~ Secuestro Por amor.

Capitulo 28

Capitulo 28: '' Recuerda quién soy ''

-Quién eres? por qué me haces esto a mí? por favor no me hagas daño... -le supliqué. Su mirada estaban fijas con las mías. Veo como relamea sus labios. Me sujetaba con fuerzas, no podía contra él.

-No me mientas, sabes bien quién soy!, lo haces a propósito cierto? estás fingiendo no recordarme, pero sé que me amas aún! -sus dedos se entierran en mi piel, sus lágrimas empezaron a caer.

-No, te juro que no sé quién eres! por favor... déjame... -supliqué entre sollozos y cerré mis ojos. Podía sentir que me seguía mirando. Después sentí cómo quitaba sus manos de mis brazos, abrí mis ojos y lo miré. Él bajó su mirada algo triste y me da la espalda en dirección a sentarse en la camilla.

-Porqué? -musitó. Me quedé parada mirándolo, él comenzó a llorar. Me sentí extraña, tener a un desconocido en mi habitación me incomodaba.

-Oye... si vas a llorar, será mejor que te vallas, no me gusta ver a las personas llorar, me hace sentir mal. -dije. Él levanta la mirada con sus ojos cristalizados, su nariz estaba roja.

-_________... fui el tonto que te despreció, fui yo el que no te comprendió, todo esto fue mi culpa, te dejé, no te protegí... y ahora mírate... perdiste la memoria y ahora no sabes quién soy.

-¿cómo que perdí la memoria? Recuerdo perfectamente que tenía un novio, y ese es KyungSoo, nunca en mi vida te había visto, no te conozco.

-No me digas eso por favor... dónde está esa __________ que conocí? Ésta nueva _________ no es la chica que amo. Tú me amabas _________... por qué no me recuerdas? -Me gritó, sus lágrimas fueron incontrolables y se deslizaban por su mejilla.

-Lo siento... no estás en mi mente, no sé quién eres... -Bajé la mirada. Miré sus manos, y formaban un puño que temblaban, las venas de sus brazos se sobresalían.

-Esa cadena... fue un obsequio mío, no sé quién rayos te lo dio, pero... era la forma para demostrarte mi amor...

-Si tú me la obsequiaste... ¿Entonces dónde está la otra mitad?. -Sus ojos rodaron, buscando la excusa para decírmelo, no le creí.

-________ déjame explicarte... yo...

-No quiero verte!, eres un desconocido... largo de mi habitación! -le apunté a la salida.

-No quiero! y no me iré hasta que recuerdes bien quién soy yo!

-No! no lo haré! largo! -insistí en que saliera, pero no me hacía caso. Me mira frio y con odio en sus ojos.

-No me iré hasta que me recuerdes... -habló en tono desafiante y se acercó a mí, lo muy suficiente para querer besarme. Me encogí y bajé mi mirada con cierto temor, BaekHyun me agarra de la barbilla para que lo mirara.

-Por favor no... -mis palabras fueron interrumpidas cuando sus labios tocan los míos, me beso suave y a la vez tierno. Mis ojos estaban abiertos, rodando mis ojos por toda la habitación, cerré mis puños con fuerzas y lo empujé.- No me vuelvas a tocar! -le advertí.

-O si no... qué? -Me desafió, y me sujeta de las muñeca fuertemente, haciendome gruñir de dolor, todo para no volverlo a alejarlo de mí.- Tú serás mía, te guste o no, volveré a ser que me recuerdes y que me ames como antes solías hacerlo, llorando por mí, preocupandote por nuestra relación. -hundió su naríz en mi cabello y luego bajando a mi cuello, todo intento de forcejeo era en vano, trataba de alejarlo, pero era imposible apenas me recuperaba, no tenía la fuerza suficiente para quitarlo de mí.

-Basta por favor! -supliqué.

~Narra BaekHyun~

Qué rayos estoy haciendo? Se supone, que debería hacer esto a las buenas y no a las malas, la estoy lastimando, ya quedé claro que no me recuerda. Pero sé que la _________ que amo está atrapada allá adentro, demostrandole mi lado rebelde no solucionará nada. Se comporta como una desconocida, me duele saber que no me tiene en su memoria, me duele saber que tiene como novio a KyungSoo. Me da tanta rabia, yo la besaba en el cuello, pero al parecer eso la lastima y la incomoda. La miré a los ojos con cierto dolor y tristeza, no digo más nada y la solté, su falta de aire hacía que sus pechos subieran y bajaran, no sólo de eso sino también de miedo. Luego de eso me da una bofetada, una muy fuerte, no recuerdo la última vez que lo hizo, sentir esas delicadas manos golpear mi mejilla, pues me lo merecía, por ser un tonto de no haberla valorado desde principio. Llevo mis manos a mis mejilla a calmar el dolor y ardor que comenzaba a sentir. Sus lágrimas caían de los ojos. Su cabello revuelto y pegado a su rostro la hacía ver hermosa, la amo tanto.