Desaparecido.

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Unas gotas de sangre donde debería de estar Marc. Se hizo un silencio sepulcral.

-¿Marc?¿Dónde estás?

No hay respuesta.

-¿M-Marc? - se me corta la voz, me temo lo peor, una lágrima cae por mi mejilla seguida de muchas más. Me cubro la cara con mis manos y me desplomo.

Rossi se acerca a mi y me abraza para intentar consolarme.

La gran pregunta es, ¿dónde está Marc?¿Qué le ha pasado?¿Está bien?

Poco después llega la policía, se acordona la zona y, un policía se acerca a mi.

-He de comunicarte algunas noticias.
-Adelante.
-Hemos llegado a la conclusión de que la sangre no es de Marc Márquez, es de uno de sus secuestradores. La vamos a analizar y, en cuanto tengamos el perfil te lo comunicaremos. En cuanto al estado de Marc, creemos que no le ha pasado nada. Esperemos que sea así y que salga todo bien.
-Gracias - digo sin evitar que las lágrimas vuelvan a nublarme la vista.

No se qué pensar, decir, sentir, creer...
Estoy muy nerviosa. Nunca había sentido nada igual.
"¿Quién puede haber sido?¿Quién haría algo así?¿Estará bien?" montones de preguntas se formaban en mi cabeza, pero nadie podía responderlas.

Por lo menos me sentía arropada, tenía a Rossi siempre al lado, además del equipo, gente de confianza de Marc...

Intenté calmarme un poco, cuando lo conseguí me acerqué al agente.

-¿En qué puedo ayudar? Lo que sea, de verdad, decir, ¿qué puedo hacer?
- Lo siento, pero usted no puede hacer nada ahora mismo.
-Por favor, dejadme colaborar.
-Lo único que puede hacer es fijarse en lo que sucede a su alrededor. Por si ves alguna persona con algún tipo de herida o corte que tenga que ver con la sangre. De momento sólo puede hacer eso.
-Vale, lo haré, pero avíseme de todas las novedades, por favor.
-Tranquila que estará informada en todo momento.
-Gracias - digo esbozando una leve sonrisa.

Apoyo mi cabeza en el hombro de Rossi y me dejo guiar por él hacia un banco del aeropuerto.

-Fíjate bien en la gente, no podemos dejar pasar ni un detalle, hay que encontrar a Marc.
-Lo sé, estaré atento.
-Yo ya le estoy echando de menos.

Siempre hay un lado buenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora