todos a los ojos.
-Pero no vengas muy tarde a casa -me advirtió mi hermana.
-Ya, tranquila.
-Cariño, ¿Podemos hablar? -me dice Bruno.
Acto seguido me coge de las manos y me lleva a un rincón.
-Cariño, quiero dar una vuelta contigo, a solas, con el entrenamiento y con todo, hace tiempo que no estamos solos y lo echo de menos... -me dice con ojos tristes mientras los demás nos miran curiosos.
-Me encantaría cariño. ¿Me recoges?
-¿Te viene bien a las 20:00?
Miré el reloj que está en mi muñeca derecha. Son las 18:00
-Me parece perfecto.
-Genial. Iré muy guapo para ti -me dice sonriente.
-Siempre lo estás -le digo dándole un beso dulce.
Volvemos con los demás y me despido de todos con dos besos.
Vuelvo a la "cárcel" y me siento en una silla de madera donde se puede observar todos los rincones del cuarto.
-Aagg
Me quedo hipnotizada mirándole
"¿Se despertará? Miro entusiasma a que se despierte. Quiero preguntarle todo. Como se llama, cuantos años tiene, si se acuerda de algo... Información, solo quiero eso.
Veo como abre los ojos lentamente confuso.
-Pero...¿Qué ha pasado?
-Emmm... Hola -dije amablemente-. Soy Ana, encantada.
Me mira extrañado y se queda mirándome alucinado. Me pongo roja inmediatamente. "Si que es guapo..."
-¿Qué pasa? -dije mirando para el suelo avergonzada.
Mi pregunta hace que reaccione.
-Ups, perdón es que... -empieza a decir, pero se queda mirándome y cambia de tema -. Bueno, yo me llamo Rubén encantado de conocerte, Ana ¿no?
-Exacto -le digo con una sonrisa.
-Bueno... ¿Sabes por qué estoy aquí?
Le digo todo detalladamente. Los zombies, el plan, el cambio que hizo por el suero, la observación que tenemos que hacer con él... Todo.
Me escucha con los ojos como platos, parece que no se cree la mayoría de las cosas, pero no me importa sé que las cosas cambiarán de un momento a otro. Si el suero no falla... Todo el mundo podría estar curado. Al terminar de contarle todo nos quedamos en silencio. Llevamos unos minutos callados y decido romper el silencio.
-Bueno... ¿Y qué edad tienes?
-21, ¿y tú?
-16, aunque me queda un par de meses para cumplir los 17 -digo con cara orgullosa.
-Bueno aún eres una enana -me dice con tono burlón
-Ay perdón hijo de Tutankamon -digo riendome.
Él también se empieza a reír. Tiene una risa bastante curiosa.
-Y bueno supongo que tu corazón es de una chica.
-Que bah, me rechazaron millones de veces cuando era un adolescente y me cansé de que me rechazaran... Y desde entonces estoy esperando a la adecuada.
Me mira con ojos penetrantes. No entiendo como lo rechazaron con lo guapo que es. Pelo castaño cayendole en los ojos, ojos marinos con un círculo alrededor de la pupila de un color verdoso, barba de unos meses (también hace tiempo que no se afeita al ser un zombie) y una tableta definida. Parece que es alto, pero no estoy segura.
-¿Y tú? -me pregunta.
Me despierto de golpe de mis pensamientos.
-¿Qué? - pregunto.
-Que si tienes novio.
-¡Ah! Pues yo...
Inmediatamente me acuerdo de la cita. Veo el reloj, son las 19:30.
-Perdón tengo prisa. Mañana nos vemos -digo apresuradamente.
-Hasta mañana -escucho a lo lejos.
Voy corriendo a casa a canbiarme. Me pongo un vestido suelto que esta abierto por detrás de color azul claro, como los ojos de Bruno. Me arreglo un poco el pelo y me calzo. Escucho el timbre.
-¡Ya voy! -grito desde mi cuarto.
Me dirigí a la puerta. La abrí y me quedo impresionada.

ESTÁS LEYENDO
Apocalipsis
ActionAna, una joven de 16 años de edad es abandonada junto a su hermana, cuando tenía 12 años, en su casa rodeada de zombies