Es extraño, todos nos miran a la vez que cuchichear y se ríen de manera un tanto cómplice.
Entonces Marc, echa una mirada a todos que hace que todos se queden pensativos.
Marc se levanta de la silla en la que estaba junto a mi y se sube a una mesa que hay cerca.
-Chicos, quiero anunciaros que Ali, se viene con nosotros a terminar el recorrido del campeonato- dice victorioso.
Todos aplauden enérgicamente, yo, me sonrojo al ver que todos me miran.
Tras un par de horas allí, Marc y yo nos subimos de nuevo en la moto, no sé a dónde me llevaría esta vez.
-¿Dónde vamos?
-A relajarnos.
-¿Relajarnos?
-Si, eso he dicho.
-Uh... Eso suena interesante.
-Venga sube.Ya estamos de camino a alguna parte. Estuvimos una hora y media subidos en la moto. Finalmente, Marc para, se quita el casco y esboza una sonrisa.
Nos bajamos y, él me da la mano, estábamos a la entrada de una especie de parque que tenía pinta de ser muy grande. "Ya hemos llegado" me dice Marc a la vez que me besa.
-Este es uno de mis lugares preferidos.
-¿Dónde estamos?
-Estamos en uno de los parques más bonitos después del Retiro, a mi opinión.
-Wow, pues vamos a verlo.Ambos vamos de la mano, hablando de cosas no muy importantes, pasamos junto a un enorme lago, parecía de cuanto, tenía cisnes, patos, peces bastante grandes, nenúfares...
Era precioso.Vemos un banco apartado del camino, entre unos árboles, parecía el típico de las películas de amor.
Nos sentamos juntos, yo me acurrucado entre los brazos de Marc.
-Marc, ¿sabes qué?
-No, no se.
-Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, de momento, porque lo mejor está por llegar.
-Tu también eres lo mejor que me ha pasado, es decir, si no hubiera mirado bajo aquellas escaleras... No quiero ni pensarlo.
-Cierto.
-Es decir, los momentos en los que estoy contigo son tan especiales...
-Lo mismo digo.Nos volvemos a besar, y, Marc, se levanta y se tumba en el banco, poniendo su cabeza sobre mis piernas.
Cada poco tiempo me curvo para llegar a los labios de Marc, son tan dulces, tan deliciosos, son como una golosina, MI golosina.
Es que, él en si es como un enorme oso de gominola, no hay parte que no esté buena, sus mejillas, sus orejas, sus músculos brazos, su tonificado pecho, sus increíbles abdominales, sus mazadas piernas, sus tiernas y cálidas manos... Es tan genial, pero lo mejor, es que es mío, solo mio, nadie me lo puede quitar.
Tras un largo rato Marc se incorpora y, me mira seriamente.
-Ali, tengo que hacerte una propuesta...
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Siempre hay un lado bueno
Teen FictionAquí se cuenta una bonita historia de amor entre una adolescente y su ídolo, al que conoce sin querer