29: "Te veo."

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-Anda, contesta... Creo que a tu amigo le urge hablar contigo- dijo Axel con voz socarrona.

Ni me moleste en mirarle. Conteste antes que la llamada se cancelara.

- ¿Isaac? - lo llame, segura de que seguía siendo el. Aparte que ya no pensaba confiar más en la palabra de Axel. Del otro lado de la línea escuché respiraciones pesadas- ¿Hola? - volví a insistir, preocupándome más.

-Kate... - el miedo era imposible de ignorar en la voz temblorosa de Zack- Kate... ¿Qué está pasando? - eleve mi mirada, topándome con la cara sonriente de Axel.

- ¿Zack?

- ¿Kate...? - sentía su desesperación como si se tratara de la mía- Kate, ¿Qué... que pasa? No entiendo nada...- unos sonidos extraños sonaron en el fondo. La voz entrecortada de Zackary se detuvo abruptamente.

- ¿Zack? - volví a llamarle, intentado recuperar su concentración- ¡Zack! ¿¡Donde estas!? - y entonces el colgó.

-Oh... pobre Zack, sonaba muy confundido- expreso Axel con lastima fingida. Baje la mano que sostenía mi celular y la repose sobre mi regazo. Las ideas y opciones que volaban por mi mente apenas me dejaban reaccionar ante Axel intentando provocarme.

- ¿Por qué haces esto? - hable al fin-. Estoy harta de este juego- el demonio me miro curioso-. Desde que me involucre con lo sobrenatural todo lo malo me está pasando a mí, a mi familia y a mis amigos... No quiero seguir con esto- susurre bajando la cabeza y atrayendo mis piernas hacia mí.

Algo se sentó a mi lado. Admito que sentí sorpresa al ver a Axel sentado frente a mí. Tomo mi barbilla con sus manos. Pero también me sentía aterrorizada. ¿Cómo había logrado atravesar el circulo?

-Eh de confesar- comenzó el suavemente-, que adoro verte sufrir de ansiedad... Pero tu hora no llego... todavía- y predeciblemente, desapareció. Esto se estaba volviendo aburrido. Estaba cansada de ser la victima que no tenía idea de nada. La chica enamorada de un amor casi imposible. Sentía que mi vida se tornaba sombría con el pasar del tiempo, y ese, ese no era un sentimiento agradable.

Y Zackary... ¿había vuelto enserio? ¿Habría sufrido cambios como Diego? ¿Y qué le sucedió a Isaac? ¿Estaba... muerto?

Preguntas y más preguntas. No lo toleraba más. Iba a terminar volviéndome loca.

Pero antes de dejar que la locura siguiera consumiéndome, me aseguraría de que todos los que me importaban tuvieran una buena vida. O que al menos tuvieran una.

Pensando maquiavélicamente, como lo haría un demonio... ¿Dónde habría sido el lugar perfecto para dejar a Zack? ¿Para dejarlo confundido, asustado... solo?

Se me ocurrieron un millón de lugares. Un edificio abandonado, algún lugar en lo profundo del bosque, un callejón sin salida...

Intente llamar a su celular. Nadie respondió. Lo intente otra vez.

Tras el séptimo tono y cuando yo ya estaba a punto de colgar, Zackary respondió la llamada.

- ¡Zack! Zack, ¿Dónde estás?

-Kate, ¿Dónde están todos? ¿Por qué esta tan oscuro? Hace mucho frio...- sus dientes castañeteaban mientras su voz temblaba.

-Zack, descríbeme el lugar donde estas- rogué rápidamente. Temía que, si esperaba demasiado, el volvería a colgar.

-Esta oscuro... hace frio...- entonces me di cuenta que él estaba en shock. Repitió las mismas frases unas cuantas veces más, de un modo monótono.

-Zackary, por favor, concéntrate. ¿Qué hay alrededor?

-Arboles... muchos árboles. Hay... hay un...

- ¡Zack!

-Un lago.

- ¿El lago Oppold?

-Si- contesto el al fin.

Esta vez fui yo quien colgó. Me levante a toda prisa y baje a paso rápido las escaleras. Tuve que evitar ser descubierta por mis padres, por Nico o por alguien más mientras tomaba dos abrigos y las llaves del auto de la mesa.

Maneje a una velocidad vertiginosa. La carretera estaba vacía, por lo que no me preocupe en ocasionar un accidente por manejar con exceso de velocidad. En menos de veinte minutos estuve aparcando el auto cerca del camino peatonal que llevaba a las orillas del lago. Saque mi móvil y marque el número de Zack.

-Katie...

-Zack, ¿dónde estás? - baje del auto y me encamine al lago. Su superficie ya no estaba cubierta por hielo, pero sus aguas seguían heladas. La conexión no era la mejor, pero aun podía escuchar la respiración pesada de Zack al otro lado de la línea.

Los enormes árboles se cernían sobre mí al caminar por el oscuro camino. Las piedritas y las ramas bajo mis pies crujían y emitían sonidos con mi andar, siendo esa la única interrupción sonora en la paz del lugar.

-Te veo- escuche, en la otra línea y tras de mí. Me detuve en seco y giré sobre mi eje. Zackary estaba sentado sobre las raíces sobresalientes de un enorme tronco, arropándose incansablemente con su ligera casaca. Guardé mi celular y corrí hacia él. Me acuclille a su lado y toque su mejilla. Sus labios se estaban tornando azules y su piel estaba fría, mientras que todo él estaba mojado. En un movimiento inesperado el apoyo su mano sobre la que yo tenía en su rostro, aferrándose a esta.

-Zack, estas helado...- lo tome por debajo de las axilas y lo ayude a ponerse de pie-. Ven, vámonos.

Deje que su brazo pasara por encima de mis hombros y que él se apoyara sobre mí. Caminamos lentamente hasta el auto y deje que el entrara al auto primero. Cogí el segundo abrigo del asiento de atrás y cubrí a Zack con este. Me senté a su lado y prendí el motor y con él, la calefacción.

Espere a que el auto comenzara a cobrar una temperatura agradable para girarme y mirarle de lado. Zackary aun temblaba, y su mirada estaba clavada en el parabrisas. Le toque el hombro suavemente y aguarde a que el me viera.

-Zack...- comencé, mas no encontré las palabras adecuadas.

-Katherine, ¿Qué mierda está pasando aquí? - fue lo primero que el atino a decir.

No sabía que decirle. No sabía que era lo que él ya sabía. No sabía nada. Así que preferí dejar que el me contara primero que sabía.

- ¿A qué te refieres?

-Tu sabes a que me refiero- él se volteo completamente. Sus ojos marrones escrudiñaban mi rostro en busca de respuestas- ¿Que paso desde aquel día sobre la pista de patinaje?

Esta vez era yo la que iba a ser interrogada y también la que tendría que explicarlo todo.

Porque una cosa estaba clara: Zackary sabía que había sido poseído.

Mi Ángel OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora