CAP 27: Cállate, Black

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Ya en el dormitorio, abrí la caja dorada con mis compañeras de habitación, y vi que dentro de ésta, había una simple hoja, con un dibujo de una planta, y letras en un idioma que no entendía.

Sarah dijo que ella quería ayudarme a investigar, así que le tendí la hoja a ella. Me encogí de hombros y salí de mi habitación, para pasear un poco.

Vi a Sirius caminar hacia mí, y le dediqué una leve sonrisa.

Él corrió y se lanzó a darme un gran abrazo, que correspondí con la misma fuerza.

–___, me preocupaste. –Sonrió, cuando nos separamos.- Creí que te iba a perder.

­–No me vas a perder tan fácilmente, querido. –Sonreí de lado.

–No me agrada ese amigo tuyo. –Dijo, luego de unos momentos.

­–¿Quién? ¿Will? –Pregunté, y él asintió.

–No quiero que te juntes con él.

–¿Y por qué no? –Gruñí.

–¡Porque me da mala espina! –Gritó de vuelta.

–Cállate, Black. Tú no lo conoces.

–¿Y tú sí?

–¿Por qué estás así? –Me acerqué peligrosamente a él, mirándolo mal.

–¡No lo sé! –Gruñó.

–¡Sí lo sabes! –Gruñí de vuelta.

–¡Quizás lo sepa y no te quiera decir!

–¡Quizás deberías decírmelo!

–¡Quizás es porque estoy celoso!

–¡Quizás no deberías estar celoso!

–¡Quizás esté celoso porque me gustas! –Exclamó y pude notar un leve sonrojo en sus mejillas.

–¡Quizás rechace a Will porque tú también me gustas! –Grité.

De un momento a otro sentí los labios de Sirius sobre los míos y sus manos en mi cintura, pegándome más a él. Le devolví el beso con la misma ternura y coloqué mis manos en sus mejillas.

Todo el tiempo se detuvo a mí alrededor y nada más me importó.

En este momento lo único que me importaba era Sirius.

Sus labios eran suaves, cálidos y me encantaban. Y me moría por volver a probarlos desde que lo besé el año pasado.

Si lo que me había dicho era cierto, entonces yo le gustaba a Sirius, tanto como él me gustaba a mí. Si no, ¿Por qué otra razón me habría besado?

Poco a poco nos fuimos separando y me quedé observando sus preciosos ojos que tanto adoraba.

–¿Entonces rechazarás a ese idiota porque te gusto yo? –Preguntó sonriendo, sin separarnos mucho.

–Quizás ya lo rechacé el día en que lo conocí, porque en mi corazón había lugar para una sola persona. –Sonreí.

–Quizás en el mío haya lugar para una sola persona también. –Sonrió de lado, y sentí que me derretía.

–¿Entonces yo también te gusto? –Pregunté, sonrojada.

–Quizás deberías dejar que mis labios respondan esa pregunta. –Dijo, y me besó de nuevo.

Me dejé llevar por el beso, hasta que me quedé sin aire y tuve que separarme.

–He esperado por ese jodido beso desde cuarto. –Sonreí, mirándolo.

–Mentirosa. –Sonrió.- Me besaste en quinto.

–Cierto. –Sonreí, mirándolo.

–Te quiero, ___. –Me abrazó.

–También te quiero, Sirius. –Sonreí de lado y correspondí el abrazo.- Pero mi primo va a matarte.

–Nah. –Dijo él.- Ya sabe que estoy enamorado de ti desde tercero.

–¿Qué? –Me ruboricé.- ¿Estás...?

–Sí. Estoy enamorado de ti. Me traes loco desde tiempos inmemoriales, Stue.

Sonreí. Era el día más feliz de mi vida. 

La prima de cornamenta (Sirius Black y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora