Mud And Dark (Sucia y oscuro)

Revelaciones.

Hermione

Las clases al dia siguiente continuaron como si nada hubiese ocurrido. Yo en mi cabeza no dejaba de pensar y darle vueltas al asunto, como es que solo Harry había escuchado aquella voz, no era una buena señal. Ademas, tendría que tener precaución, "Enemigos del heredero temed" ¿Que clase de extraña amenaza es esa?

Hoy tocaba estar con la profesora Mcgonagall, apenas estaba prestando atención, pero por lo poco que ella decía, convertiríamos animales en copas de vidrio. Quizás era la clase adecuada para hacer alguna pregunta respecto a la "cámara de los secretos", aunque podría ser una pregunta inapta para el lugar. Mientras la atención de todos estaba en el fallido intento de Ron por convertir su rata en copa, a causa de su varita que estaba arruinada, yo tenia preguntas rondando. No resisti mas y en vista de que la clase había tomado un aire menos serio, alce mi mano esperando que mis respuestas llegaran.

Draco

Burlarme del tonto Weasley era satisfactorio, me habría divertido mas, claro, si hubiese sido yo quien lo humillara otra vez, como con su fallido intento de hacerme botar babosas por la boca. Idiota. Cuando mi sonrisa iluminaba toda aquella sala llena de tontos, alguien con cabello alborotado alzo su mano e hizo la pregunta que espere que hiciera todo el día, aunque no la crei capaz de hacerlo, siendo la "alumna ideal", no creo que tendría el valor para preguntarle siquiera a alguien. Pero como siempre, ella no se quedaría sin respuestas.

Si fuera cercano a ella, apostaría que paso la mañana inmersa en libros buscando sobre la famosa cámara de los secretos. Mi atención ahora estaba de lleno en ella, su cabello, su espalda se veía atractiva desde donde est... ¿Que demonios? Sacudir mi cabeza fue poco, la sala se quedo en silencio esperando que la profesora hablara, por suerte nadie había notado incomprensible embobamiento por la desagradable preguntona. El odio a su especie volvió.

- Los de sangre pura - Mcgonagall contaba la historia de Hogwarts como la mayoría la conocíamos, con mas detalles claro, entonces al decir aquella frase, instintivamente mi mirada volvió a ella, Granger, que en ese momento se encontraba siguiendo con la mirada a la profesora que paso delante de mi, encontrándose con mi mirada. Parecía ser algo inevitable para ambos. Ambos nos encontrábamos mirándonos en determinadas ocasiones. No era casualidad ya al segundo año de escuela. Solo me dedico una mirada de desagrado, ignorando y volviendo a mirar a la mujer que explicaba la clase de criatura que vivía en la cámara. En resumen, un monstruo. Monstruo peor que los sangre sucia, no creo.

Hermione

Luego de clases, siguiendo nuestras suposiciones, Harry, Ron y yo, creyendo que Malfoy era el heredero, ellos lo creían mas que yo, porque ¿Malfoy el heredero? En ese caso esperaría que hubiese heredado un poco de la genialidad de Slytherin, porque debo admitir que si creo una cámara que no a sido descubierta por los mejores magos que a mi parecer son Mcgonagall y Dumbledore, pues, ha de haber sido un genio en sus tiempos, aun con sus defectos. Volviendo, al estar en la biblioteca les enseñe mi plan, el único que tenia y aunque romper reglas no era mi mas favorito pasatiempo, parecía ser hasta el momento la mejor opción que teníamos. La poción multijugos. Tardaría un mes en hacerla y era compleja, seria un gran reto para mi.

Draco

Se acercaba el juego de Quidditch, Slytherin versus Gryffindor. Una parte de mi me decía que teníamos el juego mas que ganado. Hoy tenia que lucirme de todas las formas posibles, vendría mi padre y eso era realmente importante, no porque realmente tuviera un significado para mi, porque sabia, que si algo salía mal, se sentiría avergonzado de mi derrota.

Tenia que sacármela de la cabeza, estaba mas que seguro que al entrar en el campo ella desaparecería y mi atención estaría en la pequeña dorada con alas que debía atrapar, la Snitch dorada. Era la mas atractiva de todas las pelotas, pero la mas difícil. Mantener el un balón del lado verde no seria problema, pero encontrar algo que apenas se ve, era una gran tarea y así como grande, pesada. Seria un gran reto para mi.

Durante el juego mi animo subia y subia a cada punto que comenzábamos a acumular. Se veía la victoria cada vez mas cerca. Para añadir el toque perfecto a todo, debía humillar a Potter frente a todos. No estaba siendo una tarea muy difícil, porque extrañamente, una de las pelotas comenzó a seguir al tonto, una Bludger para ser exacto. Burlarme de el fue inevitable cuando estaba cerca de mi, eso fue lo que me cego a mi real tarea, seguir buscando la Snitch.

Potter paso por mi lado mas que rápido en busca de algo, el había visto lo que yo no. Fueron minutos críticos. Comencé a seguirle e incluso le estaba alcanzando, rebasandolo en algunos momentos. Pero una vez mas, por distraerme en burlarme, cometi un error, lo que me llevo a saltar, involuntariamente obvio, de mi escoba, dejándome sentado casi en el medio del campo. No quise levantar mi mirada, mi padre estaría decepcionado. Pocos minutos después el partido acabo con la victoria de Gryffindor. Tendría regaños de todas partes, mientras el estupido tenia toda la atención, como siempre.

Nos llevaron a ambos a la enfermería, pero ni siquiera exagerar servia para opacar al estupido Gryffindor. No me importaba la atención de todos, pero mas que nada, cierta chica demasiado preocupada por el, me estaba haciendo hervir una vez mas. Aunque habían chicas Slytherin con su atención en mi, no era suficiente.

Aquello me llevo a durante la tarde pensar en que me estaba ocurriendo, pero siempre prefería pasar ese tema y continuar con mi día, alardear y exagerar respecto a lo que me había sucedido. Distraerme en mi medio seria mejor que estar molesto por aquellos malditos leones. Todos los veian valientes, pero yo sabia de los leones que eran flojos, vagos, que las leonas siempre les hacían todo. De alguna forma, ella era la que siempre les llevaba a donde estaban... ¡Y otra vez! La próxima vez que ella pase por mi cabeza debería abofetearme, una tortura interna, esa era una buena idea, me crearía una tortura interna para cada vez que la pensase. Solo tenia que dejar que la idea surgiera.