4: "Necesitas salir."

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La ventanilla del auto estaba empañada. Con mi dedo trace una carita feliz sobre ella y un suspiro escapo de entre mis labios helados.

La manga de mi casaca se encargo de limpiar la superficie de cristal para poder ver mejor el paisaje blanco que había detrás. Los arboles ya habían perdido todas sus hojas, el verde vivo había abandonado los arbustos que decoraban los jardines de las casas que pasábamos y los copos de nieve danzaban graciosamente al caer. Me acomode la casaca de plumas que llevaba, buscando algo de calor, porque aun cuando la calefacción del vehículo estaba encendida, sentía mis huesos temblar.

Mire hacia adelante para descubrir a mi nuevo guardaespaldas con la vista fija en la carretera. Paul había sido uno de los pocos candidatos, que logro cumplir cada uno de los requisitos que mis padres habían impuesto para conseguir el trabajo. Cocinaba, era el perfecto Babysitter, y podía manejar como Vin Diesel, manteniendo el limite de velocidad y con tu seguridad como su mayor prioridad.

-Paul, ¿Te importaría subir la calefacción?- un asentimiento por parte suya fue la única respuesta que obtuve. Sin despegar los ojos de la ruta, aparto su mano del volante y aumento el calor-. Gracias, Paul.

Desde el accidente de mi hermano, mis papas decidieron no descuidarme ni un solo momento más. Ya no me permitían tomar el bus escolar. Aunque realmente nunca lo tomaba. Tampoco les agrado la idea que Zack pasara a recogerme en su auto de los noventa para ir a clases.

-No es que el chico nos caiga mal hija, es solo que no queremos que vuelva a pasar algo parecido a la tragedia que sufrimos con tu hermano- explicaron ellos cuando proteste al no poder ir con mi mejor amigo-. Además que su carro parece el ancestro de los automóviles del siglo pasado. ¡Mira que si te pasase algo tu madre y yo no nos lo perdonaríamos!

Tuvieron que hacer cambios radicales en su forma de trabajo para tener la oportunidad de trabajar desde casa y tomarse más tiempo para mí. La idea no me desagradaba, pero tener a colaboradores, trabajadores y empresarios importantes rondando por la casa me incomodaba un poco. Sentía que ya no tenia privacidad.

Y con lo que respecta a mi hermano, las noticias no eran muy alentadoras.

Después de largos chequeos médicos, los doctores dijeron que la probabilidad de que mi hermano despertara había mejorado. Pero que despertara pronto, ese era otro asunto.

Podían pasar años antes que Nico se recuperara del todo y si llegaba a despertar, cabía la posibilidad de que trajera consigo algún problema físico o mental.

Aun así, nosotros no perdimos las esperanzas. Nos aferramos a ese pequeño rayito de luz que asomaba entre las nubes grises que rondaban nuestra felicidad y nos prometimos llevar las cosas de un modo optimista.

En mi caso, cumplir esa promesa era todo un reto. Sin mi hermano y con las pesadillas empeorando, ser optimista era ser hipócrita.

Mis notas habían mejorado por fin, una de las únicas buenas cosas que pasaron estos últimos meses. Y todo gracias a Diego. Al ser asignado mi tutor personal, a la profesora le pareció una buena idea sentarnos juntos. El procuraba prestar atención en clases (Ya que yo pasaba toda la hora distraída) y luego explicármelo todo de una manera más fácil. Como la medida de tiempo que nos otorgaban en Ciencia no era suficiente, Diego se tomó la libertad de acompañarme en las pausas y recreos para aclarar las dudas que tenía.

Las clases privadas, las visitas seguidas al hospital, mis estudios y la prohibición de ir con Zack a la escuela, disminuyeron mi tiempo libre, el tiempo que antes solía utilizar para pasar con mis amigos, en especial con Zack.

Demore un poco en entender que por aquella razón, el ya no hablaba conmigo y me evadía. Una tarde le invite a comer pizza, pero una cosa llevo a la otra y Zack termino sacando a flote el molesto motivo de discusión. Yo me moleste, él se molestó, y como ambos tenemos un carácter bastante fuerte... terminamos discutiendo a voz en cuello y gritándonos cosas hirientes.

Mi Ángel OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora