Aprieto los dientes, miro arriba pensando una y otra vez "que sepan donde está".
-Alicia, tenemos noticias nuevas- dice con un tono serio pero a la vez con una leve sonrisa, no se que pensar.
-Por favor, no me hagas esperar más, suéltalo.
-Nos han dado la ubicación de donde está Marc Márquez.
-¡¿¡EN SERIO!?! ¡NO ME LO PUEDO CREER!- Me levanto de un salto y abrazo al agente con todas mis fuerzas- ¡GRACIAS!
-Tranquila señorita, que hay más.
-¿Más?
-Si, han confesado que le han maltratado y pegado más de una vez.
-CABRONES, y, ¿a qué esperamos? Vamos a buscarlo antes de que sufra más.
-Venga, vamos.Nos dirigimos a la dirección indicada, era un barrio un tanto antiguo, la verdad es que daba algo de miedo, nos paramos ante un pequeño chalet destrozado, con partes derruidas y pintadas en la fachada. Aparcamos nuestro coche y, justo detrás, un furgón del que salieron varios policías más.
-Que mal rollo- digo en voz baja.
-Tranquila, yo y mi equipo te protegemos, no lo olvides- y me dedica una sonrisa tranquilizadora.Todos se comunicaban entre susurros, cada vez me ponía más nerviosa, no me enteraba muy bien y, pensaba todo el rato en Marc, en si está bien, si le han hecho algo.
Tras un largo rato, al fin, paran y se deciden a proseguir cambiando de posición y táctica constantemente.
-Será mejor que te quedes aquí.
-Pero... Yo quiero ayudar.
-No puedes, así que quédate aquí.
-Entendido.Yo estaba apoyada en una de las columnas que definían la entrada al terreno perteneciente a ese destrozado chalet, desde allí, asomada vi como, uno de ellos hacía señas con las manos y, acto seguido, los demás policías embistieron contra la puerta, esto era muy de película.
Después del sonido de la puerta al caer, se escuchan pasos sobre el parqué cuarteado, por un momento hay un horrible silencio que desemboca en una oleada de disparos.
Tapo mi cabeza con los brazos y me siento en el suelo con la espalda pegada a la columna, esperando a que pase todo y que las cosas salgan bien.
Por un momento todo vuelve a estar en silencio, escucho pasos acelerados sobre el parqué, no sabía quien era, no era capaz de asomarme. Solo deseaba que ese alguien que venía hacia mi fuera de los nuestros.
Los pasos cada vez se escuchan más cerca, no siguen un compás fijo, van salteados a veces rápido, otras lento.
Ya está aquí, noto su presencia, tengo miedo, el corazón me late muy rápido, al fin me decido, alzo la vista y...
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Siempre hay un lado bueno
Teen FictionAquí se cuenta una bonita historia de amor entre una adolescente y su ídolo, al que conoce sin querer