Siempre hay un lado bueno

Magia.

Marc está sobre mi y sigue besándome a la vez que sus manos recorren mi cuerpo, pasando por cada rincón.

Yo también paso la mano por su musculoso cuerpo, es tan... Grrrr.

Marc se dispone a volver a hacer lo que me dijo que tanto le había gustado, justo cuando noto que iba a sentir aquello de nuevo, se para.

-¿Qué pasa?
-Me siento mal.
-¿Por qué?
- Por habértelo pedido así, sin más, creo que no quieres y que sólo lo haces por mi.
-No seas tonto, vuelve aquí y, por favor no vuelvas a dejarme así, es decir, a las puertas.
-No te dejaré así de nuev...

Corto sus palabras con un beso, ahora soy yo la de arriba, él me abraza y gira para ponerse encima y... Ahí está de nuevo, dentro de mi, se mueve dentro y fuera haciéndome sentir un dolor placentero.

Yo le miro a los ojos y, él cada vez va aumentando la velocidad, mi cara cambia de expresión cada vez que entra.

Hubo muchas posturas, bajo las sábanas todo era diferente.

Tras un largo rato, Marc, empieza a sentirlo, ya viene, "¡Qué asco!" pensé, pero era algo inevitable.

Justo antes le pido a Marc que por favor dentro de mi no, que si salía mal, podríamos acabar con una presencia indeseada.

Lo noto, pero fuera.
Finalmente caímos rendidos el uno junto al otro.

A la mañana siguiente.

-Buenos días, ¿qué tal ha dormido mi princesa?
-Muy bien, ¿y tu?
-También bien, ha sido la mejor noche de mi vida.
-Y la mía.

Nos duchamos, nos vestimos y, salimos de la habitación.

Se nos había pasado por completo que hoy era el día en el que había que recoger para coger un vuelo a Japón, pera el siguiente premio.

Nos apuramos, cogimos la moto y fuimos hacia el circuito. Cuando llegamos, todos estaban preocupados, no sabían donde estábamos...