33: "¿Eso que fue?"

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No me sentía triste, pero no podía evitar sentirme como una tonta. La gente que pasaba de vez en cuando en frente mío iba mayormente tomada de la mano. Algunos se volteaban a mirarme, no supe descifrar si por pena o por curiosidad. La luz de la luna brillaba sobre el pequeño lago artificial del parque, iluminando tenuemente el sendero por el cual pasaban las parejas.

Gire mi cabeza hacia la derecha y observe distraída la calle y a los clientes que salían satisfechos de la pizzería. Una silueta capto mi atención al hacer su aparición al final de la calle; corriendo en dirección a la pizzería. Entro en el local y a los pocos segundos salió acompañado del mesero, quien señalo con ambos brazos hacia el parque.

El sujeto agradeció con un asentimiento y continuo su carrera acercándose cada vez más y más a mí. No demore en reconocer a Diego, quien llevaba el pelo alborotado y las mejillas rosadas por el esfuerzo físico. Se detuvo frente a mí y se apoyó sobre sus rodillas, tratando claramente de recuperar el aliento.

-Yo...- dijo el mientras tomaba grandes bocanadas de aire-, yo lamento haber... llegado... tarde- Diego volvió a incorporarse y entonces me percate del ramo de flores que su mano derecha había estado sujetando. El las extendió hacia mí y sonrió a medias con aquella sonrisa que tanto me había encantado.

No tenía muz claro cuál sería la mejor manera de actuar en ese preciso momento. Podía ponerme de pie, dejarle la cara marcada por mi mano e irme. Podía aceptar el ramo de rosas, para luego aventárselo a la cara e irme. Podía simplemente ponerme de pie e irme sin dignarme a dirigirle la palabra.

Pero no hice ninguna de esas cosas. Me quede sentada, con la boca medio abierta y mis manos cruzadas sobre mi regazo.

El siguió sosteniendo el ramo, algo inseguro de que hacer a continuación. Me dirigió una mirada y luego miro las flores. Cuando no hice ningún ademan de tomarlas el dejo caer su brazo derecho y sin preguntarme tomo asiento a mi lado. Preferí no preguntar cuál había sido el motivo de su tardanza, no quería parecer molesta o desesperada. Al contrario, mantuve mi mirada fija sobre el lago, esperando a que el dijera algo.

-Lamento dejar que la pizza se enfriara- volvió a disculparse con un tono culpable-. No pude llegar antes... de hecho, ni siquiera sabía si te encontraría todavía, cualquier otra persona se hubiera marchado, y con toda la razón.

-Supongo que no soy como las otras personas- rompí mi silencio sacándole una sonrisa.

-Enserio lo siento. Se suponía que esta cita seria para enmendar mi falta de amabilidad contigo... y termine arruinándola al llegar tan tarde.

- ¿Cita? - pregunte sin evitar sonreír. Acababa de acordarme de nuestra "primera cita" en el súper mini-market. Me atreví a mirarlo a los ojos. Sentí una oleada de emociones invadir mi cuerpo cuando el aprovecho la oportunidad para apartar un mechón de cabello de mi rostro.

Sus dedos rozando mis mejillas trajeron recuerdos a mi mente que creía olvidados. Tuve que hacer un enorme esfuerzo por no dejarme llevar y posar mi vista en sus labios. Mi curiosidad despertó cuando, al levantar mi mirada, descubrí la suya enfocada en mis labios.

No sé porque lo hice; antes de darme cuenta de lo que estaba haciendo, mi boca ya estaba sobre la suya, besándolo tímidamente. Un pequeño beso corto y fugaz. No puedo explicar todo lo que sentí en esa milésima de segundo. Era como si intentara decirle todo lo que sentía por el a través de ese gesto, como si quisiera abrirle los ojos y contarle toda la verdad sin necesidad de usar palabras.

Me enternecí al ver sus ojos cerrados y sus labios entreabiertos.

- ¿Eso que fue? - pregunto el sin abrir sus parpados.

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⏰ Última actualización: Apr 27, 2020 ⏰

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