CAP 10: La cita de Cornamenta

13.9K 1.1K 213
                                    


Al regresar a Hogwarts, McGonagall reunió a todo Gryffindor en el gran comedor, y nos explicó el vals de San Valentín, era muy simple.

–Ahora todos colóquense en parejas y a practicar. –Ordenó.

–¿Cómo hago para que Lily no me rechaze? –Preguntó mi primo. Planeé algo genial en unos segundos.

–Sirius, tú y Cornamenta, aléjense y no saquen a nadie, y no permitan que nadie los saque a bailar. Yo hablaré con Lily, y, cuando todos los demás estén en parejas, tú me sacas a bailar –Apunté a Sirius- Y tú sacas a Lily. –Apunté a mi primo- No podrá decir no porque serían los únicos sin pareja. Ve.

Fui con Lily, quien estaba a punto de acercarse a un chico para llevarlo a bailar y practicar el vals.

–¡Lils! ¡Tengo que contarte algo! –La llevé a una esquina, evitando que las personas se acercasen.

–¿Qué pasó? –Preguntó, con una sonrisa.

–Ummm... –Pensé en algo para contarle. Joder, debí haber ideado algo mejor.- ¡Sirius me invitó al baile! –Sonreí.

–¡Wow, eso es genial! –Sonrió- Yo no tengo con quién ir, aún. Pero, apuesto a que Sirius hará que te diviertas, ___.

–Seguro que algún chico te invitará –Sonreí. Otra idea se me vino a la mente.- Te apuesto a que luego de practicar un rato, hago un hechizo y pongo música muggle para bailar. 

–Estás loca, no lo harías –Rió.

–¿Quieres apostar? –Arqueé una ceja.

–¿Qué apuestas? –Sonrió de lado, siguiéndome el juego.

–Si pierdes, vas al baile con James –Sonreí, con malicia. Ella se puso pálida.

–Y si tú pierdes... –Sonrió como el gato rizón, eso me asustó.-...besarás a Sirius en el baile, donde yo pueda verte –Me guiño un ojo. Sentí que mis mejillas tornaban a un tono carmesí.

–Hecho –Sonreí y le estreché la mano para cerrar la apuesta.

–Hey, Fiera –Sonrió Sirius, interrumpiendo nuestra conversación- ¿Practicamos el vals?
–Seguro –Sonreí y fui con él.

Sirius me llevó al medio del comedor, y observé a James acercarse a Lily. Luego, la vi acceder a bailar con él.

–Misión cumplida –Sonreí, Sirius me devolvió la sonrisa.

Bailé con Sirius, lentamente al ritmo del vals, y, luego de un rato, sonreí maliciosamente y saqué mi varita.

–¿Qué harás? –Me preguntó Sirius, mirándome divertido.

–Conseguirle una cita a James –Sonreí y lancé un hechizo al aparato que emitía la música.

Una canción muggle comenzó a sonar, y todos comenzamos a bailar como locos. McGonagall enloqueció y todos corrimos a nuestra sala común.
Cuando las cosas se calmaron, los merodeadores nos juntamos a charlar en la sala.

–Cornamenta, ve a pedirle a Lily que vaya al baile contigo –Le susurré a mi primo al ver que la peli roja entraba a la sala.

–¿Ahora? ¿Estás loca? –Me miró mal.

–¿Confías en mí? –Pregunté. Él asintió- Entonces, ve.

A regañadientes se le acercó. No logré oír nada, pero vi a Lily subir las escaleras hacia su habitación y James regresó con una sonrisa de idiota.

–Ella... aceptó –Sonrió, con un brillo en los ojos.

–Te lo dije, confía en mí –Sonreí, guiñándole a mi primo.

–No sé qué clase de pacto hiciste con el demonio, pero gracias –Me dio un abrazo.

–Es en serio, estás totalmente loca –Rió Peter.

Luego de eso, todos fueron a dormir y yo me fui a la torre de astronomía. Faltaba un mes para el baile. Suspiré y me quedé observando las estrellas, ese lugar era calmado y podía estar tranquila, en mi mundo. 

Mi constelación favorita era la del can mayor. 

Su estrella más brillante se llamaba Sirius. 

¿Coincidencia? 

Quizás.

–¿Qué haces aquí? –Una voz femenina me sacó de mi mundo. Volteé y me encontré a Cat mirándome con los brazos cruzados.

–Sólo quería tranquilidad –Me encogí de hombros- ¿Qué haces tú aquí?

–Te buscaba. Black armó un escándalo en Gryffindor porque Leah y Lily le dijeron que no estabas en tu habitación. ¡Son las dos de la mañana, ___! –Me quedé paralizada. El tiempo pasó volando y... ¿Sirius me estaba buscando? 

–¿Sirius qué? –La miré. No podía creer lo que escuchaba.

–Te estaba buscando, tarada –Bufó- Vamos antes de que algún profesor se entere –Me jaló de regreso hasta la sala común, donde vi a los merodeadores mirarme mal. Sirius tenía el ceño fruncido. Mierda.



La prima de cornamenta (Sirius Black y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora