Esperé y esperé, pero Lario no volvió, seguramente me dijo de dejar todo en el hotel y darle el móvil para no poder llamar a nadie ni tener dinero para hacer nada.
Como alguien puede ser así cruel.
Todo estaba oscuro y, noté algo húmedo "perfecto" pensé "lo que faltaba" se había puesto a llover. Yo, a tientas, tan solo con la luz de la luna fui andando por una zona donde había varias caravanas y, me metí debajo de las escaleras de una de ellas.
Estuve pensando en todo lo que había pasado y, en que estaba sola sin nada ni nadie y, sin poder evitarlo, empecé a llorar, la lluvia escondía mis lágrimas, pero no ahogaba mis llantos.
Tenía la cabeza apoyada en las rodillas y mis brazos rodeaban mis piernas, tenía frío.
De repente, la puerta de la caravana se abrió justo en cima de mi, y yo, aguanté la respiración.
Entre la rejilla, pude ver la figura de una persona más bien joven y, mientras pensaba, se me escapó un suave murmullo, e inmediatamente, la figura bajó las escaleras y se dirigió hacia mi.
Yo estaba atemorizada, no sabía ni quién era, ni si me haría daño, pero cuando me quise dar cuenta, ya estaba a mi lado.
-Hola, ¿cómo te llamas? ¿Qué haces ahí abajo?- me preguntó la figura, la cual tenía una voz un tanto familiar, pero en esos momentos, no podía pensar.
-H-hola- respondo tímidamente.
-Hablemos dentro, aquí hace frío y estás empapada.Sin saber por qué, me dejé llevar, su voz me resultaba tan familiar, además, olía tan bien...
Me senté en un sofá bastante cómodo y, escuchaba como si alguien intentara dar la luz.
-Vaya, me da que nos hemos quedado sin electricidad, será de la tormenta- dice con voz tranquilizadora- por cierto toma una manta, tendrás frío.
-M-muchas gracias- respondo aún con miedo.Entre la manta, el sofá, el sueño y las emociones, me quedé dormida.
A la mañana siguiente, abro los ojos, miro a mi alrededor y tardo un momento en ubicarme.
Entonces escucho una voz, que aún no consigo reconocer, se que la he oído mil veces, pero no me sale el nombre.
-Hombre, buenos días bella durmiente.
-Buenos días- digo, esta vez más confiada.Entonces, de la puerta de la cocina, se asoma el rostro de....
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Siempre hay un lado bueno
Novela JuvenilAquí se cuenta una bonita historia de amor entre una adolescente y su ídolo, al que conoce sin querer