Mud And Dark (Sucia y oscuro)

Tercer año

Hermione

Estaba emocionada, como cada vez que empezaba la temporada de "materiales escolares". Tenia alguna fascinación por ir al Callejón Diagon, podía ser porque no todo el tiempo estaba entre la magia y cuando había que ir por los libros, significaba una sola cosa, Hogwarts estaba cerca, con ello ver a mis amigos. Fue en aquella divertida ocasión junto con los Weasley que pude adoptar a mi querido gato, el cual este año me acompañaría a las clases, Crookshanks. No parecía gustar mucho del resto de la gente, pero siempre cuando estaba conmigo, movia su frondosa cola y buscaba cariño de mi parte, lo cual, siempre le proporcionaba. Los libros, varios no fueron una novedad para mi, puesto que como siempre, comenzaba a prepararme mucho antes de lo que hacia la mayoría. 

Ademas de Crookshanks, una nueva adquisición era un Giratiempos, el cual me permitiría asistir a mas de una clase en el mismo momento ¡Que emocionante! ¡Estaría en dos o incluso tres clases a la misma hora! Claro, aquello debía permanecer en secreto, seria muy injusto para el resto de los alumnos no poder tener uno de esos, yo claro, lo tenia con el permiso de la profesora Mcgonagal. 

Entre otras cosas, pasar tiempo con los Weasley me servia para afianzar mi amistad con la menor y única chica de esa familia, Ginny. Ademas, también podía estar con Ron, aunque normalmente se mostraba bastante grosero, no sabia si era algo natural en el contado el mundo a esta altura de la adolescencia o era solo conmigo, muchas veces había insultado a mi dulce Crookshanks porque su bola de pelos, su apestosa rata tentaba a mi encantador gato. No era mi culpa que su roedor fuera el alimento de mi encantador y fiero gato. 

Draco

Emocionante, otro año de escuela, me pregunto si habría sido mas divertido ir al Instituto Durmstrang, al cual iba a asistir, si no fuera porque mi madre creyó que era mas apropiado que estuviese cerca de casa, seguro me habría divertido mas alla, sobretodo porque enseñan artes oscuras como si fuera algo de lo mas normal y no hubiese tenido el inconveniente de cierta sangre sucia, porque no son aceptados ahi. 

El viaje en el tren, no tuvo nada de especial, hasta, que apareció una cosa afuera en el aire y en cosa de segundos estaba todo realmente frío, se sentía como si algo sacara tus tristezas a flote, un sentimiento de desesperanza realmente desesperante, en el acto se apagaron las luces, los refrescos que se encontraban en las mesas se congelaron y todos parecían estar realmente asustados, no se cual era mi cara en ese momento, pero intentaba no parecer un cobarde de primera como mis dos amigos, Pansy por otra parte parecía inquieta, pero no lo suficiente para estar como ese par de rellenos Slytherin. 

Clasico, el techo de la escuela tenia una nueva imagen, los rayos y relámpagos se hacían notar y los chicos del coro cantaban de lo mas tranquilos. Las palabras de Dumbledore, presentación de nuevos profesores y así, lo mismo de siempre en Hogwarts. El nuevo profesor de las artes oscuras estaba a un lado de Snape, este no se veía en lo absoluto contento, porque como todos sabíamos, era el cazador de ese puesto, seguramente Dumbledore jamas se lo daría, seria como recordarle sus años de Mortifago o quien sabe. 

Fue inevitable escuchar rumores, rumores que en Hogwarts no tardaban en ser la noticia del momento, y tanto como estaba Sirius Black en las bocas, ahora lo estaba Potter, gracias a Merlin no era porque había salvado a alguien o estaba llamando la atención con sus habilidades de tonto, como siempre, si no que simplemente se había desmayado en el tren, quien lo diría. 

- Pss Potter, Potter ¿Te desmayaste? -Dije mientras quien estaba a mi lado fingia desmayarse y el solo me miraba sin saber que decir. Al parecer no tenia la capacidad de defenderse por si solo, porque Weasley saco sus garritas de gatito Gryffindor. 

La mirada de Granger fue lo mas satisfactorio de todo, era como un hola a nuestra manera al parecer, este año parecía que la guerra entre nosotros seguiría y he de decir que me sentía bastante motivado ante aquella idea. Por alguna razón, su mirada, fue mas que una inspiración para mis futuros insultos hacia su persona. 

Hermione

Era tan inevitable para todos comer del festín mientras Dumbledore hablaba, como para Malfoy hacerse notar ¿Es que jamas nos deshariamos de el y sus estupidas burlas? 

- Ignoralo -Fue todo lo que le dije a Harry, mirando totalmente desafiante a Draco, incluso parecía admiración lo suyo, sin poder dejar de molestar. Nuestras miradas se cruzaron el suficiente tiempo para dejarnos claro que la enemistad entre nosotros seguia y que mi mano estaba mas que decidida a este año darle un puñetazo si me sacaba de mis casillas. Esperemos que no lo hiciera, puesto que quería tener alguna reprimenda de parte de algún profesor solo por callarle la boca. 

Entre tanto, mi mirada volvió al frente, escuchando con mucha atención que Hagrid seria nuestro profesor este año ¿Quien mejor para impartir Cuidado de criaturas mágicas que el? Después de todo siempre estaba muy cómodo con criaturas extrañas y peludas. Se veía muy nervioso, tanto que McGonagal tuvo que darle un codazo para que se levantara y en el acto, corrio la mesa sin querer botando todo a su paso, no pude evitar que el sentimiento de alegría saliera de mi y pegue un grito de aliento para el futuro gran profesor. Y seguido el profesor Dumbledore continuo con sus avisos, por orden del ministerio de magia, Hogwarts seria custodiada por los dementores de Azkaban. 

- Tengan cuidado, los dementores se alimentan de tus miedos mas profundos y no podemos engañarlos, ellos no distinguen entre la presa que persiguen y aquel que se cruza en su camino, debo advertirle a cada alumno que no busque razones para que lo dañen. No esta en la naturaleza de un dementor perdonar. Pero entiendan la felicidad puede estar incluso en un oscuro momento, solo no olviden, encender la luz -Siempre con sus palabras tan alentadoras, dedique una mirada a Harry que parecia preocupado, por alguna razón lo entendía, cada cosa siempre nos tocaba enfrentarla, parecía no ser la excepción este año, después del encuentro con ese dementor en el tren.